Vecinos de Valencia celebran la moratoria de pisos turísticos
La Federació d’Associacions Veïnals de València (FAAVV) celebró la aprobación de un año de moratoria en la concesión de nuevas licencias de pisos turísticos. “Significa que finalmente el equipo de Gobierno municipal asume que existe un problema con el crecimiento descontrolado de este tipo de alojamientos”, dicen. Pero también insisten en que la medida “no aborda más que un mínimo porcentaje del problema” de la turistificación de la capital. Los vecinos piden participar en el debate y que la ordenanza turística que redactará el gobierno municipal limite las plazas turísticas que caben en un barrio en función del número de residentes y viviendas.
El diagnóstico de los informes que acompañan al acuerdo de moratoria de pisos turísticos, aprobada ayer por unanimidad en Valencia, es preocupante. Han detectado que la afluencia de turistas está en constante crecimiento “y los recientes procesos de intensa conversión de viviendas” para satisfacer la demanda turística “están provocando problemas de convivencia ciudadana”, dificultando el acceso a la vivienda, especialmente a los más jóvenes.
Un informe de la fundación de turismo municipal Visit Valencia, emitido esta misma semana, pone de manifiesto “un preocupante incremento porcentual” en toda la ciudad del 33% en las viviendas dedicadas al uso turístico de abril de 2023 al mismo mes de este año. “En tan corto espacio de tiempo, las viviendas turísticas comercializadas en las diferentes plataformas han pasado de algo menos de 6.000 a las 8.000”, con crecimientos de hasta el 104% en el entorno del Palacio de Congresos.
“Ya ha pasado un año desde la llegada de este Gobierno municipal y, mientras tanto, el problema ha seguido creciendo y agravándose, con más de 1.000 nuevos apartamentos sin licencia en solo un año”, expuso María José Broseta, presidenta de la federación, quien mostró también su preocupación por “la virtualidad que puede tener una moratoria si la inmensa mayoría de apartamentos ya funcionan sin licencia y los que comienzan las obras lo hacen al margen de las normas urbanísticas”.