La reunión entre los agricultores y Planas no frena las movilizaciones
El ministro se compromete a “identificar qué cargas burocráticas se pueden reducir”
Los agricultores mantendrán las movilizaciones para pedir mejoras en el campo a pesar de la reunión que mantuvieron ayer las principales asociaciones agrarias (Asaja, COAG y UPA) con el ministro de Agricultura, Luis Planas. Las protestas, cuyo calendario se concretará en los próximos días, se llevarán a cabo si el Gobierno no adopta medidas concretas para reducir las cargas burocráticas y garantizar que se cubren los costes de producción, entre otras demandas del sector. El ministro calificó la reunión de positiva, aunque los agricultores dejaron claro que el diálogo debe traducirse en resultados reales.
El tono de los líderes sindicales no fue precisamente optimista. José Manuel Cebollada, vicepresidente de Asaja, recalcó que “durante la semana que viene el sector reivindicará sus puestos de trabajo” con las marchas que se extenderán “por todo el territorio nacional y que, de hecho, ya han empezado estos días”. “El campo se tiene que hacer notar, tenemos elecciones europeas pronto y vive en una tormenta perfecta, con sequía, precios y una política europea que prima más la protección del medio ambiente que los derechos de los agricultores y ganaderos”, zanjó Cebollada.
Miguel Padilla, secretario general de COAG, por otro lado, señaló que “hay una gran parte de la ley europea que está hecha a espaldas del sector, comenzando con el tema de la asfixia normativa”. El titular del sindicato también demandó una ampliación de los seguros agrarios para que cubran los daños que ha supuesto la sequía para algunas regiones del país. La vicepresidenta de la Upa, Montserrat Cortiñas, insistió en que las marchas desistirán en cuanto tengan “medidas concretas que vuelvan a hacer de la política agraria una herramienta que beneficie a los trabajadores del campo”.
“Vamos a trabajar en conjunto para identificar qué elementos burocráticos son reducibles”, contestó el ministro de Agricultura con respecto a la petición de aliviar la carga administrativa de la Política Agraria Común (PAC). También se pronunció sobre los acuerdos comerciales y defendió que la balanza comercial alimentaria era hasta el año 2000 negativa y que se ha dado la vuelta a esa situación. Desde la sede del ministerio, en Madrid, aseguró que hay que realizar “un seguimiento para ver que se cumplen con los volúmenes y las condiciones requeridas para que los productos accedan al mercado europeo”.
Sobre la Ley de la Cadena Alimentaria —la normativa con la que, entre otras cosas, se intenta evitar ventas por debajo del precio de mercado, algo que los agricultores denuncian que no se cumple—, insistió en que España ha mejorado las inspecciones. Esta ley entró en vigor a finales de diciembre de 2021 y hasta finales de 2023 el ministerio había impuesto 161 penalizaciones que superan en conjunto el medio millón de euros. Planas remarcó que todos los afectados pueden presentar denuncias si detectan irregularidades.
El ministro de Agricultura se mostró crítico, no obstante, con el manejo de la situación desde Bruselas. “Si estamos aquí es porque la Comisión Europea no ha sido capaz hasta ahora de un diálogo con el sector”. También cuestionó el apoyo para ratificar las exigencias de la PAC sobre el barbecho para la protección del medio ambiente: “Solo vamos a apoyar una propuesta que esté en línea con los intereses nacionales de España”. Preguntado por el desarrollo de las protestas en Francia que afectan el paso de carga desde la Península, el ministro reveló que su homólogo francés le ha enviado una carta de disculpas por dicha situación, en la que agricultores franceses, además de bloquear el paso de producción desde España, habían destruido cargas con alimentos.
La reunión entre el titular de Agricultura con los sindicatos se convocó el miércoles, después de que el Ejecutivo aceptase dialogar con los representantes del sector para escuchar sus demandas. Los trabajadores del campo reclaman que se revise la actual Política Agraria Común, porque consideran que perjudica al rendimiento y la productividad de las cosechas. Además, piden que se refuercen los controles en torno a la Ley de Cadena Alimentaria, que prohíbe vender productos a pérdidas. Fuera del edificio del ministerio también se podía observar a un reducto del sindicato de la Unión de Uniones que, con banderas verdes en mano, manifestaba su descontento por no haber sido invitado al encuentro. “Asaja, UPA y COAG son representativas porque el ministro lo dice, no porque ningún agricultor les haya votado“, reclamó Luis Cortés, coordinador estatal de este sindicato.
Las primeras concentraciones ocurrieron el mismo día en el que tres de los cuatro sindicatos mayoritarios anunciaron que volverían a las calles. Sin embargo, el jueves, al margen de lo planificado por las organizaciones profesionales, se podían observar las primeras hileras de tractores recorriendo Zamora. Insisten en que los precios a los que venden se han estancado. Una imagen parecida se producía en Sevilla, aunque la consigna era otra: el campo onubense denuncia la necesidad de infraestructuras hídricas para abastecer al sector.
Las organizaciones piden que el diálogo se traduzca en resultados reales
“La ley europea está hecha a espaldas del sector”, opina un sindicato