El césped multifinanciado de Unionistas
La entidad cuenta con un presupuesto total de 1,5 millones de euros Los salvadores del campo ayudaron renovando su carnet por 5 o 10 años
lá tengamos la velocidad mental que pide el partido”, abundó Simeone.
La riqueza ofensiva del Madrid examinará el sistema defensivo del Atlético en un momento en el que a Simeone le cuesta encontrar un terceto de centrales estable. Otra señal palmaria de los problemas que atraviesa el equipo en defensa. Ni Savic ni Giménez están en su mejor momento. Tampoco el turco Söyüncü, ni Azpilicueta, que llegaron en verano para reforzar la posición han terminado de cuajar. La variedad de combinaciones que ha probado estos días para formar una defensa de tres centrales que le ofrezca garantía para frenar a los atacantes madridistas también delata el agujero defensivo que tanto le preocupa. Al respecto, Simeone también considera que la simple acumulación de jugadores en el área no resuelve el problema. Sus reflexiones vuelven a apuntar a la necesidad de que los defensas suban el nivel individual. “No importa la cantidad, sino la calidad”, dice.
Hasta ahora, Simeone no ha regresado a su libreto más clásico para tratar de mejorar al equipo en defensa y tratar de salir de la crisis de resultados que ha descolgado al Atlético de la pelea por la Liga. Esta ha sido la solución más frecuente en sus 12 años en el banquillo rojiblanco. Mantiene la apuesta por asumir riesgos con la pelota desde atrás. Las sesiones de trabajo han mostrado a un entrenador que trata de transmitir tranquilidad a los jugadores para que encuentren a los compañeros libres de marca cuando el rival les presiona la salida del balón. “Siempre aparece, siempre aparece”, se le ha escuchado vociferar.
Tampoco parece dispuesto Simeone a renunciar a que su equipo sea el que presione al rival en campo contrario. Es en esta faceta donde necesita que sus futbolistas eleven sobremanera el nivel en los duelos individuales. Es la única manera de poder sostener ante rivales como el Madrid el paso adelante dado. Lo contrario provoca que emerja ese Atlético del revés.
te en cualquier posición. Lo he puesto por la izquierda, y lo ha hecho bien. A veces, como delantero centro, y lo ha hecho bien también. Es un jugador completo que nos está ayudando mucho”.
Aunque sigue con pocos minutos, aprovechó diciembre y ganó mucho peso. Tanto, que el domingo, antes de la final de la Supercopa en Riad, el director de la selección española, Albert Luque, también se había dado cuenta: “Desde la federación lo tenemos muy presente. El responsable es Luis [de la Fuente], pero puedo decir que es un jugador que gusta”.
Tres días antes, en la semifinal contra el Atlético, había salido a diez minutos del final, con 2-3. Cerró el partido marcando en la prórroga el 5-3 en esa carrera que le ganó a Oblak, que había subido a rematar un córner a la desesperada. En la celebración, se quitó la camiseta y quedaron a la vista las protecciones del hombro que se dañó en su anterior partido contra los rojiblancos, en el estadio al que regresa esta noche.
Cambiar el verde se convirtió en un marrón: la continuidad de Unionistas de Salamanca en Primera RFEF en 2022 dependía de sustituir el césped artificial de su campo de fútbol por la hierba natural que exigía la Federación. La factura: 300.000 euros más 30.000 anuales de mantenimiento. El club autogestionado había prosperado sobre briznas de plástico y mares de caucho cuando se encontró con este requisito para continuar en la categoría de bronce. El dineral hizo palidecer a los gestores y, por ende, a los socios copropietarios de la entidad hasta que abrieron la recaudación de fondos a financiación social. El éxito del micromecenazgo de abonados y meros aficionados anónimos rompió con las negras previsiones, permitió cosechar la cantidad con creces y brindar a Unionistas el césped que se enfrentará hoy a las botas del Barcelona (19.30, Movistar) tras fajarse contra el frío invernal.
El pedigrí del rival de octavos de final de la Copa del Rey ha demandado algunos mimos extra al siempre cuidado campo Reina Sofía de Salamanca, de propiedad municipal. Alberto Matías, responsable de la empresa Hermaflor, contratada por el Ayuntamiento para atender las instalaciones, afronta con confianza el encuentro: “El primer partido tras ponerlo pensé que me moría, estaba muy tierno pero a base de tiempo, tratamientos y trabajos está fuerte”.
