Junts deja otra vez a Sánchez sin mayoría y tumba la ley del alquiler temporal
Los siete diputados catalanes cambian por sorpresa su voto en el último momento
Junts exhibió la fuerza de sus siete diputados en el Congreso e hizo descarrilar por sorpresa la mayoría parlamentaria que sostiene a Pedro Sánchez esta legislatura. El partido independentista había anunciado que se abstendría ayer a la ley de alquiler temporal provocando una votación ajustadísima que obligó a todos los miembros del Gobierno a acudir a votar, pese a que algunos de ellos como Pedro Sánchez o Yolanda Díaz no lo tenían previsto. Pero los independentistas cambiaron su voto dos minutos antes de la votación y tumbaron la tramitación de la norma, que había presentado el socio minoritario del Gobierno, Sumar, junto a otros socios de investidura (Podemos, ERC y Bildu).
El resultado previsto en un primer momento, contando con la abstención de los independentistas, era de 172 votos a favor y 171 en contra. Todos los diputados se movilizaron para acudir a votar poco antes de las nueve de la noche. La vicepresidenta segunda acudió a la Cámara con su hija. Junts había trasladado tanto a Sumar como a Moncloa que permitiría con su voto la tramitación de la ley de alquiler temporal, que buscaba desincentivar este tipo de arrendamientos para promover el alquiler a largo plazo.
Pero, ya con Sánchez sentado en su escaño, Junts les informó de que cambiaba su voto hacia el no, uniendo sus votos a PP, Vox y UPN y resultando la votación final con 178 votos en contra y 172 a favor. Un movimiento que fue una demostración de su peso parlamentario y toda una amenaza al Gobierno de coalición. Los siete votos de Junts se apartan de la mayoría de investidura una vez más, tras el boicot emprendido por los posconvergentes a raíz del pacto que sellaron en su momento PSOE y ERC para investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat catalana.
Sumar, el impulsor de la norma, acusa al partido de Puigdemont de incumplir su palabra
Malestar entre los socios
En las filas socialistas hay sorpresa por el giro de guion de Junts. No es la primera vez que el partido de Carles Puigdemont hace evidente la necesidad de Sánchez de contar con sus apoyos, pero sí ha sido la ocasión que más lejos ha llevado su órdago. En julio, Junts trasladó al Gobierno que permitiría aprobar la senda de déficit que después tumbó en el
Congreso. Unió después sus votos al PP para tumbar la ley de extranjería y la semana pasada volvió a abandonar a mayoría de investidura para permitir que el Congreso reconociera a Edmundo González como presidente electo de Venezuela.
En esta ocasión, por el cariz de la norma y el cambio de última hora ha sentado especialmente mal, sobre todo en Sumar, el impulsor de la norma. Los ánimos estaban caldeados al concluir la sesión parlamentaria. «No tienen palabra, nos han engañado», defendían diputados de Sumar. «Han hecho venir al presidente del Gobierno para esto», resumían. El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, acusó a Junts de incumplir su palabra. «Teníamos acuerdo con los grupos parlamentarios y los números para acabar con los abusos en el alquiler de temporada. (...) Junts incumple su palabra y elige a los especuladores», denunció en redes. Otro de los socios en cargar contra Junts fue ERC, que le acusó de ir «en contra de la gente y de garantizar una vida digna». «No es normal que un grupo que se llama socialdemócrata no vea la emergencia habitacional. Esto va de dinero, de quién manda, es evidente que son ellos», defendió la diputada republicana Pilar Vallugera.
Desde Junts defendían su posición, asegurando que la ley de alquiler temporal era «infumable» y asegurando que tras escuchar el debate, que había concluido cuatro horas antes de la votación, se había decidido la posición. Sobre por qué esperar hasta el último minuto para anunciar su voto definitivo, fuentes de la dirección parlamentaria de Junts aseguraban que «el partido está en Cataluña» y que la formación «debate», tratando así de justificar su cambio de posición.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, argumentó que la abstención de Junts en un primer momento impedía que la norma se tramitara y que habían sido «otros partidos», en referencia al PNV, que finalmente apoyó la medida, los que habían «cambiado» el escenario. «Junts no será el partido que facilite una ley que invade competencias a Cataluña. Saben que es una línea roja», defendió Turull en un mensaje en las redes sociales.
Ya durante el debate parlamentario, Junts exhibió una extrema dureza hacia la proposición de ley, y su diputada Marta Madrenas afirmó que solo empeora la situación y que «son propuestas populistas que dan esperanzas pero que acaban provocando que cada vez haya menos pisos de alquiler».
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