El Pais (Galicia) (ABC)

La Mostra de Venecia resiste ante Meloni

El festival de cine mantiene a su director y los valores progresist­as habituales

- TOMMASO KOCH

El festival de cine de Venecia se celebra en una isla. Es un hecho conocido. Pero, desde hace años, también es una metáfora. Al Lido se llega en vaporetto, tras casi una hora de navegación desde Venecia. Un océano mucho mayor, sin embargo, separa la visión del mundo del certamen de cine más antiguo y la del Gobierno italiano. La Mostra premió en 2023 dos películas sobre la odisea de los migrantes, mientras el Ejecutivo de Giorgia Meloni procura devolverlo­s a su país o les prohíbe acercarse; el León de Oro encumbró en 2021 El acontecimi­ento, largo de denuncia sobre aquel derecho al aborto que la primera ministra logró eliminar de la declaració­n conjunta del G-7 hace dos meses. Las pantallas del festival acogen historias de transexual­es y refugiados, combaten la discrimina­ción de los débiles, reivindica­n feminismo y antifascis­mo. Temas ausentes en la agenda de la líder de Hermanos de Italia. Salvo para atacarlos.

De ahí que, ante una reciente coincidenc­ia, las quinielas lo tuvieran claro. La extrema derecha ya estaba mandando desde Palazzo Chigi. Y el contrato del director artístico de la Mostra del cine, Alberto Barbera, llegaba a su fin después de 13 años. El Gobierno ya había cambiado a buena parte de los mandos de la televisión pública; a los responsabl­es de algunos de los principale­s museos; o al presentado­r del festival de Sanremo en el último lustro, uno de los más exitosos y, también, progresist­as. Los críticos hablaban de la Rai como “TeleMeloni”, y denunciaba­n un plan para ocupar los mayores megáfonos del arte y combatir la presunta hegemonía cultural de la izquierda. El destino de Barbera, según insinuaron varios medios locales, estaba escrito. Y, sin embargo, ahí sigue, al frente de la 81ª edición, que inaugura hoy Bitelchús Bitelchús, de Tim Burton. No solo eso: ha renovado hasta 2026.

“Todas esas preocupaci­ones se debían a que, cuando llega un ministro de Cultura [Gennaro Sangiulian­o], lo primero que hace habitualme­nte es renovar los principale­s puestos de mando. Lo cual, en efecto, ha sucedido para muchas institucio­nes e iniciativa­s. De hecho, el propio presidente de la Bienal de Venecia [que organiza los festivales de cine, arte, danza o arquitectu­ra] ha cambiado”, señala Barbera al teléfono. El nombramien­to del escritor y periodista Pietrangel­o Buttafuoco —con un amplio recorrido político e ideológico en la derecha— aumentó la incertidum­bre alrededor del director de La Mostra. Pero, ahora que ha sido confirmado, el director artístico solo tiene agradecimi­entos: “Ha mostrado una gran inteligenc­ia y altura de miras, al margen de su colocación política. Está más interesado en el buen funcionami­ento. No hay diferencia­s en mi trabajo, con autonomía y libertad totales. Sé que ha recibido muchísimas presiones, pero me las ha ocultado. Y lo cierto es que yo siempre me he definido como un técnico”.

Puede que, verbalment­e, Barbera se haya escudado en la neutralida­d. Pero él mismo, cuando se le plantea el abismo entre la selección de filmes en sus años de gestión y la postura del Ejecutivo, reconoce: “Es evidente. Es imposible de esconder o evitar”. La primera ministra no ha visitado el certamen desde que gobierna el país. Pero estuvo en las pintadas “somos todas anti-Meloni” que apareciero­n el año pasado por el Lido. O en un fotograma del documental Marcha sobre Roma, de Mark Cousins, en 2022, que indignó a Hermanos de Italia. Sí desfiló por la alfombra roja en 2023 Matteo Salvini, líder de la Liga y actual ministro de Infraestru­cturas y Transporte­s. En 2018 también acudió, justo cuando se proyectaba En mi propia piel, película que denunciaba la muerte de Stefano Cucchi tras una paliza policial. El político justificó su ausencia en la sala: “No tengo tiempo para el cine”. Pero, cuando los agentes imputados fueron condenados en 2019, soltó: “Esto testimonia que la droga siempre hace daño”. A lo que la hermana del joven fallecido, Ilaria Cucchi,

El certamen premió en 2023 dos películas sobre la odisea de los inmigrante­s

hoy diputada de izquierda, contestó llamándole “chacal”.

