El fondo ha invertido en Go Trendier, Cardino, Tennders, Ocean Ecoestructures y Soren Hydrogen
Ahora, el vehículo ha sumado como inversor relevante, con tres millones de euros, al Institut Català de Finances (ICF), mientras que nuevas patrimoniales familiares han inyectado 3,4 millones más.
El fondo ha invertido hasta la fecha en Go Trendier, plataforma online de compraventa de ropa de segunda mano nacida en Barcelona, pero que opera en Colombia y México, y en otras dos con sede en la capital catalana: Ocean Ecoestructures, que desarrolla soluciones para la conservación de los ecosistemas marinos, y Tennders, que ha diseñado un software para la gestión del transporte de mercancías. Completan la cartera Cardino, plataforma digital alemana para la compraventa de coches usados, y Soren Hydrogen, tecnológica noruega especializada en hidrógeno verde.
Casado confía en alcanzar el tamaño objetivo del fondo, que es de cuarenta millones de euros, a finales de año, un músculo financiero que le permitirá invertir en otras veinte empresas emergentes, tanto en fase semilla como en rondas de serie A, con un tíquet medio de 500.000 euros y con la posibilidad de realizar posteriores reinversiones hasta un máximo de tres millones por compañía.
La escasez de talento en el sector tecnológico es un problema desde hace años y en Catalunya hay 9.231 vacantes sin ocupar, según el barómetro elaborado por el Cercle Tecnològic en colaboración con la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
Estas vacantes podrían haber sumado 1.805 millones más a los 26.446 millones de facturación generados en 2023 por la industria, que, pese a todo, creció un 12,5% respecto a 2022. Según el informe, presentado ayer, el sector TIC catalán cerró el pasado año con una aportación al PIB de la comunidad autónoma del 9%. Este podría haber sido del 9,56% si se hubiesen cubierto todos los puestos de trabajo abiertos por las compañías del sector.
La formación se estanca
La media de vacantes creció un 23% respecto al ejercicio anterior, mientras que el número de plazas en los grados universitarios vinculados al ámbito tecnológico se ha estancado. En 2022, último ejercicio con datos disponibles, había plazas para 2.900 estudiantes, tres veces menos que el número de ofertas laborales sin cubrir.