Fracasa el intento de conciliación de la presidencia eslovaca tras el atentado contra Fico
La policía investiga si el agresor actuó en solitario contra el primer ministro
Ni el atentado contra el primer ministro, Robert Fico, ha conseguido apaciguar un ambiente político extremadamente agresivo en Eslovaquia. Ante la respuesta inicial de un sector radical del Gobierno de coalición populista que incendió aún más la situación al culpar a la prensa y a la oposición de la crispación, la presidenta, la progresista Zuzana Caputová, en el cargo hasta junio, y el jefe de Estado electo, Peter Pellegrini — aliado de Fico—, hicieron un gesto. Convocaron para hoy a todas las fuerzas políticas para impulsar la reconciliación y calmar los ánimos. Pero la propuesta ha fracasado, aunque Caputová no ceja: “Entiendo que la situación requiere más tiempo y paciencia. Más importante que el encuentro en sí mismo es su objetivo, y por ende el apaciguamiento de la sociedad, por la cual tenemos que seguir esforzándonos de diversas maneras”, escribió en Facebook.
La presidenta compartió estas palabras tras reunirse con el vice primer ministro y titular de
Defensa, Robert Kalinák, ayer. El número dos de Smer, el partido del primer ministro, es quien informa de los avances en el estado de salud de Fico, que se encuentra ya fuera de peligro, pero necesitará semanas antes de recuperar la actividad normal. El Parlamento recupera hoy su agenda, suspendida tras el intento de asesinato el miércoles, cuando un hombre ya detenido disparó contra Fico.
Caputová señaló que Kalinák le informó también de la seguridad en el país. “La tensa situación no contribuye a ello [a la seguridad] en modo alguno, y por eso es muy necesario que cada uno de nosotros abordemos nuestra comunicación pública con respeto y consideración”.
El domingo, Pellegrini ya apuntaba que “probablemente no sea el momento para la mesa redonda de los partidos políticos” en un mensaje en Facebook y un comunicado recogido por medios como Pravda. Con un ambiente muy frágil y algunos políticos “incapaces de una autorreflexión básica, incluso después de semejante tragedia”, el presidente electo pidió a los ciudadanos “contribuir a la paz . “Con independencia de si otros hacen lo mismo o del partido político al que apoyemos”, dijo.
Kalinák está conforme con que la reunión de hoy no se celebre. Igual que Andrej Danko, líder del tercer socio del Gobierno, el ultranacionalista SNS, que nada más suceder la agresión culpó a la oposición y a los medios de comunicación y declaró el inicio de “una guerra política”. “Es falso pensar que una reunión reconciliará a la sociedad”, dijo. El político ultra rechaza sentarse en la misma mesa con Caputová y el ex primer ministro Igor Matovic, un liberal conservador con estilo provocador que también ha contribuido a la polarización.
Matovic pidió la dimisión del ministro de Interior, Matús Sutaj Estok, por los fallos de seguridad que han emergido tras el intento de asesinato. Algunos expertos cuestionan que el guardaespaldas de Fico no se interpusiera entre el agresor y el primer ministro, o que no evacuasen inmediatamente al herido.
Más allá de la animosidad entre Danko y Matovic, el socio ultra del Gobierno insiste en reformar la ley para determinar qué debe “tolerar” un político de los medios. Entre las medidas más criticadas del Ejecutivo de Fico están sus planes para reformar la radiotelevisión pública y, según los críticos, ponerla a su servicio.
También hay polémica sobre la filtración de un vídeo del interrogatorio al agresor, Juraj Cintula, un poeta de 71 años con conexiones con un grupo paramilitar prorruso, pero que también ha participado en manifestaciones antigubernamentales. En la grabación, el detenido admitía el crimen y lo atribuía a sus desacuerdos con el Gobierno.
El día después del ataque, el Gobierno aseguró que el agresor había actuado en solitario. Ahora, el ministro Sutaj Estok ha anunciado que se investigará si actuó como parte de un grupo de personas que se habían estado animando mutuamente a llevar a cabo un asesinato.