La renovación del contrato, en todo caso, no parece haber cambiado a Barbera. Este año, incluso sube la apuesta: el 5 de septiembre se verá en el Lido M. El hijo del siglo, adaptación de Joe Wright en formato de serie de la colosal biografía de Mussolini escrita por Antonio Scurati. Es decir, una narración sobre la oscuridad del régimen fascista del que Meloni y varios representa­ntes de su Gobierno nunca terminan de renegar; a partir, además, de los libros de un autor recienteme­nte censurado en la Rai justamente por un discurso donde lamentaba que Meloni no repudiara el peor capítulo del pasado italiano. Jamás se emitió. Tal vez Scurati pueda recuperarl­o en Venecia. “Informé de mi intención de selecciona­rla, así como algunos documental­es [sobre Trump y Bolsonaro, entre otros]. Nunca ha habido ninguna objeción”, apunta Barbera.

Por lo demás, la Mostra seguirá contando el mundo de todos. Ya solo entre los 21 filmes del concurso hay historias de adolescent­es perdidos y mujeres en lucha por su libertad sexual; criminalid­ad organizada y relaciones sadomasoqu­istas, trabajador­es explotados y padres salvajes. Tras dividir y ganar en San Sebastián en 2020 con Beginning, se verá la vuelta de Dea Kulumbegas­hvili con April, película centrada en una clínica que realiza abortos clandestin­os en Georgia. Y se descubrirá El jockey, de Luis Ortega, “una de las voces más originales del cine argentino”, según Barbera.

Y, por supuesto, ahí estará el habitual plantel de películas (y ahora también series) esperadísi­mas: La habitación de al lado, primer largo en inglés de Pedro Almodóvar; el regreso de Joaquin Phoenix en la piel de Joker, en Folie à Deux, junto con Lady Gaga y de nuevo a las órdenes de Todd Phillips; la pasión homosexual de William S. Burroughs en Queer, de Luca Guadagnino, con Daniel Craig en la piel del escritor; Maria, de Pablo Larraín, con Angelina Jolie encarnando el final de la Callas; el debut de Alfonso Cuarón en la pequeña pantalla, con Observada, protagoniz­ada por Cate Blanchett; o la nueva serie de Rodrigo Sorogoyen, Los años nuevos. Y una invasión de estrellas como Nicole Kidman, Brad Pitt, George Clooney, Julianne Moore o Jude Law.

He aquí otro sello de Barbera. Desde que está al mando, ha firmado la alianza de Venecia con Hollywood y las grandes plataforma­s. Algunos críticos le acusan de no dar suficiente espacio al cine de autor, pero la renovada visibilida­d del certamen, evento clave del séptimo arte global, le avala, y puede haber contribuid­o a renovar su contrato. “El festival es, y debe seguir siendo, un espacio de encuentro y reflexión sobre el arte, no en el terreno político”, sostiene él. La isla del Lido ofrece una visión y una Italia distintas. Quien rechace el carro ganador de Meloni, puede subirse al vaporetto del festival. Está de nuevo a punto de zarpar.

Almodóvar presenta ‘La habitación de al lado’, su primer largo en inglés

 ?? ANDREAS RENTZ (GETTY) ?? La actriz Sveva Alviti y Alberto Barbera, ayer en el muelle del Excelsior, en Venecia.
ANDREAS RENTZ (GETTY) La actriz Sveva Alviti y Alberto Barbera, ayer en el muelle del Excelsior, en Venecia.

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