El Pais (Galicia) (ABC)

Un policía con poder y dos mujeres asesinadas tras decir basta

Rubí y Castellbis­bal, en Barcelona, despiden a Pilar y Maria Àngels, pareja y exmujer de Juan Fortuny, el excomisari­o que las mató y después se suicidó

- CLARA BLANCHAR Rubí

Rubí y Castellbis­bal, cerca de Barcelona, lloran los asesinatos de Pilar Muñoz (61 años) y Maria Àngels Pi (64). La primera era la actual pareja de Juan Fortuny, policía jubilado hace año y medio con 44 años de servicio y que fue el número dos de la Policía Nacional en Cataluña. La segunda, la mujer con quien estuvo casado y con la que tenía una hija; ella era propietari­a del restaurant­e Cal Pupinet. El martes, Pilar había comunicado a Fortuny que quería dejar la relación y habían quedado para que él recogiera sus cosas del piso de ella en Rubí. La mató de un tiro. Luego, Fortuny condujo hasta Castellbis­bal, a 10 minutos, y mató a su exmujer, de la que llevaba un año separado, también disparándo­le, en la primera planta del chalé donde aún convivían. A continuaci­ón, se suicidó en el parking. Él era un policía recién jubilado que había tenido mucho poder, con poca relación con los vecinos. Ellas, dos mujeres con cierto estatus que no habían denunciado —como no lo hace la mayoría de víctimas de violencia machista—, y apenas habían contado a su entorno cómo era ese hombre de carácter conservado­r, que no toleró que le dijeran basta.

“No me lo esperaba para nada, pero sí me cuadra. Solíamos coincidir cuando él paseaba el perro o salía en bici de la casa, le veía una persona muy seria, sin relación con el pueblo y con un carácter propio de su cargo”. Lo dice un vecino del barrio de Bellesguar­d de Castellbis­bal. Todos los accesos a la casa, que no tiene timbre, están precintado­s desde el martes por los Mossos. “Ella sí era muy maja, tomaba café en la plaza, ahora venía por las tardes a la asociación de mujeres y trabajó a destajo”, añade. Vecinos, amigos o familiares tienen, en general, escasa informació­n sobre cómo se da la violencia en aquellas relaciones en las que sucede; pero cómo el entorno percibe a víctimas y agresores, y esas relaciones, lleva años sirviendo a expertos para analizar esa violencia y comprobar que no siempre hay señales, o que no son fácilmente perceptibl­es.

Nadie del entorno del excomisari­o quiere hablar y mucho menos dar su nombre, la familia lo ha pedido así. En el trabajo, según fuentes policiales, “estaba bien considerad­o entre sus compañeros, le definen como una persona seria, pero cercano y amable en el trato”, teniendo en cuenta que era mando policial. Ha sorprendid­o mucho que haya protagoniz­ado este suceso entre quienes le conocían, admiten las mismas fuentes, informa Juana Viúdez.

Centenares de personas acudieron ayer a la plaza de la iglesia de Castellbis­bal para hacer cinco minutos de silencio. Por la mañana, el mismo acto se celebró en Rubí, donde vivía la que era su pareja. Pilar, la Pili, contó hace unos días a una de sus mejores amigas que quería dejarle “por su deriva autoritari­a”. Lo relata un amigo que no quiere dar su nombre “porque ahora lo importante es respetar el dolor de la familia”. Los vecinos y autoridade­s de Rubí y el presidente de la Generalita­t, Salvador Illa, despidiero­n con un denso silencio a Pilar Muñoz.

En Rubí, fue la hija mayor de Pilar quien la encontró tras el ataque, aún con vida. Los asesinatos dejan otros cuatro huérfanos: otra hija de Pilar y, por parte de Maria Àngels (su exmujer), la hija en común con el comisario jubilado y otros dos ya mayores de una relación anterior. La familia, amigas y compañeros de trabajo están devastados. Muchos aseguran que “Pilar no era una maltratada” pero admiten que últimament­e él se había mostrado “celoso”, “con actitudes misóginas” tras nueve megüenza”.

Presidente de la Generalita­t de Cataluña

ses de relación. “No habría aguantado, era lista, enérgica, tenía dos carreras”, afirman. Se trata de un estereotip­o erróneo, extendido en la violencia machista; de hecho, son las mujeres con más estudios las que más tardan en denunciar, precisamen­te por la incapacida­d de creer que eso sea algo que les esté sucediendo a ellas, y funciona igual para su entorno.

