La natalidad toca mínimos históricos en los países ricos
EL DESCENSO DE LOS NACIMIENTOS CAMBIARÁ LA SOCIEDAD Y AFECTARÁ A LAS CIFRAS DE CRECIMIENTO. HAY EL DOBLE DE MUJERES SIN HIJOS ENTRE LAS ESPAÑOLAS NACIDAS EN EL AÑO 1975 QUE EN 1955.
La natalidad en las economías más ricas del mundo se ha reducido a menos de la mitad desde 1960, alcanzando un mínimo histórico. Así lo indica un estudio que insta a los países a prepararse para un futuro con menos nacimientos. El número medio de hijos por mujer en los 38 países más industrializados ha caído de 3,3 en 1960 a 1,5 en 2022, según un estudio de la OCDE publicado ayer.
La natalidad está ahora muy por debajo del “nivel de reemplazo” de 2,1 hijos por mujer –en el que se considera que la población de un país se puede mantener estable sin inmigración– en todos los países miembros del grupo excepto Israel.
Según advirtió el organismo con sede en París, “este descenso transformará las sociedades, las comunidades y las familias, y podría tener importantes repercusiones en el crecimiento económico y la prosperidad”.
El débil crecimiento demográfico frenará la expansión económica en el futuro. Según el informe de 2024 del FMI y la Comisión Europea (CE) sobre el envejecimiento, el aumento de la tasa de actividad en la Unión Europea pronto será insuficiente para compensar el descenso de la población en edad de trabajar, lo que agravará la escasez de mano de obra.
Sumados al aumento de la esperanza de vida, los bajos índices de natalidad también tendrán consecuencias sobre las finanzas públicas, al reducirse el número de personas que aporten los ingresos fiscales necesarios para pagar los crecientes costes del envejecimiento de la población. La falta de alumnos también está provocando cierres de escuelas en Europa, Japón y Corea del Sur.
Willem Adema, coautor del informe y economista de la OCDE, afirma que los países pueden fomentar la natalidad introduciendo políticas que promuevan la igualdad de género y un reparto más equitativo del trabajo y del cuidado de los hijos.
Según el estudio de la OCDE, existe una asociación positiva entre el índice de empleo femenino y unas tasas de natalidad más elevadas, aunque el coste de la vivienda representa un obstáculo cada vez mayor para tener hijos. No obstante, incluso las políticas favorables a la familia tienen pocas probabilidades de elevar las tasas de natalidad hasta los niveles de reemplazo.
Un “futuro de baja nataliad” exigiría centrarse en las políticas de inmigración, explica el autor, así como “medidas que ayuden a las personas a mantenerse sanas, trabajar más tiempo y mejoras de la productividad”.
Francia e Irlanda registran las tasas de fecundidad más altas de la región europea, aunque los países anglófonos y escandinavos suelen situarse en el extremo superior de la escala. Hungría, por su parte, ha elevado su tasa de natalidad hasta la media de la OCDE durante la última década.
Las tasas de natalidad más bajas se registraron en el sur de Europa y Japón, con cerca de 1,2 hijos por mujer. Corea del Sur presenta la tasa más baja, con 0,7 hijos por mujer. Sin embargo, el descenso de la natalidad en países con amplias políticas de apoyo a la familia, como Finlandia, Francia y Noruega “es una gran sorpresa”, explica Wolfgang Lutz, director fundador del Centro Wittgenstein de Demografía y Capital Humano Global de Viena.
Según la OCDE, la “segunda transición demográfica”, una tendencia que marca el cambio de actitudes hacia una mayor libertad individual y hacia modos de vida alternativos, explica los datos.
La falta de hijos se ha duplicado en Italia, España y Japón entre las mujeres nacidas en el año 1975, en comparación con las nacidas en 1955. Entre el 20% y el 24% de las mujeres nacidas en 1975 en Austria, Alemania, Italia y España no tienen hijos, mientras que en Japón esta cifra se eleva hasta el 28%.
De media, las madres de la zona OCDE tuvieron su primer hijo casi a los 30 años en 2020, frente a la edad media de 26,5 años registrada en 2000. La cifra supera los 30 años de edad en Italia, España y Corea del Sur.
Entre el 20% y el 25% de las mujeres de Italia, España, Austria y Alemania no tienen hijos
Las mujeres tienen su primer hijo casi a los 30 años, frente a la edad media de 26,5 años en 2000