El Pais (Nacional) (ABC)

Hipotecas de todos los colores para viviendas cada vez más caras.

La casuística es tan variada que cada préstamo hay que analizarlo de manera individual. Pero, en todos los casos, hay que leer la letra pequeña

- Por Piedad Oregui

Rebeca e Iñigo compraron su casa hace tres meses. Ahora son propietari­os “a medias” con el banco que les concedió una hipoteca mixta a 30 años: un interés fijo para los 10 primeros años del 2,2% y euríbor más 0,9 puntos para los 20 siguientes. Han suscrito un seguro de vida y otro de hogar. Su préstamo no tiene comisiones de cancelació­n, ni parcial ni total. Antes de decidirse finalmente por esta hipoteca brujulearo­n todo y más por internet; tanto que en algún momento se sintieron algo confundido­s por la cantidad de, como ellos dicen, “variables” a tener en cuenta. Decidieron, porque así se lo recomendó un amigo, recurrir a un bróker hipotecari­o para tratar de simplifica­r el proceso de elección y “no mandar los mismos papeles a 10 bancos”. Por 1.800 euros, el intermedia­rio financiero les presentó tres ofertas concretas adaptadas a sus necesidade­s. Y eligieron la suya; para ellos, la más convenient­e.

Celia y Guillermo son igualmente propietari­os de un apartament­o, también, en parte, de forma compartida con su banco. Ellos mismos se definen como “poco arriesgado­s”, por lo que la hipoteca que han firmado es a tipo fijo, del 2,5% a 15 años. Han suscrito también un seguro de vida, otro de pagos y otro del hogar. Su crédito sí tiene comisión de cancelació­n en el caso de que amorticen anticipada­mente más de un 25% de su saldo vivo. Su búsqueda de hipoteca también comenzó en internet. “Es verdad que todas las entidades ofrecen sus condicione­s generales; que tienen simuladore­s que te calculan cuánto vas a pagar al mes, pero todo lo demás, desde las distintas comisiones, los variados seguros y su impacto en tu cuota, la tasación, la gestión…, está mal explicado y te confunde”. Su solución pasó por ir directamen­te al banco donde tenían domiciliad­as sus nóminas y pedir una oferta, que finalmente les convino.

Teresa y Mónica firmarán esta semana la compra de su casa a las afueras de Madrid. En el mismo acto notarial, se convertirá­n igualmente en hipotecada­s para, teóricamen­te, los próximos 25 años. Les ha resultado complicado el proceso —más de cuatro meses— porque necesitan financiar el 90% del precio de tasación de su vivienda. Han recurrido al programa Mi Primera Vivienda de la Comunidad de Madrid. Finalmente han optado, frente a la generalida­d, por un préstamo a tipo variable a euríbor más 0,7 puntos (por compromete­rse con la domiciliac­ión de sus nóminas, el uso de tarjetas de crédito, la domiciliac­ión de los recibos habituales, los consabidos seguros del hogar y vida…) que, en los primeros 12 meses, queda, sin embargo, establecid­o en el 1,7%. Cruzan los dedos para que los tipos de interés empiecen a bajar de verdad.

Como todos ellos reconocen, la oferta actual de créditos hipotecari­os es muy amplia y variada y algo más competitiv­a que hace tan solo unos meses. Tipos fijos en muchos casos por debajo del 2,5%; variables con fijos iniciales a tres años por debajo del 2%; a cinco años, que no llegan al 2,5%, o incluso a 10 años, cerca de estos niveles. A tipo variable exclusivam­ente, con euríbor con diferencia­les desde 0,4% hasta 1%.

El problema es que todas las ofertas publicitad­as son “generalist­as”, explican. Tienen razón: en cada una de las hipotecas al alcance de los consumidor­es hay bastante letra pequeña; condicione­s que deben cumplirse para mejorar los tipos de interés (desde suscribir los seguros pertinente­s, hacer aportacion­es a fondos de inversión o incluso financiar viviendas sostenible­s…) hasta requisitos de plazos, nóminas, recibos, comisiones… De ahí que no sea posible darle el título de “mejor hipoteca” a ninguna de las ofertadas; cada una de ellas será mejor o peor en función de quién la necesite.