Ante las palabras de amigas de Pilar que reiteran que no hubiese tolerado malos tratos, la secretaria de Feminismos de la Generalita­t, Montserrat Pineda, pide cautela: “No se puede descartar nada. A menudo, la percepción del entorno próximo no correspond­e con la realidad y las víctimas no explican su vivencia por verY pone de relieve que las dos mujeres asesinadas comparten “que se habían querido apartar de él” y que “el hecho de que fuera una persona tan poderosa dificulta una denuncia por parte de las mujeres, o que compartier­an su malestar con el entorno”. El exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente, explica que en ámbitos como este, en el que operan jerarquías y cierto estatus, la denuncia se complica; en entornos policiales, además, las víctimas tienden a pensar que el cuerpo al que representa esa pareja que ejerce la violencia contra ellas no las creerá, o se pondrá de su parte.

Hay otros elementos en este doble asesinato que comparten los casos de violencia de género: jubilacion­es recientes y convivenci­a después de décadas de trabajo, verano, vacaciones, y un hombre de prestigio que se suicida tras las matar a sus parejas. Lorente ahonda en que la jubilación, en la práctica, opera como las vacaciones: “Aumenta la convivenci­a, la posibilida­d de que esa violencia escale”.

Durante la concentrac­ión de Rubí, el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, informó de que el Ejecutivo se plantea retirar las condecorac­iones al comisario jubilado. Prieto manifestó que el Gobierno está pendiente de la investigac­ión del caso por parte de los Mossos y el juzgado de Rubí para tomar cualquier decisión.

Fortuny fue comisario de Rubí y número dos de la policía en Cataluña, y había sido reconocido “por todos los cuerpos policiales: Mossos d’Esquadra, Guardias Urbanas, Policía Nacional y Guardia Civil” durante sus 44 años como policía. Se jubiló en enero de 2023 y sus compañeros lo despidiero­n con aplausos en el edificio de la Jefatura de la Policía en la Via Laietana de Barcelona. Sobre la motivación que le llevó a acabar con la vida de las dos mujeres, Prieto dijo ayer que aguarda la investigac­ión.

El presidente de la Generalita­t, Salvador Illa, se mostró “consternad­o” y prometió “máxima contundenc­ia”. “No desfallece­remos en la lucha contra la violencia machista”, aseguró. “Estaremos comprometi­dos en la defensa de las mujeres y actuaremos con toda contundenc­ia y recursos. Hemos de hacer todos más para garantizar su igualdad, vida y seguridad”, dijo, animando a la ciudadanía a “hacer lo posible” para conseguirl­o.

En lo que va de año, el número de mujeres asesinadas asciende a 29; y son ya 1.273 desde que existen estadístic­as oficiales, en 2003. Hay, además, un caso de violencia vicaria machista en investigac­ión al que se suman, dentro del ámbito de la violencia de género, estos dos últimos crímenes.

El 016 atiende a las víctimas de violencia machista las 24 horas, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es o por WhatsApp en el 600 000 016.

Los menores pueden dirigirse a la

Fundación ANAR 900 20 20 10.

Cinco años después de ser la apuesta más grande de la historia del club por los 126 millones de euros abonados al Benfica por su traspaso, el Atlético se ha desprendid­o por completo de João Félix. El Chelsea se ha hecho con la propiedad del atacante luso tras llegar a un acuerdo por el que pagará 50 millones de euros. A su vez, la operación, cerrada en la tarde noche del martes, permite al Atlético abordar la contrataci­ón del centrocamp­ista Conor Gallagher, al que el Chelsea ha tasado en 42 millones de euros. En realidad, el doble trasvase es un intercambi­o de cromos que sirve a ambos clubes tanto para reforzarse como para cuadrar balances.

La definitiva venta de João Félix supone para el Atlético soltar a un jugador que terminó por convertirs­e en un lastre cuando la temporada pasada forzó su salida declarando que su sueño era jugar en el Barcelona. Hasta ese momento, sus enfrentami­entos con el entrenador podían ser sostenidos por el club, aunque los últimos a duras penas, pero esa declaració­n ya supuso el rechazo absoluto de la hinchada. En su cesión al Barcelona el curso pasado tampoco pudo mostrar con regularida­d el talento que atesora.

João Félix ya no podía volver a vestir la camiseta del Atlético por más que durante esta pretempora­da se destapara como uno de los mejores jugadores rojiblanco­s. Su caso ya era una cuestión de piel de imposible arreglo ante la afición colchonera y compleja solución para la dirigencia. Presentado en su día en el Museo del Prado con Las Meninas de Velázquez de fondo, el delantero portugués se va sin haber cumplido las expectativ­as que generó. Fue fichado como el reemplazo de Griezmann cuando este se marchó al Barcelona y se marcha con la duda de si alguna vez logrará explotar con regularida­d el talento que nadie le discute.

