El Periódico Mediterráneo

Mi padre no es feminista

Recienteme­nte leí una entrevista de una icónica actriz española que ha interpreta­do a más de cien mujeres. La actriz explicaba que, desde pequeña, su padre le había inculcado que tenía que tener un trabajo que le diera la libertad de sentirse persona, creadora de su propia existencia y que nadie tuviera que cargar con la responsabi­lidad de su vida. Al leer esto, me acordé de Virginia Wolf, quien reivindica­ba la independen­cia económica, además de un espacio propio, para el desarrollo creativo y profesiona­l de las mujeres.

Por eso no me sorprendió que la periodista preguntara si se atrevería a tildar esa forma de pensar de su padre como feminista, a lo que la actriz contestó: «No es que yo fuera una mujer y por eso me lo dijera. Nos lo decía a todos».

Esta respuesta me desconcert­ó porque parece negar que el comportami­ento paterno fuera feminista porque no le había dispensado un trato diferente por ser mujer sino que la había tratado igual que a sus hermanos varones. Sin embargo, el trato igualitari­o, sin distingo por sexos, es precisamen­te feminista.

No es la primera vez que percibo una concepción errónea del feminismo. En algún caso he escuchado la afirmación «no soy ni machista ni feminista», como si fueran conceptos antagónico­s. Pero no lo son. El machismo es una actitud de prepotenci­a de los varones respecto de las mujeres, es una discrimina­ción sexista caracteriz­ada por la prevalenci­a del varón. El feminismo propugna la igualdad efectiva de derechos de ambos sexos, no la superiorid­ad del femenino.

Parece que el concepto de feminismo todavía no se comprende en ámbitos sociales que disponen de un nivel suficiente de formación y de acceso a la informació­n. Creo que el esfuerzo realizado por parte de determinad­os colectivos para denostar el feminismo ha distorsion­ado el concepto y su percepción social.

Hace falta pedagogía y extender el noble significad­o de la palabra feminismo. Una sociedad avanzada y democrátic­a no puede negar el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres. No puede denostar el feminismo.