Las viviendas superan los precios de la burbuja inmobiliaria
Muchos expertos creen que el cambio de política monetaria generará más subidas
precios de la vivienda vuelven a coger inercia y muchos expertos creen que el cambio de política monetaria del Banco Central Europeo los impulsará aún más para el futuro, una mala noticia para los miles de personas que quieren (y frecuentemente no pueden) comprar una casa en España. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, los importes crecieron un 6,3% en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2023. Se trata de un acelerón claro: los precios llevaban cuatro trimestres progresando por debajo del 5%.
Como consecuencia de ese tirón, las casas son más caras que nunca. La estadística oficial, publicada ayer, consiste en un índice de base 100 que toma como referencia lo que valía una vivienda en 2015. Ahora ese indicador supera los 152 puntos, lo que significa que los pisos son un 52% más caros que nueve años atrás. Pero la marca también supone un hito, ya que por primera vez se rebasan los 151,7 puntos que hasta ahora suponían el clímax de la burbuja inmobiliaria de principios de siglo, correspondiente al tercer trimestre de 2007.
A diferencia de entonces, las casas nuevas son ahora mucho más caras (casi 179 puntos), mientras que las de segunda mano se muestran más contenidas (148,6).
“Los datos confirman que la escasa oferta en el mercado no hace más que empujar los precios al alza”, valora Francesc Quintana, consejero delegado de la inmobiliaria Vivendex. Quintana recoge el sentir del sector, que achaca la escalada de la vivienda, que se encarece sin pausa desde 2014 (en la serie del INE, ni siquiera llegó a bajar durante la pandemia), a los fuertes desequilibrios entre una escasa oferta y una potente demanda.
Para desesperación de muchas familias, los expertos vaticinan que va a suceder lo contrario y el ritmo con el que la vivienda creció entre enero y marzo se mantendrá, o incluso ganará brío, en lo que resta de año. De fondo subyace la creencia de que la construcción de casas seguirá siendo escasa en relación con una demanda que se ve alimentada por la buena marcha del mercado laboral y las buenas expectativas de la economía española. Y a eso se une que ayer el Banco Central Europeo (BCE) anunció una bajada de los tipos de interés oficiales, lo que supone una inflexión en la política restrictiva que inauguró en 2022 para responder a la crisis inflacionaria. “La desescalada de tipos marcará otro año de encarecimiento significativo de la vivienda”, resume la jefa de Estudios de Fotocasa, María Matos.
Como el suyo, muchos análisis remitidos a los medios tras conocerse los datos del INE inciden en esa idea. También lo pone negro sobre blanco Ferran Font, del portal Pisos.com: “Tanto la falta de oferta como la política de tipos del BCE nos situarán en un escenario en el que, lo más probable, es que la vivienda aumente más su valor de lo que lo hizo durante el año pasado”, indica.
Aunque las hipotecas no están indexadas directamente a los tipos que pone el BCE, tienden a calcar las mismas tendencias. E hipotecas más baratas significan más demanda y, por tanto, más margen para subir los precios. Patricia Rodríguez-Lázaro, jefa del departamento de Inversiones de Clikalia, augura por ejemplo “el comienzo de una etapa de aumentos” en los precios. También en Don Piso creen que la bajada de tipos, con su previsible abaratamiento de los préstamos, “provocará un aumento del interés por la compra de viviendas”.
La parte positiva es que el esperado abaratamiento de las hipotecas aliviará con toda seguridad a quienes ya tienen una. Eso es lo que destaca Javier Kindelan, director de Living (sector residencial) en CBRE España. La consultora calcula que actualmente los hogares dedican de media un 39% de sus ingresos a pagar su vivienda.
Las casas son un 52% más caras que nueve años atrás
La construcción de pisos seguirá siendo escasa en relación con la demanda