“Es una locura que haya mujeres que me tengan de referente”
Capitana de las Black Ferns Sevens de rugby
Sarah Hirini (31 años, Feilding, Nueva Zelanda), capitana de las Black Ferns Sevens, la selección femenina de rugby a 7 de Nueva Zelanda, se está preparando con el equipo para disputar la gran final de las Series Mundiales de esa categoría, el torneo que acoge estos días Madrid y que reúne a las ocho mejores selecciones masculinas y femeninas en la pelea por el título. El día de la entrevista ha llegado muy temprano a unas instalaciones deportivas en Boadilla del Monte, pero no para entrenar, sino para impartir una sesión de entrenamiento para clientes vip de Tudor, la firma relojera de la que es embajadora y que patrocina a su equipo. Hirini, una mujer inspiradora, tiene sangre maorí, se crio en una granja y lo ha conseguido todo en el rugby: campeona mundial de seven en 2013 y 2018, medallista olímpica de plata y oro, medallista de oro y bronce en los Juegos de la Commonwealth y siete veces ganadora de las Series Mundiales.
Pregunta. El lema de la marca de la que es embajadora es “Nacido para atreverse”. ¿Le costó atreverse a jugar al rugby, un deporte tradicionalmente de hombres?
Respuesta. Fue bastante difícil atreverme. Cuando era niña, fui a mi primer entrenamiento y me encontré con el hecho de* que todos eran niños. Entré en pánico y no me apunté. Ahora, afortunadamente, hay muchas mujeres jugando al rugby y nuestros partidos se ven en la tele.
P. ¿Lo más difícil en sus comienzos?
R. Antes éramos invisibles, no se emitían nuestros partidos en televisión y no se hablaba de nosotras. Ahora nos pueden ver en muchos canales deportivos internacionales, y eso me parece increíble.
P. ¿Sigue el machismo en este deporte?
R. Cuando yo comencé había machismo y desigualdad. Ahora, puedo decir que en Nueva Zelanda no hay nada de eso. Hemos roto muchas barreras. Ahora mismo en mi país hay igualdad salarial e igualdad de derechos. Me siento una igual frente a mis compañeros de los All Blacks.
P. Empezó a jugar al rugby con 13 años, cuando casi no había mujeres en este deporte. ¿Quiénes eran sus referentes?
R. Mi referente fue Farah Palmer. Fue capitana de las Black Ferns en Nueva Zelanda y llevó al equipo a ganar tres Copas Mundiales. Pero para mí es mucho más que una jugadora de rugby. Palmer tiene una licenciatura en Educación Física, tiene un doctorado y es la primera mujer que forma parte de la junta de la Unión de Rugby de Nueva Zelanda.
P. Ahora usted es ídolo de muchas mujeres. ¿Qué se siente?
R. Para mí es una locura que haya mujeres que me tengan de referente. Juego al rugby porque amo este deporte, amo el juego y amo lo feliz que me hace sentir. Da vértigo saber que le puedes cambiar la vida a otras personas. Es importante mostrar a otras mujeres que pueden conseguir cualquier cosa que se propongan.
P. Se crio en una granja, en un pequeño pueblo, en una familia de esquiladores. Cuando era niña, ¿pensó en seguir los pasos de sus padres?
R. El trabajo de esquilador es muy duro y exigente. Lo hice durante muchos veranos cuando era más joven. Admiro mucho lo que hacían y siguen haciendo mis padres. Me enseñaron a trabajar duro.
P. El rugby es un deporte duro. ¿Se ha roto muchos huesos?
R. Me he roto varios dedos, pero he tenido suerte porque no he sufrido muchas lesiones. Hace meses me operaron de la rodilla, pero los golpes son parte del juego.
P. ¿Tiene pensado qué va a hacer cuando ya no pueda jugar?
R. Seguiré vinculada al deporte. Tengo mi licencia de piloto. Mi marido y yo tenemos una academia en Nueva Zelanda que da clases de rugby gratuitas a niñas y queremos que la academia sea global.
P. ¿El rugby femenino está creciendo en España?
R. Definitivamente. La selección española es muy buena. Hace unos años nos ganaron en Londres. No me olvido de eso.
“La selección española es muy buena. Hace unos años nos ganaron. No me olvido de eso”