Cuatro detenidos por extorsionar a un empresario
La amenaza estaba clara: fotos de su familia en distintos lugares y fechas tomadas a lo largo de un año, un cartucho de calibre 9 milímetros Parabellum y una exigencia de pago de 100.000 euros. Esta extorsión fue dirigida a un empresario murciano por un grupo organizado violento que acaba de ser detenido por la Policía Nacional y que supuestamente también tenía entre sus posibles objetivos a empresas que habían recibido contratos con la Administración regional. Los cuatro detenidos están investigados por pertenencia a grupo criminal, extorsiones y tenencia ilícita de armas. El líder del grupo, que ha ingresado en prisión, tenía en su domicilio un taller donde elaboraba explosivos y se les ha intervenido dos artefactos listos para ser usados, uno de ellos oculto en una mochila.
El caso, en manos del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Molina de Segura (Murcia), se ha desarrollado íntegramente en la región murciana. Durante la investigación, que comenzó en abril, los agentes de la Brigada de Información de Murcia y de la Comisaría General de Información, asesoraron en todo momento al empresario extorsionado.
Los detenidos volvieron a ponerse en contacto de nuevo con él semanas después de reclamarle los 100.000 euros, aunque esta vez se hicieron pasar por negociadores de la organización armada. La operación culminó el pasado lunes con las detenciones, realizadas en la capital murciana y varias pedanías.
Los investigados, hombres de entre 45 y 60 años, no tenían antecedentes, detallan fuentes policiales. Tenían distribuidas sus funciones dentro del grupo y quienes se encargaban de la parte operativa desempeñaban empleos relacionados con el mundo de la seguridad. “El cabecilla había tenido en su momento una empresa de seguridad y ahora tenía actividad laboral en cuanto a colocación y mantenimiento de cámaras de vigilancia”, explican las mismas fuentes.
Pertenecían al denominado Grupo de Acción Ciudadana, creado en 2020, y en cuya carta de constitución se definían como “ni marxistas, ni fascistas, sino de sentido común”.