“Es inadmisible que alguna zona de la ciudad tenga un 65% de pisos turísticos”
Carlos Moedas Alcalde de Lisboa El regidor de la capital portuguesa persigue que los visitantes dejen dinero en la ciudad y ha duplicado la tasa turística a cuatro euros
Bajo el balcón donde se proclamó la república en Portugal en 1910, el alcalde de Lisboa se interesa por la procedencia de varios turistas. Carlos Moedas (Beja, 53 años), que preside la Cámara Municipal desde 2021 tras una victoria electoral que despidió 14 años de gestión socialista, se detiene a charlar con el guía y un grupo de catalanes. Militante del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), reivindica la moderación como su principal rasgo político, también para resolver los conflictos que genera el turismo en la vida cotidiana. Bajo su mandato se ha duplicado la tasa turística de dos a cuatro euros, ha comenzado a cobrarse a los pasajeros de cruceros y ahora pretende regular el tráfico de tuk tuk para acabar con el caos que generan en el centro. Moedas lamenta algunas decisiones de sus antecesores como la céntrica ubicación de la terminal de cruceros o la barra libre de las licencias para pisos turísticos que ha saturado algunos barrios.
Pregunta. ¿Cuál es el límite para Lisboa de la carga turística?
Respuesta. El turismo es muy importante, el 20% de la economía y el 25% del empleo. Sin turismo, las personas lo pasan mal, como ocurrió durante la covid. En estos momentos Lisboa recibe una media diaria de entre 35.000 y 40.000 turistas, menos del 10% de la población (546.000 habitantes). El
boom es anterior a mi llegada a la alcaldía. Yo defiendo un turismo de tradición y de diferencia. Es un juego de equilibrio entre la Lisboa de los lisboetas y el turismo. Yo quiero que sea de calidad y traiga dinero para dar mejores condiciones a los portugueses. Por eso he aumentado la tasa turística de dos a cuatro euros.
P. ¿Qué medidas concretas tomó para limitar los efectos indeseados del turismo?
R. En 16 de las 24 freguesías de Lisboa ya no se permiten nuevas licencias para pisos turísticos. Entre 2010 y 2021, los pisos turísticos crecieron de 500 a 18.000. Cuando llegué en 2021 ya había 18.000, aunque muchas son licencias que no funcionan. Operativas están algo más de 9.000. Por lo tanto, puse trabas pero no quiero una prohibición total. Hay zonas alejadas del centro que pueden tener y otras, como Santa Maria Maior, con el 65% de los alojamientos dedicados a pisos turísticos. Esto es inadmisible y no debería haber ocurrido nunca.
P. El alcalde de Barcelona no renovará las licencias concedidas para recuperar 10.000 pisos turísticos para la vivienda tradicional. ¿Se plantea algo así?
R. No puedo retirarle derechos a la gente, eso no sería propio de un Estado de derecho. Pero puedo trabajar con ellos para plantearles la transformación en edificios de rentas accesibles. Hay que pactarlo con los propietarios. Muchos tienen licencias que expiran en 2030 y esas no voy a renovarlas.
P. ¿No renovará las licencias en las zonas saturadas cuando finalicen su plazo?
R. Mientras no se alcance el equilibrio, no. La regulación que quiero es progresiva: restricciones no absolutas en zonas que tengan entre el 5% y el 15% de pisos turísticos y prohibición total en áreas con más del 15%. Si cuando finaliza la licencia es un área con más del 15%, entonces no se renovaría.
P. Mientras llegamos a 2030, ¿hay alguna otra medida temporal para estas freguesías saturadas?
R. Muchas de esas freguesías tenían pocos habitantes en los años noventa y dos mil. Por lo tanto, los pisos turísticos tuvieron algunos aspectos positivos en esas zonas, pero han ultrapasado los límites. Con moderación, el alojamiento turístico no es malo.
P. Otro aspecto problemático es la desaparición de las tiendas tradicionales, que dan identidad.
R. Tenemos una figura de protección, la loja com história, que ya abarca a casi 200. Si las perdemos, perdemos el interés como ciudad. Estamos dando más incentivos para que se mantengan.
P. ¿Hay sobreturismo en ciertas zonas?
R. No hay sobreturismo en Lisboa, aunque hay zonas donde se concentran las personas porque acuden a los mismos sitios a las mismas horas. Si los turistas se repartiesen no habría esa intensidad. Es parte de nuestra estrategia, y también la de mejorar la calidad. Queremos turistas con poder de compra que traigan dinero. P. ¿Ahora generan poco? R. El turismo necesita aumentar la calidad. Todavía hay mucho turismo de fiestas de despedida de jóvenes que no aporta mucho, genera gasto de limpieza y no compensa. El aumento de la calidad tiene que ver con realizar inversiones de cierto nivel cultural.
P. El anterior Gobierno socialista quiso implantar el alquiler forzoso de casas vacías. Usted se opuso.
R. Las casas vacías en el centro pagan más impuestos, ya es una penalización. Obligar a los dueños a alquilarlas atenta contra algo que está en la base de la democracia, el derecho a la propiedad privada. No vivimos en una dictadura y no podemos obligar a la gente a prescindir de un derecho. Creo que es un abuso de poder.
P. Los que defienden el alquiler forzoso esgrimen que la democracia falla al no posibilitar el acceso a una vivienda digna.
R. Son dos derechos y no son antagónicos. Quien tiene que cumplir el derecho a la vivienda es el Estado y los municipios, es nuestra responsabilidad. Para los privados está el mercado y no les podemos exigir que resuelvan algo que es nuestra obligación.
P. ¿Cuál es el patrimonio público del Ayuntamiento de Lisboa?
R. Tenemos 22.000 viviendas, donde pueden residir 66.000 personas, más del 10% de la población de la ciudad. Hay pocas ciudades europeas con ese volumen. P. ¿Y cuántas están vacías? R. Cuando entré eran 2.000, ya hemos recuperado mil y seguimos. Somos el mayor propietario del país y en dos años hemos entregado 1.860. Tenemos un programa para ayudar a familias a pagar alquileres, cuando estos superan un tercio de sus ingresos, que beneficia ya a mil familias. Es una medida innovadora que costeamos con fondos europeos. Hemos aprobado lo de las cooperativas para que los jóvenes puedan construir casas donde no pagan el solar, que tiene el apoyo del Partido Comunista.
P. En 2023 llegaron 700.000 visitantes en cruceros.
R. Permitir una terminal de cruceros tan cerca del centro fue un error. Es un tipo de turismo que no aporta mucho. Hemos decidido que paguen la tasa turística, algo que no ocurría antes.
P. Uno de los trastornos del turismo es la circulación de tuk-tuk.
¿Se plantean actuar sobre ellos?
R. No se puede mantener el caos de estos últimos años. No podemos seguir permitiendo el exceso de vehículos en el centro y que causan múltiples problemas.
“El aumento de la calidad tiene que ver con inversiones de cierto nivel cultural” “Permitir una terminal de cruceros tan cerca del centro fue un error”