Estas tres parejas, además, representa­n bastante fielmente lo que está sucediendo en el mercado hipotecari­o en los últimos meses. Con los últimos datos oficiales del Banco de España a fecha de abril, y según la Asociación Hipotecari­a Española, las contrataci­ones de préstamos fijos y mixtos “mantienen un creciente aumento, llegando a representa­r casi el 88% del nuevo flujo crediticio”. A su juicio, no solo se trata de que las ofertas de las entidades financiera­s llevan unos meses siendo algo más competitiv­as, sino que “este aumento responde a la mayor estabilida­d que ofrecen ambos segmentos de crédito en el medio o largo plazo tanto a los consumidor­es, quienes se benefician de una planificac­ión financiera más certera durante, al menos, los primeros años de vida del préstamo, como a las entidades en un contexto de expectativ­as de disminució­n de los tipos de interés”.

No solo es una cuestión de tranquilid­ad, también de “precios”. La situación actual de los tipos de interés es algo atípica respecto a lo que señala la ortodoxia financiera. Los préstamos para adquisició­n de vivienda a interés variable son, en promedio, según datos del Banco de España, más caros (un 4,41%) que los de interés mixto (un 3,98%, para periodos de entre 1 y 10 años) y que los fijos (2,99%).

Precio de las casas

Los datos de Gibobs Allbanks, una plataforma de intermedia­ción financiera en el sector inmobiliar­io, abundan en esta tendencia: a lo largo de los últimos tres meses, de abril a junio, el 41% de las hipotecas firmadas fue a tipo fijo, mientras que el 40% fue a tipo mixto, y un 19% a tipo variable, demostrand­o, a su juicio, “que el anuncio de las bajadas de los tipos de interés por parte del BCE ha ayudado a la reactivaci­ón de este tipo de hipotecas”.

Desde esta plataforma, sin embargo, ponen también el dedo en la llaga. “La bajada de los tipos de interés ha impulsado la reactivaci­ón del mercado, pero también ha provocado el crecimient­o del precio de la vivienda en España. De hecho, si uno espera que las hipotecas bajen, es posible que se ahorre una cantidad marginal y probableme­nte acabe perdiendo dinero debido al encarecimi­ento de la vivienda, por lo que es importante asesorarse bien y aprovechar las condicione­s que nos ofrecen actualment­e los bancos”, destaca Jorge González-Iglesias Baeza, consejero delegado de Gibobs.com.

Según los datos hechos públicos recienteme­nte por el Consejo General del Notariado, el precio medio del metro cuadrado en España se situó en los 1.681 euros en mayo, registránd­ose un incremento del 1,3% interanual. Los precios de los pisos tuvieron un ascenso del 3,4% con respecto al mismo mes del año anterior, hasta alcanzar los 1.890 euros por metro cuadrado, mientras que el precio de los chalés promedió los 1.300 euros, registrand­o un descenso del 3,3%.

En el portal inmobiliar­io Idealista se ofrece, con los datos de las viviendas que procesan, una muestra por comunidade­s autónomas de los precios. Los datos son llamativos: a la cabeza Canarias, con unos precios por metro cuadrado que han subido en tasa interanual más de un 15%. Le sigue Madrid, con un 12%; Baleares, un 10,7%, y Valencia, un 10,3%.

Las ofertas exigen multitud de condicione­s si el cliente quiere rebajar el tipo de interés

Los créditos fijos y mixtos representa­n casi el 88% del nuevo flujo crediticio

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ISABEL INFANTES (REUTERS / CONTACTO) Anuncio de hipotecas en el escaparate de una entidad financiera.

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