Llegó la hora de pagar para Trump
Si durante mañana el expresidente y candidato republicano no deposita una fianza de 454 millones por su condena en un caso civil de fraude podrían embargarle bienes inmobiliarios
La Torre Trump es mía!». «Mensaje para Letitia James: ¡Mantén tus sucias manos lejos de la Torre Trump!». Esos son varios de los títulos en los mensajes que en los últimos días ha estado enviando Donald Trump pidiendo a «un millón de patriotas» que hagan una donación a la campaña electoral con la que intenta volver a la presidencia de Estados Unidos.
Hay una explicación sencilla del por qué la ráfaga de mayúsculas y exclamaciones ha ido ganando en intensidad, tanto en esos mensajes buscando contribuciones como en los que en las últimas horas ha estado colgando en Truth Social, su red social. Mañana el expresidente y candidato republicano de facto para noviembre debe depositar en Nueva York 454 millones de dólares para cubrir la condena por fraude empresarial que le impuso en febrero en un caso civil en Nueva York el juez Arthur Engoron.
Aunque Trump ha apelado esa condena, debe hacer ese desembolso mientras se resuelve su recurso, bien con un cheque propio o, lo que es más habitual, a través de la garantía presentada por una empresa especializada en fianzas. Si no lo deposita, James, la fiscal
neoyorquina que abrió el caso contra él, podría empezar a congelar sus cuentas bancarias o incluso a embargar sus bienes inmobiliarios particulares.
En los cuatro casos penales que enfrenta, Trump ha tenido éxito hasta ahora en su estrategia de retrasar. En este, no. El pasado lunes los abogados de Trump dijeron ante el tribunal de apelaciones que era «prácticamente imposible» conseguir los fondos. Explicaron que habían consultado con más de 30 empresas especializadas en este tipo de operaciones, pero ninguna aceptó.
Para hacerse cargo de una cantidad así lo normal es que esas compañías exijan garantías en efectivo o en activos como acciones que pueden convertirse rápidamente en liquidez. Pero la mayoría de la fortuna de Trump, va
lorada en octubre por Forbes en 2.600 millones de dólares, está en activos inmobiliarios. Y aunque este viernes esa fortuna crecía sobre el papel en más de 3.000 millones de dólares al autorizarse una fusión que permitirá a la empresa que creó para lanzar su red social salir a bolsa, esa ganancia aún tiene que materializarse, y puede tardar meses en hacerlo.
Un problema añadido de Trump para garantizarse un avalista es que parte de su dinero y sus acciones ya los tuvo que dedicar este mes a conseguir otra fianza: la de 91 millones de dólares (posiblemente más de 100 si se cuenta la comisión que le cobra la aseguradora) con la que tuvo que cubrir la multa por haber difamado a E. Jean Carroll, la mujer que le acusó de violación. Esa condena también la tiene recurrida.