La madre naturaleza manda en Royal Troon
La lluvia y un viento que cambió de dirección respecto a las jornadas del jueves y el viernes convirtió la tercera jornada del Open Británico en un ejercicio de supervivencia. El juego era muy distinto respecto a las dos rondas previas porque las ráfagas soplaban en sentido diferente y la hoja de ruta de los golfistas, la estrategia para enfrentarse a los primeros y los últimos hoyos del trazado de Royal Troon, también debía variar. Había que mirar al cielo tanto como a la pradera. Eso es el Open Británico, el grande en el que la naturaleza reclama su dosis de protagonismo. Agua, frío y viento en Escocia y una estampa del golf más puro y tradicional.
Del enredo resultó una clasificación con solo nueve jugadores por debajo del par del campo. Manda el estadounidense Billy Horschel con un resultado normalito a estas alturas de un grande, -4, aunque muy decente para como estaba el patio, seguido de Thriston Lawrence, Sam Burns, Russell Henley, Xander Schauffele, Justin Rose y Daniel Brown con -3, Scottie Scheffler con -2 y Shane Lowry, que fue cómodo líder durante buenos tramos del torneo, con -1. Firmar el par en cada hoyo era un tesoro en las trincheras de Royal Troon. Cazar un birdie podía considerarse oro puro. Jon Rahm cargó con un golpe de más en la jornada y bajó hasta el +2 en la general, un registro que pese a todo le sitúa en la 15ª posición. No parece, sin embargo, que vaya a romper su sequía desde el Masters de Augusta de 2023.
El vasco amaneció con un bogey en el hoyo 2 en su intento de recuperar posiciones perdidas, un putt corto fallado que solventó con un emboque desde más lejos en la siguiente parada. Enlazó entonces un par tras otro hasta caer de nuevo en el 12, otra vez con un desvío en un impacto a unos dos metros de la bandera. Tampoco atinó a media distancia en el 14, un reflejo de por dónde se le escapaban en el green las opciones de victoria en el Open.
En Royal Troon batallaron sabios en el Open como Lowry y Rose, el número uno mundial Scheffler, debutantes en la cita como Brown... Todos contra la madre naturaleza. Lowry, que ganó el British en Royal Portrush en 2019, sucumbió en el par tres del 8, en el profundo búnker cercano a un green tan pequeño que lo llaman El sello postal, y salió con un doble bogey que comenzó a mandarle abajo en la clasificación. Sumaría cuatro golpes de más en cinco hoyos, del 11 al 15. También Scheffler, rey del ránking, se las vio tiesas con un campo que en los días anteriores había mandado a casa a McIlroy, DeChambeau... Jorge Campillo marcha +8 y Luis Masaveu, +13.