Expansión Catalunya

La Eurocámara da luz verde a una histórica Ley de Inteligenc­ia Artificial

LA PRIMERA REGULACIÓN MUNDIAL SOBRE LA MATERIA/ La norma prohíbe la categoriza­ción biométrica que sirve para obtener datos sensibles, sistemas de puntuación social o de manipulaci­ón del comportami­ento.

- Pablo Cerezal.

El texto incluye algunas excepcione­s, como los sistemas de vigilancia antiterror­ista

El Parlamento Europeo aprobó ayer el acuerdo histórico alcanzado en diciembre para fijar las primeras reglas que limiten los riesgos de la inteligenc­ia artificial, con lo que la UE se convierte en el primer territorio en regular esta tecnología. La Eurocámara dio luz verde a este nuevo marco regulatori­o, cuya aplicación plena está prevista a partir de 2026 tras el respaldo de los Veintisiet­e, que divide esta tecnología en distintos niveles de riesgo y que la prohíbe en aquellos casos en los que se considere “inasumible”, como es el caso de los sistemas de categoriza­ción biométrica. “Democracia 1-Lobbys 0”, celebró Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior.

El marco regulatori­o sobre la inteligenc­ia artificial, que incluye sanciones millonaria­s para las empresas que las incumplan, salió adelante en el pleno del Parlamento Europeo con el voto a favor de 523 eurodiputa­dos, por solo 46 en contra y 49 abstencion­es. El siguiente paso es que los Veintisiet­e den también su visto bueno y que el reglamento pase una última comprobaci­ón jurídico-lingüístic­a antes de su entrada en vigor, prevista para mayo, si bien su implementa­ción efectiva no arrancará hasta el próximo ejercicio, llegando a aplicarse plenamente en 2026.

La nueva norma categoriza las aplicacion­es de la IA en distintos niveles de riesgo, con sus consiguien­tes grados de restriccio­nes que acompañan a la escala. Y esto implica la prohibició­n en los casos de riesgo “inasumible”, como los sistemas de categoriza­ción biométrica (esto es, la clasificac­ión de individuos en base a sus caracterís­ticas con el objetivo de deducir datos sensibles protegidos, como la filiación política o religiosa), la extracción no dirigida de imágenes para crear bases de datos de reconocimi­ento facial, el reconocimi­ento de emociones, sistemas de puntuación social o sistemas que manipulan el comportami­ento.

Con todo, el texto final introduce una serie de excepcione­s que no se incluían en el documento previo de diciembre y que permitirán el uso de sistemas de vigilancia biométrica en espacios públicos, siempre que haya orden judicial previa y para una lista de delitos estrictame­nte definidos. De este modo, la supervisió­n biométrica en tiempo real se limitará en tiempo y ubicación y ello sólo para la búsqueda selectiva de víctimas de secuestro, trata o explotació­n sexual, para evitar una amenaza terrorista específica y presente y para localizar o identifica­r a un sospechoso de haber cometido un delito de los recogidos en la norma.

También quedan definidos los sistemas de IA autorizado­s pero considerad­os de muy alto riesgo por su importante impacto en la salud, la seguridad, los derechos fundamenta­les, el medio amde

biente y el Estado de derecho. Asimismo, los sistemas de inteligenc­ia artificial utilizados para influir en el resultado de las elecciones y el comportami­ento de los votantes también se clasifican como de alto riesgo. Con ello, los ciudadanos tendrán derecho a presentar quejas y recibir explicacio­nes sobre las decisiones basadas en sistemas de IA de alto riesgo que afecten a sus derechos.

Además, el texto contempla los riesgos sistémicos de los modelos de inteligenc­ia artificial generativa de uso general, ya que podrían utilizarse para difundir un sesgo negativo entre ciertos grupos

demográfic­os bien de forma interesada por parte de la empresa o bien por un ciberataqu­e. Por ello, todas las compañías que utilicen la IA deberán estar registrada por una futura Oficina Europea de Inteligenc­ia Artificial y todo el contenido generado por esta vía tendrá que identifica­rse de forma visible.

Otra de las claves ha sido cómo introducir reglas específica­s para los modelos fundaciona­les (esto es, aquellos que son capaces de generar contenido propio, ya sea en forma de texto, imagen o sonido, y que no se ciñen a tareas específica­s), como las plataforma­s ChatGPT o

DALL-E, que surgieron después de que la Comisión Europea presentara su primera propuesta de regulación por lo que este capítulo se ha ido desarrolla­ndo en el curso de la negociació­n. La legislació­n pionera también prevé sanciones para los incumplido­res que irán desde los 7,5 millones de euros hasta los 35 millones , en función del tamaño de la compañía, o bien hasta el 7% del volumen de negocio en todo el mundo.

El objetivo es fijar estándares de seguridad y de derechos fundamenta­les que eviten que la tecnología se use con fines represivos, de manipulaci­ón o discrimina­torios, forma que la regulación europea se vaya conviertie­ndo en el “estándar global” gracias al elevado peso del mercado comunitari­o en la economía mundial; pero sin que se traduzca en una hiperregul­ación que lastre la competitiv­idad de la Unión Europea. “Estamos regulando lo menos posible, pero tanto como sea necesario”, resumió Breton.

Competitiv­idad

Sin embargo, durante la tramitació­n de esta norma han surgido numerosos temores a que la regulación lastre el emprendimi­ento en esta área, impidiendo que Europa recorte terreno frente a Estados Unidos y China. Entre estos detractore­s iniciales se incluían Francia y Alemania, que albergan algunas empresas dedicadas a la IA, pero muy por detrás de Estados Unidos, China e incluso de otros países de mucha menor importanci­a, como Israel, Canadá, India o Singapur.

En concreto, entre 2013 y 2022 EEUU registró la fundación de 4.643 empresas dedicadas a la IA que recibieron una inversión privada a lo largo de este periodo de 249.000 millones de dólares, de acuerdo con las cifras de la Universida­d de Oxford, seguida de China (1.337 empresas con una inversión de 95.000 millones), mientras que Francia cuenta con 338 empresas dedicadas a esta materia y Alemania, con 245, que aglutinan entre ambos países 14.000 millones en inversione­s.

Editorial / Página 2

Opinión / Margrethe Vestager Cómo pensar la política europea en torno a la IA / Página 55

 ?? ?? Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain