Audax da su gran salto en fotovoltaicas con créditos del BEI
El grupo logra financiación de 66 millones para poner en operación doce proyectos de golpe.
El grupo energético español Audax, fundado por el empresario José Elías, ha logrado cerrar una financiación institucional con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para la construcción de un portfolio de doce proyectos de energía fotovoltaica.
El volumen total de financiación asciende a 66 millones de euros. Suficiente para impulsar la puesta en marcha de una cartera de proyectos fotovoltaicos que suman un total de 141 megavatios y que para Audax suponen dar un salto de gigante. El grupo aumentará en un 60% sus activos en operación, consolidando así su estrategia de eléctrica verticalmente integrada (producción y comercialización).
Además, la empresa resuelve con éxito una situación que había levantado suspicacias en el mercado sobre su capacidad para lograr financiación.
A través de esta operación, el grupo fortalece su presencia en el área de generación de energías renovables. Además de los megavatios que podrá poner en marcha, el grupo mantiene una cartera de proyectos con potencial de desarrollo distribuidos entre España, Portugal, Italia, Francia, Polonia y Panamá que supera los 1.000 megavatios.
Una vez que los proyectos objeto de esta operación entren totalmente en funcionamiento, Audax contará con más de 380 megavatios en activo.
Reducir deuda
En el contexto actual del mercado de deuda, la operación es “muy positiva”, dicen fuentes financieras, pues el grupo se asegura financiación en un momento en el que las condiciones de los préstamos se están endureciendo.
Gracias a la incorporación de nuevas instalaciones, el grupo además logrará más ingresos,
que podrá destinar a reducir el apalancamiento corporativo. En los últimos meses, uno de los grandes objetivos ha sido reducir deuda.
Acuerdo con Shell
La compañía cerró a principios de año un acuerdo estratégico con la británica Shell para el suministro de electricidad y gas en España, lo que ha aumentado la generación de caja y el beneficio operativo
del grupo. Durante el ejercicio 2023, la compañía energética ha utilizado el exceso de caja generada para reducir significativamente su endeudamiento.
En los primeros nueve meses del ejercicio, el grupo ha alcanzado un beneficio bruto operativo (ebitda) de 77,3 millones de euros, cifra que aspira a aumentar en su plan estratégico (ver información adjunta).
Son dos grandes grupos familiares que compiten por dominar los mares. Maersk y MSC controlan un 40% del mercado mundial de transporte por barco de mercancías. Su pugna es tan enconada que en la actualidad MSC es líder en capacidad de carga y Maersk lo es en número de barcos. Cada uno de sus megabuques –650 de MSC por 700 de Maersk– es capaz de transportar 20.000 grandes contenedores.
Los dos colosos tienen estrategias de negocio muy distintas, pero ambos han decidido lanzar sendas ofensivas para crecer en el mercado español. La danesa Maersk –que cotiza en Bolsa y está controlada por la familia Moller– anunció hace un año su intención de invertir 10.000 millones de euros en España para producir metanol a través de energías renovables. Maersk pretende usar el metanol para impulsar los motores de sus buques en el transporte marítimo como fórmula para la descarbonización, que es uno de los objetivos prioritarios del grupo danés.
Para materializar sus planes, Maersk acaba de firmar un acuerdo con Cepsa que contempla la construcción de la mayor planta de metanol de Europa en Huelva, con una inversión de 1.000 millones de euros.
Para producir metanol verde (usando energía procedente de renovables) se necesitan cientos de megavatios de este tipo de instalaciones. De ahí el interés de Maersk en usar como plataforma de fabricación en Europa a España, donde se están desarrollando buen número de proyectos eólicos y fotovoltaicos.
La estrategia del grupo danés es dominar toda la cadena logística del transporte de mercancías, incluido el movimiento en tierra de los contenedores, donde los márgenes de beneficio son mayores que en alta mar. Maersk logró ganancias récord en 2022 de 27.000 millones de euros gracias a los elevados precios de los fletes, derivados de los problemas en las cadenas de suministro por la alta demanda de bienes de consumo durante la pandemia junto a una oferta limitada de buques. Pero ahora la situación ha cambiado radicalmente y se prevé que el comercio global de contenedores caiga un 2%. Estas perspectivas han llevado a Maersk a anunciar un recorte de 10.000 empleos.
Al menor impulso de la economía mundial se suma una mayor competencia en el transporte marítimo fruto, entre otros factores, de la próxima ruptura en 2025 de la alianza que firmaron hace diez años Maersk y MSC para antigua Alitalia y ahora estudia hacerse con el grupo turístico italiano Alpitour y con la empresa de alta velocidad Italo-NTV.
Dentro de su estrategia para creer en el transporte por ferrocarril el grupo de la familia Aponte ha llegado a un acuerdo con Renfe Mercancías para crear una sociedad mixta de carga al 50%. Renfe Mercancías –que es líder en España con más del 60% de cuota de mercado– cederá activos y parte de su negocio a la futura filial. Esta operación supone un gran salto adelante de MSC en nuestro país, donde hasta ahora sólo contaba con la compañía Medway, dedicada a mover contenedores en tren y que tiene una cuota del 5%.
El grupo de la familia Aponte es también el mayor cliente del Puerto de Valencia, donde tiene en marcha dos macroproyectos. Una nueva macroterminal de contenedores de carga en la que prevé invertir 1.000 millones y una plataforma turística concebida específicamente para alojar a sus megacruceros.
Los planes de Maersk y MSC han convertido a España en el nuevo campo de batalla de estos dos grandes colosos del mar.