“Los inviernos en Salamanca son dolorosos, sobre él juegan Unionistas y el Monterrey”, explica Matías, sonriente con la diferencia de recursos frente a la élite del balompié: allí no hay moquetas ni tapetes, tampoco lámparas gigantes, mantas térmicas o suelos radiantes como los presentes en los grandes estadios. Aquí manda el rastrillo. El principal enemigo, más allá de los tacos de aluminio de los equipos del Grupo I de Primera RFEF, el hielo provocado por las temperaturas bajo cero de estas fechas. Ya la eliminatoria triunfal contra el Villarreal se disputó con zonas duras junto a los banquillos, donde la sombra impide descongelar la hierba. “Es tu tierra, son tus campos donde jugaste de pequeño. En el de Unionistas actual jugué yo cuando era tierra con mis amigos y mi padre”, suspira el salmantino al recordar tantas rodillas despellejadas y zapatos rotos.
Los salvadores del campo ayudaron renovando su carnet por cinco o 10 años, pagando 1.500 o 3.000 euros, o donando la cantidad deseada. Esa implicación explica la filosofía de Unionistas, en mitad de tabla de su división pero en lo alto del fútbol popular desde que en 2013, al desaparecer la histórica UD Salamanca, los aficionados lo fundaran e implantaran un modelo asambleario. Todo se consulta, todo se debate, todo se discute entre los más de 4.500 socios, nunca abonados. Ellos son socios, partícipes de Unionistas.
La visita blaugrana ha elevado la cifra a 4.800 socios, la capacidad del estadio sin gradas supletorias. Miguel Ampuero, de 27 años, lleva desde los 16 colaborando en este modelo. De pegar carteles y llevar redes sociales ha pasado a vicepresidente y responsable económico, o sea, quien valora “el pelotazo” de la visita del Barça y los triunfos coperos. También
a él “los cabrones” de los jugadores le piden primas por sus inesperadas victorias. De estas rondas ingresaran unos 600.000 euros, equivalente a la inversión anual en la plantilla, un potosí para aliviar las arcas de una entidad siempre al filo económico, escenario habitual en el fútbol modesto.
El sorteo los citó en 2020 con el Real Madrid, saldado con un 1-3 sobre el olvidado césped artificial. Entonces también lograron un buen pellizco gracias a las entradas, los patrocinios y la visibilidad del oponente. El presupuesto total de la entidad asciende a 1,5 millones de euros, una propina para las nóminas de Lewandowski o De Jong.
“El dinero generado va para el club, generar puestos de trabajo y buena plantilla, no hay intereses privados”, ensalza Ampuero, a quien el episodio del césped le hizo temer por la evaporación de ese sueño futbolístico: “Los empleados estaban mirando trabajo en InfoJobs. Hace dos años casi desaparecemos y ahora estamos en octavos de Copa”. La campaña se saldó con 416.000 euros de apoyo, 360.000 procedentes de los abonos y el resto de donaciones altruistas de quienes defienden esta filosofía. El salmantino valora que la relación con el Ayuntamiento (PP) ha mejorado “con una actitud constructiva”. “Con las luces no habrá sustos, esa misma noche nos dijeron que eran problemas en el barrio, algo puntual”, sostiene, ante los cortes que aplazaron al día siguiente la prórroga y los penaltis donde tumbaron al Villarreal tras batir al Gernika y al Sporting de Gijón en las eliminatorias previas.
La zozobra de 2022 con la hierba no asustó a Ramiro Mayor, defensa habituado a escenas más temibles, como proteger la portería en los córners fuera de casa. “Estaba convencido de que saldría adelante, sé lo que hay, llevo cuatro años y conozco este sentimiento de pertenencia, es el niño de los socios que han visto crecer”, argumenta. El sábado juegan contra el Rayo Majadahonda pero los culés se cuelan en conversaciones: “Son dos mundos distintos”. Su palanca deportiva, la fuerza de la “caldera” del Reina Sofía y las ganas de engordar la historia de Unionistas, “referente del fútbol popular” peleando en octavos de Copa del Rey: “Otra forma de gestionar es posible”.