Expansión Catalunya - Sábado

Aroma a vacaciones de lujo

Los hoteles definen su olor corporativ­o y dejan que sus huéspedes elaboren su fragancia personaliz­ada.

- Emelia Viaña.

Pese a no estar tan desarrolla­do como el de otros animales, el sentido del olfato del ser humano es capaz de captar 10.000 olores. Pero, como todo, hay que entrenarlo para saber diferencia­rlos. Sin aspirar a experiment­arlos todos, seguro que ya está enumerando en su cabeza los que le son más comunes y gracias a ello recordará a personas que usan una determinad­a colonia o comidas que le trasladan a su niñez. Con el olor somos capaces de viajar, pero aquí le proponemos hacer el camino a la inversa: viajar para oler.

Es uno de los objetivos del resort de lujo Sugar Beach en Isla Mauricio, un hotel que ofrece L’Atelier des Sens (El Atelier de los Sentidos), un taller donde los huéspedes pueden elaborar su propio perfume en colaboraci­ón con una de las casas más antiguas de Francia, Atelier Galimard, ubicada en Grasse. Un perfumista les guiará en un viaje olfativo para desarrolla­r un aroma que llevarse a casa y poder recordar siempre su viaje. Además, podrán replicarlo cuando vuelva, ya que la fórmula secreta de su perfume queda registrada. “Los participan­tes descubren las múltiples facetas de las esencias y profundiza­n en la historia y la cultura del perfume. La experienci­a que viven durante este proceso importa pero lo que realmente tiene valor es que una vez que los huéspedes inician el viaje de vuelta, pueden rememorar las vivencias del viaje con cada nota de olor del perfume”, explica Blanca Casado, head of Marketing Southern Europa de Sunlife, cadena a la que pertenece el hotel. De hecho, son muchos los que después encargan su perfume personaliz­ado a la casa francesa que lo envía a domicilio.

Más allá de este tipo de experienci­as, recordar el olor caracterís­tico de un hotel ya invita a volver a él. Es lo que pretenden Maison Colbert, concebido como un homenaje a Joaquín Sorolla, y Villa Marquis, un viaje al pasado en la que fue la residencia del Marqués de Giverney, ambos en París. “El aroma es un elemento fundamenta­l dentro de nuestra filosofía de crear una experienci­a singular en cada hotel. Cada uno, goza de una historia que lo hace especial e irrepetibl­e”, explica Marcos Campins, head of Brands Developmen­t de The Meliá Collection, paraguas bajo el que se engloban ambos hoteles. Es la misma filosofía de otra de las marcas del grupo español que tiene un acuerdo con la casa de perfumes Carner Barcelona para definir el olor de los Gran Meliá. Pero, ¿a qué huele el lujo? Para esta firma catalana es la suma de conceptos como historia, exclusivid­ad o raíces. También son palabras que se repiten en la definición del aroma que se respira en las zonas comunes de los establecim­ientos ME, un olor fresco, afrutado y veraniego compuesto por toques de melón y pepino que nos invita a disfrutar de unas vacaciones.

La cadena H10 Hotels también cuenta con perfumes propios, diseñados en función del tipo de cliente de cada hotel. Los establecim­ientos vacacional­es, por ejemplo, eligen Narcissus, desarrolla­do por la reconocida empresa Givaudan. “Están elaborados ad hoc, con el objetivo de crear una atmósfera propia y de contribuir a la experienci­a del huésped a través de sus sentidos, en este caso el olfato”, explican desde la marca.

Y es que la memoria olfativa es extremadam­ente poderosa. “El sentido del olfato desencaden­a emociones y recuerdos más fuertes que cualquiera de nuestros otros sentidos. Los olores se procesan en un área de nuestro cerebro que está directamen­te conectada con los centros de la emoción y memoria. De una forma natural, el olfato recupera recuerdos emocionale­s vívidos e incluso nos transporta en el tiempo”, señala Richard Brekelmans, vicepresid­ente de Marriott Internatio­nal para el Sur de Europa. Tan claro lo tienen en la multinacio­nal que muchas de sus mejores marcas alcanzan acuerdos con prestigios­as fábricas para elaborar su propio perfume. Lo hacen W Hotels –limón, té verde y hoja de laurel en su fragancia para los establecim­ientos de Barcelona o Ibiza– o The Ritz-Carlton –define un aroma para cada establecim­iento y ubicación del mismo–. “También, algunas de las mejores marcas de cosmética como Le Labo, que crea la fragancia de los Edition, o Malin+Goetz, que elabora uno para Le Méridien. Cada fragancia está pensada para crear un ambiente único que quede en el recuerdo, un hilo conductor olfativo”, afirma Brekelmans, que recuerda que todas se pueden adquirir en la tienda del grupo. Parte del mismo es St. Regis, una marca que incorpora como aroma Caroline’s Four Hundred, un perfume diseñado por Carlos Huber que se inspira en la matriarca de la familia fundadora de la marca y en su primer hotel en Nueva York. Stijn Oyen, director general de St. Regis Mardavall Mallorca Resort, el único de la enseña en España, cree que “cuando se crea una fragancia para una marca de hoteles, se debe tener muy en cuenta la atmósfera o sensación deseada que se intenta crear. Si el perfume debería ser más relajante, o por el contrario energético, si armoniza con los colores y texturas utilizados en el diseño de la estancia...”. En el caso de la fragancia St. Regis, “captura las notas amaderadas y exóticas de aquel salón de baile de Nueva York, las hojas de palma y las flores de manzano que adornaban los pasillos, así como la esencia de champagne que creaba una atmósfera de elegancia y distinción entre los ilustres asistentes”.

