Cientos de vecinos se congregan en la ‘muntanyeta’ de la Vall por Sant Antoni
En el mismo entorno natural se organizó el Cremaet Rock Vallero y la romería a la ermita La explanada frente al templo fue los dos días el escenario para diversidad de actos
La Associació Cultural Ermita de Sant Antoni de la Vall d’Uixó ha logrado este fin de semana su objetivo: preservar las tradiciones vinculadas con la festividad del titular de la pequeña iglesia que les da nombre y ampliar la oferta de actividades para atraer a un público diverso y con gustos distintos.
El reto no era pequeño. La primera de sus propuestas estaba programada el sábado a la misma hora que el pasacalle de bendición de los animales. El Cremaet Rock Vallero proponía asistir a un pequeño festival musical con unas excepcionales vistas de las ciudad, las que ofrece la explanada que da acceso a la ermita, y lo cierto es que acertaron, porque ambas actividades van dirigidas a públicos distintos y ambas tuvieron una respuesta muy destacada.
De este modo, la Vall d’Uixó ha demostrado, una vez más, que la tradición no está reñida con iniciativas novedosas que vienen a enriquecer las programaciones pero, sobre todo, logran atraer a gente distinta a la que, hasta la fecha, participaba en los actos habituales: el pasacalle y la romería.
El valor añadido de esta programación es que está organizada por dos asociaciones del municipio, por lo que la implicación social es una garantía de perdurabilidad a lo largo del tiempo, en es
pecial si, como ha sucedido este fin de semana, consiguen arrastrar a tantas personas.
COMPLEMENTOS CULTURALES Los actos citados no han sido los únicos de la fiesta de este año. El 12 de enero se organizó una conferencia sobre Les temptacions de Sant An
toni, a cargo de Josep Maria Ortiz. El sábado, también se pudo visitar una exposición de fotografías, del Col·lecti F4, sobre la celebración.
Vicent Fas, presidente de la asociación, explicó que, a excepción de la conferencia, el resto de actos iban a realizarse en la explanada de la ermita, «porque es el lugar
donde deben hacerse, lo tenemos claro». Sobre el festival musical reconoció que «si lo hubiéramos hecho en la plaça del Mercat seguramente habría sido multitudinario, pero no era esa la idea». Subir hasta la ermita para disfrutar de las actuaciones fue el doble premio que se llevó el público.