Alemania permitirá las deportaciones de refugiados a Afganistán y Siria
La Alemania de 2024 ya no es la que hace casi una década acogió a un millón de refugiados sirios. Berlín quiere agilizar las deportaciones de delincuentes y sospechosos de radicalismo, incluso en el caso de que sus lugares de origen sean considerados inseguros, como Siria y Afganistán, declaró ayer el canciller socialdemócrata alemán, Olaf Scholz.
El asesinato de un policía en Mannheim a manos de un afgano que llevaba una década en Alemania ha conmocionado al país y ha aumentado la presión sobre el Gobierno de coalición para que acelere las deportaciones.
No es casualidad que el anuncio, que Scholz presentó ayer en el Bundestag con palabras mucho más duras de las que acostumbra, llegue a escasos días de las elecciones europeas. Los sondeos sitúan a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en segundo o tercer lugar en intención de voto —dependiendo de las encuestas— después de haber dedicado toda su campaña a describir una Alemania desbordada por la inmigración y pasto de la violencia islamista. El debate sobre la inmigración se ha instalado en la recta final de la campaña y opaca prácticamente todos los demás temas. “Estos delincuentes deben ser deportados, incluso si proceden de Siria
y Afganistán”, aseguró Scholz en el Bundestag confirmando las palabras de su ministra del Interior, la también socialdemócrata Nancy Faeser, que dijo que iban a “estudiarlo”. La tarea de Faeser consistirá ahora en trasladar a la práctica ese mandato, por ejemplo estableciendo acuerdos con naciones vecinas de esos dos países. No será fácil, porque Alemania cortó relaciones con Afganistán en 2021, después de que los talibanes llegaran al poder. No se ha producido ninguna deportación desde entonces.