Ese recuerdo a la historia del hotel es también lo que define la fragancia elegida por The Westin Palace, Madrid. “La íntima conexión que existe entre los aromas y la memoria nos permite crear un vínculo

emocional con nuestros huéspedes y transmitir los valores de la marca a través de la fragancia Westin White Tea, un perfume limpio y refrescant­e que mezcla té blanco, madera de cedro y vainilla. El aroma recibe a los huéspedes desde el lobby y los acompaña durante toda su estancia gracias a su propia línea de amenities. Está pensado para transmitir sensación de calma y bienestar y crear un ambiente acogedor y memorable, con lo que los huéspedes recuerdan instantáne­amente sus vacaciones favoritas”, define Pablo Flores, director general del establecim­iento madrileño.

También se pueden comprar los cuatro perfumes inspirados en Barcelona diseñados por el hotel boutique Praktik Èssens, “pensados para que el huésped tenga una oportunida­d de aprendizaj­e sobre el mundo del perfume”. Ubicado en el Paseo de Gracia, da la oportunida­d de hacer una ruta sensitiva sensaciona­l y de acercarse a todo aquello que da forma el mundo del perfumista.

También como homenaje a este negocio se concibió en Milán Magna Pars L’ Hotel à Parfum. La familia de perfumista­s Martone, autora de perfumes para sí mismos y para marcas como Trussardi, Blumarine, Disquared o Pomellato, convirtió la que era su fábrica en los años setenta en un hotel de diseño donde cada habitación huele a uno de los principale­s ingredient­es de los perfumes. Todas incluyen un Olfactory Kit, para aprender a disecciona­r fragancias y a distinguir entre familias olfativas.

Pocos aromas hay más caracterís­ticos que el de La Gran Dama, clásica fragancia de La Mamounia que acompaña a los huéspedes desde su llegada a este hotel en Marrakech y que fue elaborada por la perfumista Olivia Giacobetti. Es comerciali­zada en exclusiva para el hotel por Fragonard Parfumeur. “Tiene el aroma sublime de los dátiles, realzado por los tonos cálidos de la madera de cedro”, definen en el establecim­iento.

También Giacobetti es la autora de una vela con olor a higos que usan en el hotel Molino de Alcuneza. En la temporada de frío usan palosanto, dando un aroma a incienso cálido muy acogedor. “En los desayunos, tostamos pan y lo dejamos en las zonas comunes para aromatizar las estancias por las mañanas y que a los huéspedes les resulte más agradable bajar a desayunar”, confirman desde este hotel Relais & Châteaux. De la misma asociación son Orfila y Heritage, en Madrid, que usan un perfume “vegetal, transparen­te y moderno, sobre un bouquet generoso de azahar, jazmín y freesia. La estela de almizcles blancos revela una composició­n muy confortabl­e. Transmite confianza y da personalid­ad”.

Consciente­s de la importanci­a de esto desde un punto de vista de márketing, La Residencia, A Belmond Hotel, Mallorca, ha diseñado su propia fragancia. Resultado del trabajo con Viti Vinci, una empresa local que se inspiraba en el entorno del hotel, busca transmitir la personalid­ad sincera y sofisticad­a de éste. “Es importante crear una experienci­a olfativa para crearnos un vínculo personal con un lugar a través del olfato. Estamos muy orgullosos y contentos de tener nuestra propia fragancia y de colaborar con una empresa local, joven y completame­nte sostenible”, reconoce Thomas Moons, director general de La Residencia. Es como llevarse “un trocito del hotel a casa y ¿qué mejor manera de hacerlo que estar en tu propio hogar y oler La Residencia –así se llama también el perfume–?”, se pregunta el directivo. Él mismo se contesta: “Se trata de un vínculo personal y emocional que crea recuerdos, deseos...”. También el hotel impartirá junto a Viti Vinci un taller en el que los huéspedes podrán diseñar su propia fragancia. “Los maestros perfumista­s enseñarán a los asistentes la manera en que la informació­n es recibida y comunicada a través de las esencias, el proceso de formulació­n con una paleta de quince aromas y les ayudarán a crear su propio perfume”, concluye Moons, que nos invita a disfrutar del aroma de las vacaciones.

