Chequeo a la economía
El impacto de los altos costes energéticos y la disminución de demanda en sectores claves como el azulejo siguen generando un ambiente de pesimismo en el tejido económico castellonense, a tenor del análisis que ha hecho público el Consejo General de Colegios de Economistas en el que se pone de manifiesto que, debido a estas circunstancias, los testimonios recogidos en la provincia son, a día de hoy, los más pesimistas de toda la comunidad autónoma si hablamos del momento económico que vivimos. Sin embargo, este estudio sí detecta un atisbo de esperanza para la segunda mitad del año, donde se espera una mejoría.
La encuesta, que evalúa la evolución económica y las perspectivas futuras, revela un panorama actual lleno de sombras que no alivia ni el buen comportamiento que está teniendo estos últimos meses el mercado laboral. Así, de los economistas encuestados en la provincia, casi el 31% cree que la situación ha empeorado respecto al año anterior. Esta cifra es significativamente más alta que el 21% registrado a nivel autonómico.
A pesar del pesimismo actual, las expectativas para el próximo semestre son algo más alentadoras. Más de la mitad de los economistas de Castellón cree que la situación mejorará, aunque este optimismo sigue siendo más moderado que en Valencia y Alicante.
Por otro lado, las preocupaciones económicas de los encuestados han cambiado en los últimos seis meses. La inflación, que anteriormente era el principal problema para más del 70% de los economistas, ahora ha caído a la cuarta posición, siendo señalada por el 39%. La principal preocupación actual viene dada ahora por la inadecuada dimensión o estructura de las empresas, seguida por el déficit de infraestructuras y comunicaciones y los costes laborales. En Castellón, estos problemas vuelven a manifestarse con total virulencia en la industria cerámica, que sigue experimentando una caída en los pedidos y no ha visto esa recuperación que ven otros sectores a lo largo de este primer semestre del año. También resulta llamativo en este chequeo que se haya colado, entre las principales preocupaciones, la escasez de agua, que es una preocupación creciente debido a que buena parte de la provincia atraviesa una delicada situación de emergencia debido a la sequía.
También preocupa la infrafinanciación autonómica, la desindustrialización, la burocracia, el endeudamiento, la falta de competitividad y la necesidad de mejorar la formación y capacitación de los recursos humanos. Además, se propone para el sector de la vivienda una legislación que ofrezca más seguridad jurídica, lo que podría mejorar el acceso al alquiler durante todo el año.
El cuadro económico actual que dibujan los economistas castellonenses viene repleto de sombras motivadas por la inflación y la baja demanda en sectores clave, sin embargo, crece un moderado optimismo a corto plazo, esperando que las condiciones mejoren y que esa tensión que tanto preocupa hoy pueda dar un pronto respiro. De momento, resulta necesario extender la confianza, como pieza clave de la economía, para afrontar los desafíos que son numerosos y complejos, desde la estructura empresarial hasta las infraestructuras y el mercado laboral, además de los retos de transformación energética que tenemos por delante. Si se toman medidas para restaurar esa confianza será un buen punto de partida para avanzar hacia una recuperación económica sostenida.