Agricultores sospechan de la presencia en Castellón de la nueva y voraz plaga citrícola
La Unió detecta en parcelas de Vila-real daños compatibles con el trip sudafricano y pide a conselleria que realice prospecciones con urgencia
Podía suceder y es muy probable que ya haya ocurrido. La presencia confirmada la semana pasada de la nueva y peligrosa plaga Scirtothrips aurantii, también conocida como trip sudafricano, en varias fincas citrícolas de Alicante y Valencia encendió las alertas de los agricultores de Castellón y la novedad ahora es que a pie de campo existe la sospecha de que este insecto ya está en la provincia, en concreto, en varias fincas de la comarca de la Plana Baixa.
Al igual que sucedió hace un mes en Alicante y Valencia, la voz de alarma la ha dado la Unió Llauradora i Ramadera. Esta organización agraria ha detectado en varias fincas de Vila-real naranjas y mandarinas con daños en la piel mucho mayores que los que suelen provocar los insectos pequeños presentes en la provincia desde hace años. «Los trips que tenemos en Castellón también atacan la fruta, pero con mucha menos virulencia que lo que acabamos detectar en el campo. Hemos visto daños muy agresivos y, aunque hay que ser cautelosos, es probable que se trate de la plaga Scirtothrips aurantii », explica Carles Peris, secretario general de la Unió.
La sospecha de que el voraz trip sudafricano está presente ya en Castellón es más que fundada y la Unió ya ha solicitado al departamento de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Agricultura que realice prospecciones para verificar si se trata o no de esta nueva plaga. «Todo apunta a que la semana que viene se realizarán estos análisis y, si finalmente se confirma, esta nueva plaga habrá entrado en la provincia», añade Peris.
Originario de países como Sudáfrica y Yemen, el Scirtothrips aurantii llegó a España en noviembre del 2020, cuando se detectó en fincas citrícolas de varios municipios de Huelva. Desde allí saltó a zonas productoras de Sevilla y también del sur de Portugal, sin que el plan de contingencia puesto en marcha por el Ministerio de Agricultura en febrero del 2021 haya servido para controlar la plaga.
Este insecto, del orden de los Tisanópteros y familia Thripida, ataca sobre todo a la naranja cuando aún es pequeña. Le ocasiona una amplia cicatriz alrededor del pedúnculo que se va ensanchando conforme crece el fruto hasta que, finalmente, queda sin valor comercial, por lo que las pérdidas económicas que provoca se cuentan por millones. Además de a la naranja, este insecto diminuto afecta a más de 70 especies vegetales, entre ellas producciones de aguacate, uva, granada o caqui .
Tras confirmarse, a principios de este mismo mes, la presencia de esta plaga en varias comarcas de Alicante y València, la Generalitat adoptó medidas para su control y erradicación. Así, y en las fincas afectadas, ordenó la realización de tratamientos fitosanitarios, además de la instalación de trampas adhesivas cromotrópicas y la limpieza de herramientas, maquinaria y vehículos utilizados en esas parcelas infectadas.
En el resto del territorio valenciano no afectado (ahí incluía a Castellón), la conselleria estableció la obligatoriedad de realizar prospecciones. Y eso es, precisamente, lo que ha hecho la Unió en los últimos días, aunque finalmente será Agricultura la que confirme o descarte la presencia en la provincia de esta nueva plaga.
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