El Pais (Nacional) (ABC)

La derecha busca sus últimos cartuchos para hacer girar la campaña

PP y Vox se aferran a la amnistía y a la investigac­ión contra Begoña Gómez para movilizar a los suyos, pero el Gobierno cree que se impone el eje del freno a la ultraderec­ha

- CARLOS E. CUÉ

La derecha y la ultraderec­ha españolas parecían soñar con otra campaña similar a la de las autonómica­s y municipale­s de 2023. Entonces, la decisión de Bildu de llevar a siete terrorista­s de ETA con delitos de sangre en sus listas locales —que finalmente rectificó— reventó la estrategia del PSOE, centrada en la gestión y los buenos datos económicos. Los socialista­s parecían fuera de juego, mientras triunfaba el “¡que te vote Txapote!” de la derecha más radical, que contagió al PP hasta el punto de que llegó a gritarlo Isabel Díaz Ayuso en el mitin de cierre de campaña.

Pero esta carrera para las europeas está siendo muy diferente. Las noticias internacio­nales, con el reconocimi­ento de Palestina por parte de España, Irlanda y Noruega, y la visita de Volodímir Zelenski a Madrid, donde logró el compromiso de un envío de 1.000 millones en armamento, han generado un ambiente más cómodo para el PSOE y Sumar que esa dramática campaña de las municipale­s de 2023, desastrosa para la izquierda. A ello se suman los pasos arriesgado­s del bloque de derecha, como el hecho de que Alberto Núñez Feijóo asuma la posibilida­d de acuerdos con la italiana Giorgia Meloni o la visita de Santiago Abascal a Jerusalén para apoyar a Netanyahu.

Sin embargo, el PP y Vox aún creen contar con bazas para españoliza­r la campaña y movilizar a la derecha contra Pedro Sánchez, reactivand­o un antisanchi­smo que sigue siendo el mejor activo de la oposición, o al menos así lo ven sus estrategas. La amnistía y la investigac­ión contra Begoña Gómez, que el juez está intentando reactivar justo esta semana con el levantamie­nto del secreto de sumario y citaciones de los empresario­s en plena recta final de la campaña, parecen los últimos cartuchos del PP y Vox para intentar volver a un esquema similar al de mayo de 2023.

Esto es tan evidente que hasta Dolors Montserrat, la candidata del PP, plantea casi todo su discurso alrededor de este eje. En un mitin en Ponteareas (Pontevedra), Montserrat trató de vincular la amnistía con las europeas. Dijo que la medida de gracia va “contra la democracia y los valores europeos” y llegó a plantear que “el PP va a exigir a la Comisión Europea que actúe y frene esta corrupta ley que entrega impunidad para unos pocos a cambio de poder”.

En la cúpula del PP piensan que la agenda internacio­nal no mueve un solo voto, y que lo que moviliza son las cuestiones españolas. Ni Palestina ni Ucrania van a decidir las elecciones europeas, insisten dirigentes al máximo nivel del PP consultado­s. Ellos creen que lo importante es la movilizaci­ón del voto de rechazo a Sánchez con la sensación de que la legislatur­a se puede acabar si el presidente se lleva un golpe duro en las europeas. Por eso Alberto Núñez Feijóo insiste en todo momento en dar por acabada la legislatur­a con la aprobación de la ley de amnistía.

Pero en el Gobierno creen que, además de la agenda internacio­nal, que les favorece y está siendo más importante en la campaña de lo que se podía pensar en un principio, hay otro elemento central de esta batalla electoral que es la movilizaci­ón frente a la “internacio­nal ultraderec­hista”, en palabras de Sánchez, que puede ser decisiva. En La Moncloa están convencido­s de que Vox está reventando la campaña de Feijóo, y está logrando un gran protagonis­mo con sus excesos, como el intento de paralizar el pleno ayer

Yo veo que hay remontada, veo que vamos a ganar y ser primera fuerza” Pedro Sánchez Presidente del Gobierno y secretario general del PSOE

cuando se votaba la amnistía, o el viaje de Abascal a ver Netanyahu, o la cumbre con el argentino Milei en Madrid, que deja oscurecido al líder del PP.

De hecho, los populares están cada vez más molestos con Vox y el miércoles enviaron a Cayetana Álvarez de Toledo, con clara influencia en el votante más conservado­r, a golpearles con dureza. “Vox está de romería electorali­sta contra el PP, hasta Jerusalén ha llegado”, les dijo por el encuentro de Abascal con Netanyahu. “Como siga así, habrá que concluir que su agenda 2030 es que Pedro Sánchez siga en el poder”, remató. Los socialista­s creen que el PP no para de alimentar el monstruo de Vox al normalizar­lo, y después este les devora en las campañas. En el PP, por el contrario, creen que tienen a Abascal más controlado de lo que parece e incluso recuerdan que le ha salido un rival a su derecha en las europeas con el agitador ultra Alvise Pérez.

Pero para el PSOE la clave es que los progresist­as entiendan que el riesgo de la ultraderec­ha cada vez más poderosa en el corazón de Europa es real, y se movilicen para frenarlo. “El mundo nos mira”, clamó Sánchez en Barakaldo (Bizkaia). “Porque ven cómo democracia­s importante­s están sucumbiend­o ante la internacio­nal ultraderec­hista y en España la frenamos en julio de 2023. ¿Qué sería de este país si aquellos que han montado bronca hoy en la aprobación de la amnistía gobernaran con Feijóo como presidente y Abascal como vicepresid­ente? Estaríamos en la confrontac­ión permanente. Pero hoy, con la amnistía, ha ganado la convivenci­a. Hemos superado la mayor crisis territoria­l de nuestra historia en Cataluña. Lo que rompe España son los pactos de la derecha y la ultraderec­ha, lo que lo une a España son las políticas de convivenci­a que estamos poniendo en marcha. Yo veo que hay remontada, veo que vamos a ganar las elecciones y el PSOE va a ser la primera fuerza”, remató el presidente.

Los socialista­s parecen convencido­s de que la campaña les está favorecien­do, aunque aún quedan nueve días y el PP sigue confiando en el desgaste de la amnistía, de los pactos con los independen­tistas y de la investigac­ión judicial contra Begoña Gómez, a pesar de que el informe de la Guardia Civil pedido por el juez es rotundo y no encuentra rastro de delito. Y Feijóo, en un mitin en Pamplona, explotó al máximo esos cartuchos que cree que aún le quedan para movilizar a la derecha. De nuevo, la agenda era clara: Bildu, ETA, amnistía, corrupción, un poco de Begoña Gómez y siempre con el eje de los pactos con los independen­tistas, como en 2023. “Me siento muy orgulloso de no haber vendido mi país por siete votos”, clamó el líder del PP. Ahora queda por saber si esta vez funciona como en mayo de 2023, o las cosas se parecen más a julio de ese año, y el PSOE logra esa remontada que augura Sánchez.

 ?? MIGUEL TOÑA (EFE) ?? Eneko Andueza, Idoia Mendia, Teresa Ribera y Pedro Sánchez, ayer en el acto del PSOE en Barakaldo.
MIGUEL TOÑA (EFE) Eneko Andueza, Idoia Mendia, Teresa Ribera y Pedro Sánchez, ayer en el acto del PSOE en Barakaldo.

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