Diosas, diablesas y mazazos a Moisés
‘Veneradas y temidas’ propone en CaixaForum un fascinante recorrido por lo femenino en las creencias y el arte
Entre las muchas cosas asombrosas e impactantes que se muestran en la exposición Veneradas y
temidas (CaixaForum, Barcelona, hasta el 16 de junio), consagrada a revisar el poder femenino en el arte y las creencias de diferentes épocas y culturas, sin duda está la secuencia en que una mujer vestida de morado arremete a golpes de mazo contra una réplica a escala real del Moisés de Miguel Ángel y hace pedazos la estatua. Es el vídeo Habla, de Cristina Lucas, en el que la artista ubetense, poseída de furor iconoclasta, se emplea a fondo con una copia en escayola de la monumental obra destruyéndola, como un desafío al orden patriarcal que representa el personaje bíblico. Veneradas y temidas agrupa un variadísimo y heterogéneo material, con 166 piezas, incluidas importantes obras de arte y objetos sagrados, en un sorprendente recorrido de 5.000 años y los cinco continentes por la forma en que se ha concebido a lo largo de la historia el poder de las mujeres, en su dimensión espiritual especialmente y tanto de manera positiva como negativa: diosas, diablesas, brujas, espíritus y santas. Agrupados en distintos ámbitos (Creación y naturaleza, Pasión y deseo, Magia y maldad, Justicia y defensa, Compasión y
salvación) el visitante puede encontrarse con ídolos femeninos de la Grecia arcaica o de Hawai (Pele, la Comedora de Tierra, relacionada con el poder destructivo de los volcanes), una estatua romana de mármol de Deméter, una figura de esteatita de Sedna, la Señora del Mar de los inuits ; una talla de una yawkyawk, ser ancestral femenino de los aborígenes australianos parecido a las sirenas; representaciones de la orisha femenina yoruba Oshun o Mami Wata, personificación de la sensualidad femenina. También el famoso relieve babilónico de hace 4.000 años de la enigmática Reina de la Noche (Ishtar) del British, desnuda y dotada de alas y pies con garras; una Astarté del siglo II; una preciosa, a la vez erótica y pudibunda, Venus del siglo II; imágenes de Eva, de Lilith, de Hécate y Medusa, de Afrodita enseñando la concha (en la que llegó a la costa), de la “diosa de la suciedad” huasteca y mexica Tlazoltéotl, de Rangda, la líder de los demonios balineses, o de Guanyin, la Diosa de la Misericordia manifestación del Bodhisattva de la Compasión.
Destacan el cuadro Circe ofreciendo la copa a Ulises del prerrafaelita Waterhouse, un grabado de Lucas Cranach con la serpiente del Paraíso en forma de una joven, una xilografía de Hans Baldung sobre el aquelarre de las brujas, y una Isis faraónica amamantando a Horus. O un icono de la Virgen de Smolensk y una silueta de María que decora una coraza alemana del siglo XVI.
El núcleo de la exposición es la muestra Feminine power, the di
vine to the demoniac, exhibida en el British Museum en 2022. Para la exposición de CaixaForum (que se ha visto anteriormente en Madrid), la muestra se ha enriquecido y ampliado con 14 obras de arte contemporáneo, varias de ellas tan espectaculares como la de Cristina Lucas. De la selección de esos trabajos que expanden con mucho sentido y pertinencia el significado antropológico, espiritual y político de las piezas arqueológicas y sagradas con las que dialogan, se ha encargado la comisaria Rosa Martínez, que ha incluido obras como Dragon
Heads, de Marina Abramovic, en la que una pitón recorre la cabeza y el torso de la artista; o los tres autorretratos de la fotógrafa sudafricana no binaria Zanele Muholi, en los que reivindica orgullosa y sensualmente su negritud.
En la misma sala de los martillazos al Moisés (en el ámbito Justicia y defensa) figuran otras manifestaciones del poder femenino en su aspecto tremendo y violento (y a menudo ambivalente, pues son a menudo vencedoras del caos), como una impresionante estatua de la aterradora diosa del Antiguo Egipto Sekhmet, con cabeza de leona. O la griega Atenea y su equivalente romana Minerva, marciales patronas de la guerra, la fuerza y la estrategia militar. O las diosas hindúes de gran capacidad destructora Durga y Kali. Llamará la atención a muchos, descubrir que la agresión y la guerra no han tenido siempre y en todo lugar representación masculina.
Veneradas y temidas no es solo una exposición de debate feminista occidental, destaca su comisaria Belinda Crerar. “Otras culturas se acercan de manera diferente al tema del poder de la mujer”, reflexiona. Y recuerda que el feminismo es un constructo cultural que no se puede universalizar ni imponer. “Sería poco respetuoso dar una visión específicamente desde el feminismo occidental a estos fenómenos”, dice.