Daniel Sancho, en su alegato final del juicio: “Siento que unos padres hayan perdido un hijo”
El encausado, que se enfrenta a la pena de muerte, realiza una intervención de 45 minutos
Ko Samui (Tailandia) / Madrid
El juicio contra el español Daniel Sancho, acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, concluyó ayer en Tailandia con un alegato final en el que el enjuiciado lamentó el daño que ha ocasionado a la familia de la víctima. “Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo”, dijo Sancho, ante el tribunal. “Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones. Siento lo que hice después de la muerte”, añadió. Su última intervención, que duró unos 45 minutos, cerró un proceso que ha durado cerca de un mes.
La vista, celebrada en el Tribunal Provincial de la isla de Samui, ha sido íntegramente a puerta cerrada desde el pasado 9 de abril. El juez, cuya identidad es confidencial, ha fijado para el 29 de agosto la lectura de la sentencia completa. Daniel Sancho, hijo del conocido actor Rodolfo Sancho, se enfrenta a una petición fiscal de pena de muerte.
El procesado, de 29 años, y Arrieta, de 44, habían quedado en verse el pasado 2 de agosto en Koh Pangan, una isla muy turística conocida por albergar la fiesta de la luna llena, en la que las playas se llenan de gente celebrando con música hasta el amanecer.
El español llegó un par de días antes de la cita y planeaba quedarse unas semanas por la zona. El 3 de agosto denunció que su amigo había desaparecido y Sancho fue detenido formalmente dos días después. Aunque inicialmente confesó el crimen, después ha defendido que Arrieta murió de forma accidental, fruto de una pelea.
Además del cargo de asesinato premeditado y de destruir el pasaporte de la víctima, cargos de los que Sancho se ha declarado no culpable, está acusado de su descuartizamiento y de ocultar el cuerpo, algo que sí ha reconocido.
La coacusación, sin embargo, ha insistido durante el proceso judicial en la falta de muestras de arrepentimiento por parte de
Daniel Sancho. Durante el juicio le planteó cuestiones que entendían sin resolver, como los motivos por los que no pidió ayuda cuando se vio en esa situación, cuándo consideró que Edwin Arrieta había fallecido o por qué descuartizó a la víctima.
“La familia cree que se podría haber evitado la muerte”, sostiene el abogado español Juan Gonzalo Ospina, que representa a los allegados de la víctima. Durante la sesión de ayer, Daniel Sancho aseguró que ayudará a la familia “en cuanto pueda” y que los compensará por “los daños morales del desmembramiento”.
La declaración de Sancho ante el tribunal se produjo prácticamente al final del juicio, durante el martes y miércoles. La última sesión quedó para algunos testigos de la defensa y el alegato final.
Mientras respondía a su abogado, Sancho declaró ante el juez tailandés que se sintió “arrepentido y culpable” tras ver el estado en el que quedó Arrieta tras la pelea de ambos en la habitación del hotel en el que se alojaba el hijo del actor. Varias fuentes citadas por la agencia Efe aseguran que, según su relato del acusado, el cirujano convulsionó tras golpearse la cabeza contra el lavabo.
“Desde luego, [Daniel] mostró su arrepentimiento [ante el tribunal] porque era algo que no tenía intención de que ocurriera. Pero ante lo sucedido y tras la presentación del grave cargo contra él [el asesinato premeditado] ha tenido que defenderse”, dijo a las puertas del tribunal el abogado de Sancho, Apichart Srinual. Sancho alega que la muerte de Arrieta se produjo debido a una pelea en defensa propia después de que el cirujano colombiano intentara “violarle” y “amenazara a él y a su familia”.
“Sin sorpresas”
La sesión de la vista oral del miércoles se prolongó hasta las 20.00 hora local (las 15.00 en la España peninsular). Sancho respondió a las preguntas del fiscal tailandés Jeerawat Sawatdichai y la coacusación, que representa a la familia del cirujano colombiano. Mettapon Suwancarer, que representa a la familia de Arrieta, afirmó que “en un momento dado, Daniel expresó su arrepentimiento”, aunque añadió que lo hizo de forma “breve”. Las acusaciones reconocieron la dificultad de probar que hubo premeditación, algo que, si no se acredita, impediría que se le aplique la pena de muerte.
El letrado Ospina destaca que el juicio se ha celebrado “sin sorpresas”. “La familia busca justicia y confiamos en que pueda llegar (...) Nunca se ha dudado ni del trabajo de la policía, ni de la independencia de la justicia”, destaca. La familia reclama una indemnización de 410.000 euros. El propio Ospina declaró durante el juicio para explicar la situación económica en la que se encuentra la familia tras el fallecimiento de Arrieta, que era quien les sustentaba económicamente.
El actor Rodolfo Sancho, padre del encausado, ha acudido a todas las sesiones del juicio. Durante el proceso se ha mostrado muy discreto, pidiendo respeto a los numerosos medios presentes en la entrada del tribunal, muchos de ellos televisiones españolas.
Ayer, Rodolfo Sancho quiso dejar claro que es una “absoluta mentira” que no haya transmitido sus condolencias a la familia del fallecido. “Lo primero que hice cuando saltó todo esto fue efectivamente eso y la gente que lo sabe, lo sabe, y los que no, no se han informado bien”, subrayó. El intérprete también dijo que estaba “muy satisfecho” con el proceso.
El juez tailandés fija para el 29 de agosto la lectura de la sentencia
El español afirma que se sintió “arrepentido y culpable” tras matar a Arrieta