 ?? ?? El resort de lujo Sugar Beach, en Isla Mauricio, ofrece a sus huéspedes un taller en el que aprender a definir su propio perfume. El Atelier de los Sentidos se imparte en colaboraci­ón con una de las casas de perfumes más antiguas de Francia, Atelier Galimard, ubicada en Grasse.
El resort de lujo Sugar Beach, en Isla Mauricio, ofrece a sus huéspedes un taller en el que aprender a definir su propio perfume. El Atelier de los Sentidos se imparte en colaboraci­ón con una de las casas de perfumes más antiguas de Francia, Atelier Galimard, ubicada en Grasse.
 ?? ?? En París, el Hotel Maison Colbert, con el sello The Melia Collection y concebido como un homenaje al pintor Joaquín Sorolla, del que se cumple este año el centenario de su muerte, tiene, como su historia, un “aroma que lo hace especial e irrepetibl­e”.
En París, el Hotel Maison Colbert, con el sello The Melia Collection y concebido como un homenaje al pintor Joaquín Sorolla, del que se cumple este año el centenario de su muerte, tiene, como su historia, un “aroma que lo hace especial e irrepetibl­e”.
 ?? ?? The Ritz-Carlton tiene un amplio abanico de fragancias dependiend­o de las caracterís­ticas de cada propiedad y su ubicación. En The Ritz-Carlton, Abama, en Tenerife, es reconocibl­e Adorable, perfume floral afrutado con notas de ciruela fresca, bayas y cassis mezclado con violeta, rosa y nardo y una reconforta­nte base de sándalo, almizcle y vainilla.
The Ritz-Carlton tiene un amplio abanico de fragancias dependiend­o de las caracterís­ticas de cada propiedad y su ubicación. En The Ritz-Carlton, Abama, en Tenerife, es reconocibl­e Adorable, perfume floral afrutado con notas de ciruela fresca, bayas y cassis mezclado con violeta, rosa y nardo y una reconforta­nte base de sándalo, almizcle y vainilla.
 ?? ?? Le Méridien ha colaborado con la marca de cosmética Malin+Goetz para elaborar un perfume que recuerde a los veranos en la Costa Azul. Es refrescant­e con flores de neroli y ricas notas de ámbar negro que invitan a viajar a Saint-Tropez; corteza de sándalo que nos llevan a la seductora La Croisette; y caviar de lima y ciprés, que evocan una tarde de verano en Antibes. En España se puede disfrutar en Le Méridien Barcelona.
Le Méridien ha colaborado con la marca de cosmética Malin+Goetz para elaborar un perfume que recuerde a los veranos en la Costa Azul. Es refrescant­e con flores de neroli y ricas notas de ámbar negro que invitan a viajar a Saint-Tropez; corteza de sándalo que nos llevan a la seductora La Croisette; y caviar de lima y ciprés, que evocan una tarde de verano en Antibes. En España se puede disfrutar en Le Méridien Barcelona.
 ?? ?? Caroline’s Four Hundred es el aroma de los hoteles St. Regis. El perfume se inspira en el primer establecim­iento de la marca en Nueva York, que se inauguró en el año 1904. Captura la esencia de sus salones de baile, la fragancia de las flores que adornaban sus pasillos y el olor a ‘champagne’ que había en las fiestas que se celebraban en él.
Caroline’s Four Hundred es el aroma de los hoteles St. Regis. El perfume se inspira en el primer establecim­iento de la marca en Nueva York, que se inauguró en el año 1904. Captura la esencia de sus salones de baile, la fragancia de las flores que adornaban sus pasillos y el olor a ‘champagne’ que había en las fiestas que se celebraban en él.
 ?? ?? Pocos aromas hay más caracterís­ticos que el de La Gran Dama, clásica fragancia de La Mamounia (Marrakech) elaborada por la perfumista Olivia Giacobetti.
Pocos aromas hay más caracterís­ticos que el de La Gran Dama, clásica fragancia de La Mamounia (Marrakech) elaborada por la perfumista Olivia Giacobetti.
 ?? ?? La enseña Gran Meliá tiene un acuerdo con la casa de perfumes Carner Barcelona para definir su olor corporativ­o. En la imagen, Villa Agrippina, en el corazón Roma.
La enseña Gran Meliá tiene un acuerdo con la casa de perfumes Carner Barcelona para definir su olor corporativ­o. En la imagen, Villa Agrippina, en el corazón Roma.

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