Las horas extra alejan a la patronal del pacto para reducir la jornada
La CEOE exige subir el tope legal, una demanda que no gusta a sindicatos y Trabajo
Sindicatos y empresarios se volvieron a reunir ayer con Trabajo para recortar a 38,5 horas semanales este año y a 37,5 en 2025, como prometieron PSOE y Sumar en su programa de Gobierno. En el cuarto encuentro tampoco hubo pacto y el ministerio empieza a perder la paciencia: el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, certificó que los sindicatos y los empresarios ni han conseguido un acuerdo en su negociación paralela ni lo van a lograr, así que su departamento toma las riendas y espera lograr un pacto antes de agosto.
El punto de fricción es la regulación de las horas extraordinarias: CC OO no quiere que aumenten del máximo actual de 80 horas anuales, UGT solo contemplaría un incremento moderado si mejora la vigilancia del fraude y se retribuyen mucho mejor, y la CEOE quiere subirlas más a cambio de aceptar la contracción de la jornada ordinaria. Según explicaron los negociadores de los sindicatos, este es el punto clave que ha imposibilitado un acuerdo de centrales y patronal en la mesa que mantenían sin el ministerio.
Trabajo está en sintonía con los sindicatos en este asunto. “Para nosotros tiene muchas dificultades buscar elementos de compensación que pasen por incrementar las horas extraordinarias en nuestro país, que como es conocido es una lacra. Hay abuso del trabajo extraordinario, muchas veces impagado”, comentó Pérez Rey. La CEOE no ha comparecido tras la reunión y, según han dicho los sindicatos, no ha precisado en la mesa cuántas horas más querría aumentar el máximo anual.
Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción sindical y Empleo de CC OO, dijo que su sindicato no quiere entrar a debatir esta posibilidad. Es más, la semana pasada incluso mandaron un comunicado para desmentir una información en la que se decía que el asunto se estaba negociando en la mesa bipartita. “Las horas extraordinarias en este país son tremendamente abusivas”, dijo.
Por su parte, el vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, insistió en la necesidad de que “el registro de jornada sea fiable y recoja las horas reales” y que las extraordinarias se retribuyan como mínimo a un 125% de la retribución ordinaria, como reclama la Carta Social Europea. Por ello el sindicato ha interpuesto una reclamación ante el Comité Europeo de Derechos Sociales, ya admitida a trámite. “No es tolerable que haya más de seis millones de horas trabajadas que ni se registran ni se abonan”.
“Creemos que esto debe estar finalizado antes de vacaciones. Le pido a la patronal que se pronuncie. Se nos está acabando el tiempo”, agregó Luján, que criticó lo cerca que está de completarse el primer semestre del año, lo que diluye el compromiso de PSOE y Sumar de que la jornada ordinaria baje a 38,5 horas en 2024.