La salida de João Félix alivia al Atlético y le ha generado un colchón económico que le permite la contrataci­ón de Gallagher, pero no deja de ser una apuesta que se tornó traumática y en la que fracasó el jugador, pero también el entrenador por su gestión en momentos puntuales y el club por ficharle cuando sabía que su encaje no iba a ser fácil en el libreto del técnico. El afán de su agente, Jorge Mendes, que buscaba una supuesta doble operación si el jugador triunfaba en el Atlético, también tiene su parte de culpa. El propio João Félix, en uno de sus peores momentos, llegó a confesar a un alto empleado del club que él nunca quiso fichar por el Atlético. El portugués se marcha después de 131 partidos, 33 goles, y un título liguero en 2021 del que fue parte decisiva en el tramo inicial. Sus fallidas cesiones al Chelsea, al que ahora regresa, y al Barcelona tuvieron la misma tónica que su paso por el Atlético. Nunca pudo mantener con regularida­d la brillantez con la que deslumbró en algunos partidos.

Despedido João Félix, Conor Gallagher reforzará la medular rojiblanca los próximos cinco años. El Chelsea tenía dos razones para vender a Gallagher, quien fue su capitán —en ausencia de Reece James— durante la pasada temporada. La primera, que su contrato expiraba el próximo año y era la última oportunida­d de ingresar dinero por él, y la segunda tiene que ver con las reglas del fair play financiero de la Premier League. El Chelsea necesitaba cuadrar su balance para fichar, y vender a un jugador de su cantera como Gallagher era la solución al rompecabez­as económico.

Formado en las categorías inferiores del Chelsea, Gallagher tuvo que buscar su oportunida­d con cesiones al West Brom y el Crystal Palace, donde se destapó como un centrocamp­ista box to box con ocho goles en la 2021-2022, su temporada de consagraci­ón. La polivalenc­ia, despliegue físico y la capacidad para llegar al área contraria son las principale­s credencial­es que lo llevaron al Chelsea y a la selección inglesa.

La temporada pasada, Gallagher disputó 50 partidos entre todas las competicio­nes, fue titular en 46 y se convirtió en un pilar fundamenta­l en el centro del campo de Mauricio Pochettino. En la Eurocopa de Alemania 2024, disputó cinco partidos (uno como titular) y llegó a la final, donde los ingleses cayeron ante España (2-1).

Cuestión de esquema

Según datos de OPTA, el británico jugó el 30% de sus minutos de la pasada temporada como mediapunta, el 30% como mediocentr­o defensivo, el 25% como interior, y el 14% como extremo. Hizo 7 goles y 9 asistencia­s. Y en lo que respecta al apartado defensivo, su capacidad para presionar y ganar duelos en las disputas por el balón (lo hace el 51% de las veces) son dos virtudes que, sin duda, serán valoradas por Diego Simeone. No en vano, Gallagher fue el jugador con más faltas cometidas (83) de toda la Premier y el noveno en cuanto a entradas a ras de suelo (85).

En el esquema que ha venido utilizando Simeone durante el último tramo de la pasada temporada, el británico puede ser una herramient­a multifunci­ones para el dibujo rojiblanco. Tras la salida de Saúl Ñíguez al Sevilla y la utilizació­n cada vez más frecuente de Marcos Llorente en el carril derecho, el centrocamp­ista podría ocupar el rol de multiusos, siendo capaz de apoyar a Koke en tareas defensivas como pivote, jugar de interior o hacerlo más avanzado, en la doble media punta diseñada por el Cholo.

Gallagher estuvo presente en la fiesta de bienvenida a los cuatro fichajes realizados, con Julián Alvarez como principal reclamo, que el club programó ayer para las 21.00 en el Metropolit­ano. Una manera de exhibir músculo frente a las críticas que en las dos últimas temporadas le habían llovido a la dirigencia por su escasa inversión en fichajes. A Simeone le hubiera gustado que en medio de ese festival de luces y sonido, en el que actuó Sidecars, también estuviera el central zurdo que reclama para reemplazar la salida de Mario Hermoso. Hancko (Feyenoord) es el preferido y el azulgrana Lenglet e Hincapié (Leverkusen) son segundas opciones.

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ALEJANDRO GARCÍA (EFE) Familiares y amigos de las víctimas, en el minuto de silencio ayer en Rubí (Barcelona).
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EFE Conor Gallagher, ayer en su primer entrenamie­nto con el Atlético.

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