La Comunitat encadena 22 años con menos financiación que la media estatal
Fedea certifica que la valenciana es la autonomía más perjudicada desde 2002: es la única que nunca ha recibido recursos al nivel que el resto, mientras siete territorios siempre han estado por encima
Nuevo informe de Fedea sobre financiación autonómica, mismas conclusiones: la Comunitat Valenciana es la gran perjudicada del mecanismo de reparto, tanto el que deriva del modelo actual (vigente desde 2009 y caducado desde 2014) como del anterior, aprobado en 2002. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada publicó ayer un estudio sobre balanzas fiscales y «algunas cuestiones relacionadas», como el Sistema de Financiación Autonómica (SFA).
En ese análisis, elaborado por el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente, se constata una vez más la infrafinanciación crónica con la que han tenido que lidiar todos los gobiernos de la Generalitat desde inicios de siglo. Fedea aporta más argumentos a la causa valenciana, al poner la lupa en la evolución de los ingresos recibidos del SFA durante estos 22 años.
Y la conclusión es clara: la Comunitat Valenciana es el único territorio que ha recibido recursos por habitante ajustado por debajo de la media del país en cada uno de esos años. Todos. Sobre una base 100, que sería la media de recursos por persona que ha repartido el sistema en estas dos décadas, los valencianos se quedan en un 92,4. Casi un 8% menos de recursos durante la serie histórica.
De la Fuente lo explica con un gráfico muy evidente, en el que se muestra la financiación por habitante ajustado de cada comunidad desde 2002. La media valenciana queda en ese 92,4, la peor de todo el Estado. Pero además incorpora dos líneas que marcan el techo y el suelo de los recursos ingresados en este lapso temporal. Y la valenciana no llega a tocar -ni se acerca- el 100 (la media) en ningún momento. Dicho de otra forma, ha estado infrafinanciada todos y cada uno de los ejercicios.
La mejor financiación que ha recibido en un año ronda el 97, unos tres puntos por debajo que el conjunto nacional. Ese es el suelo de Cataluña, por contextualizar. Todas las demás, incluso Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha (los otros tres territorios perjudicados por el modelo), han alcanzado la media en algún momento.
Asimismo, se desprende que otras siete comunidades nunca han recibido recursos por habitante ajustado por debajo de la media: Galicia, Asturias, Aragón, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Cantabria. Son las conocidas como el frente norte y las que más recelan de alterar los criterios de ponderación de la población ajustada, la gran caja de pandora de la reforma pendiente. Cantabria es la mejor tratada por el modelo, según evidencia el estudio de Fedea, y acumula casi un 30% más de financiación que la Comunitat Valenciana en este tiempo.
El organismo pone el foco en esa brecha concreta entre ambas comunidades y lo vincula con la «elevada desigualdad del reparto de recursos» y el «alto grado de arbitrariedad» del sistema. Y avisa que ese trato tan diferenciado «puede generar diferencias importantes en la calidad de los servicios públicos de competencia autonómica», como Sanidad, Educación y Servicios Sociales.
De hecho, los cálculos que maneja el actual Consell apuntan a que los gobiernos valencianos, fruto de esos menores recursos que le son transferidos, tiene que destinar el 93% de sus ingresos del sistema a esos tres pilares del Estado del bienestar para llegar al mismo nivel de prestaciones que el resto de españoles, cuando el promedio se sitúa en el 82%.
Con todo lo anterior, el director de Fedea concluye que el sistema de financiación «viola sistemáticamente lo que se denomina el principio de ordinalidad», que traduce como «la muy razonable restricción que permite que el sistema reduzca (hasta cero, si así se desea) las diferencias de partida entre comunidades». Y vuelve a urgir a abordar la reforma del sistema para «revertir esta situación» y «garantizar un reparto más igualitario», lo que «debería ser una de las prioridades».
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