Un clan de 25 narcos de Castellón acepta un total de 60 años de cárcel
Se dedicaban al tráfico de heroína, cocaína y cannabis en Castelló y Almassora
Blindaban sus seis casas-búnker para dificultar los registros y poder tirar la droga
Los 25 acusados que ayer debían sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Castellón en un macrojuicio por tráfico de drogas, que iba a prolongarse durante nada menos que 11 jornadas, alcanzaron un acuerdo con el fiscal antidroga in extremis. Aunque la vista estaba prevista para las 10.00 horas, los abogados defensores fueron llamados uno a uno para hablar con el Ministerio Fiscal y, finalmente, a última hora de la mañana todos los acusados reconocieron los hechos y aceptaron un total de 60 años de prisión.
Algunos de los ya condenados (han asumido penas de entre un año y diez meses y cuatro años y medio de cárcel) son residentes en Almassora, mientras que otros lo son de Extramuros de Poniente, en el Grau. Según reconocieron en el acuerdo de conformidad firmado este lunes, en el año 2018 varios de los integrantes del clan adquirieron en Gandía una partida de heroína que posteriormente sería incautada por la policía. La misma tenía un peso de 238 gramos y un precio superior a 14.500 euros de venta en gramos.
Tres meses después, el mismo clan intentó repetir la operación y regresó a Gandía, adquiriendo 150 gramos de heroína, pero siendo nuevamente interceptados a la altura de les Alqueries.
En enero del 2019, otra miembro de la organización fue arrestada en la CS-22, en una rotonda de entrada a Castelló. En el interior de un hipopótamo de peluche que llevaba en su coche se hallaron 50 gramos de cocaína, que había comprado a otra de las condenadas en Extramuros.
En el mismo mes de enero, otro integrante de la red fue interceptado en les Alqueries después de comprar 60 gramos de cocaína, de nuevo en el Grau de Castelló.
En el marco de la investigación policial se registraron seis vivien
das de los narcotraficantes, sitas cuatro de ellas en Almassora, una en Extramuros de Poniente y otra, en la avenida del Mar de Castelló.
En los mismos se encontraron dinero en efectivo, diversas cantidades de droga, anotaciones y teléfonos móviles. Cabe destacar, como señala el acuerdo de conformidad, que las viviendas contaban con fuertes medidas de seguridad
destinadas a dificultar la acción policial, llegando a tener hasta barras de acero cruzadas tras las puertas y rejas en todas las ventanas.
También requisaron varias armas blancas, una porra con chinchetas incrustadas, dagas árabes, sables, enseres para el cultivo de marihuana y para el pesaje y embajale de cocaína y heroína.
Cabe incidir en que el clan
también se dedicaba al cultivo de marihuana en una vivienda de la calle Juan de Austria de Almassora. En esa casa se incautaron de casi seis kilos de dicha droga y descubrieron que los moradores estaban enganchados a la luz.
En cuatro de los condenados concurre la agravante de reincidencia y todos ellos deben pagar un total de 457.000 euros.