Junts y comunes aprietan a ERC hasta última hora para negociar las Cuentas
“Los Presupuestos de Cataluña se deciden en Cataluña”, responde el ministro de Cultura, Ernest Urstasun, al ‘president’ Pere Aragonès
termina la cuenta atrás para aprobar los Presupuestos de la Generalitat y aunque la dirección de Esquerra Republicana insiste en que ve margen para lograr la luz verde en el Parlament, los dos partidos que tienen la llave para que siga la tramitación ponen en duda ese optimismo. Junts per Catalunya registró ayer una enmienda a la totalidad del proyecto de cuentas pactado con el PSC y sentenció que “el Govern prefiere que no haya Presupuestos antes que pactarlos con Junts”. La alternativa a los exsocios del Govern son los comunes, pero la relación con ERC tampoco es fluida. En Comú Podem exige al Govern que desactive el plan director del megacomplejo Hard Rock de la Costa Daurada para retirar su enmienda a la totalidad para empezar a negociar las cuentas. La vicepresidenta del Govern, Laura Vilagrà, manifestó que en los últimos días los contactos se están “intensificando” y ve margen para el acuerdo. “Tenemos que encontrar el desatascador y, evidentemente, lo vamos a encontrar”, dijo.
Esquerra logró hace dos semanas cerrar un pacto con el PSC, lo que le asegura 66 votos a favor de los Presupuestos en el Parlament. Seis grupos han presentado enmiendas a la totalidad —se votan en bloque— y si prosperan el proyecto decaerá, algo que no sucede desde 2016. La mayoría que hace desequilibrar la balanza está fijada en 68 y el calendario marca en rojo mañana como fecha tope. Los comunes insisten en que no contemplan la abstención. “Sigue sin ser una opción. Ya hemos dicho más de una vez que queremos aprobar los Presupuestos y que no estaremos en una abstención”, afirmó Joan Mena, portavoz de Catalunya en Comú, que recalcó que no hay que darle “tantas vueltas” y de lo que se trata es de que ERC tome una decisión política y tumbe el proyecto del megacasino.
Los comunes presentaron la semana pasada una enmienda a la totalidad y, ayer, Junts optó por hacer lo mismo alegando “falta de diálogo” por parte de Pere Aragonès. En una rueda de prensa conjunta, la portavoz en el Parlament, Mònica Sales, y el vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius, explicaron que se trata de una “enmienda preventiva” porque el Govern busca “no una negociación, sino una adhesión”.
Pese a plantear reclamaciones distintas, ambos partidos comparten una estrategia parecida: “La enmienda a la totalidad se puede retirar en cualquier momento”, sostienen, para defender que la voluntad negociadora persiste. Los comunes insisten en que están abiertos a negociar y no se levantarán de la mesa hasta el último minuto pero rechazan de plano el modelo que implica el Hard Rock. Según Mònica Sales, la bonificación del 99% del impuesto de sucesiones representaría una reducción de las cuentas de 358 millones y no 1.200 millones, como aseguran desde la Generalitat: “Les pedimos rigor”, dijo. Además de considerar que el proyecto de Presupuestos no avanza en cuestiones como la desburocratización, Rius acusó al Govern de priorizar el acuerdo con el PSC y con los comunes “para repetir el acuerdo tripartito del año pasado y para volverse a hacer una foto con Salvador Illa”.
Sales lamentó que el Govern contacte con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, para que interceda y para que los comunes aprueben las cuentas. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, aseguró: “El Hard Rock es un proyecto que desde el plano urbanístico, medioambiental y laboral no tiene sentido. Tenemos que hacer políticas contra fenómenos preocupantes como la ludopatía. Compartimos plenamente el criterio de los comunes, pero la negociación de los Presupuestos en Cataluña se decide en Cataluña”, informa Paula Chouza. En una entrevista a este diario, este domingo, Aragonès había apelado indirectamente a la cúpula de Sumar y Podemos en el Gobierno: “No voy a hablar de personas concretas, pero creo que son, somos, conscientes de la importancia de la votación de la próxima semana en Cataluña sobre los Presupuestos de la Generalitat”, dijo.
Los comunes refrendaron este domingo su posición en un acto político en el que la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, el ministro Urtasun, la líder del grupo parlamentario, Jéssica Albiach, y Jaume Asens, candidato a las europeas, defendieron en bloque su rechazo al complejo Hard Rock, que prevé uno de los mayores casinos de Europa e incluir 1.200 máquinas tragaperras. “Es una decisión política y no técnica”, afirmó Mena, “que ERC deje de marear la perdiz”.
Los socialistas, mientras, asisten con cierta perplejidad a la posición de los comunes. “El Hard Rock es una excusa. No hay ninguna partida. Es un proyecto del pasado. En 2023 no tuvieron ningún problema para votar a favor”, dijo Lluïsa Moret, secretaria de organización del PSC y presidenta de la Diputación de Barcelona.