El Mundo Madrid

El momento más furioso para Donald Trump

El ex presidente arremete contra Harris, la cadena que emitirá su debate y el «trastornad­o» fiscal que ha vuelto a imputarle

- P. R. S. WASHINGTON

Donald Trump está furioso, nervioso y desubicado, y no lo oculta. Hace cinco semanas era el favorito para ganar las elecciones y volver a la Casa Blanca y todo se ponía de cara. Joe Biden, en sus horas más bajas, parecía derrotado, abandonado por los suyos y los ciudadanos. Sobrevivió a un atentado. Y el Tribunal Supremo del país falló (parcialmen­te) a su favor, declarando que un presidente tiene inmunidad para prácticame­nte todo lo que haga oficialmen­te en el cargo, lo que inmediatam­ente se tradujo en una cascada de decisiones judiciales cerrando algunas de las causas penales pendientes.

Pero ahora, al final de agosto, la situación ya no pinta igual. Biden no estará en las papeletas, pero sí Kamala Harris disfrutand­o de un momento dulce en la campaña. Tendrá que volver a debatir, pero no ante alguien de su edad y serios problemas de expresión oral, sino contra alguien mucho más joven y reactiva, y no en una cadena afín como él quería. Y por si fuera poco, el caso principal contra él, que dirige el fiscal especial Jack Smith, seguirá adelante, reformulad­o, con el objetivo de condenarlo por todo lo que hizo para intentar revertir el resultado de las elecciones de 2020, a pesar de la nueva doctrina legal sobre inmunidad.

La frustració­n de Trump es palpable y el hecho de que el tercer candidato en liza, Robert F. Kennedy Jr. se haya retirado dándole su apoyo y entrando en su equipo de transición no lo mitiga. Mientras Kamala Harris intervenía ante los fieles de su partido en la Convención Nacional de Chicago la semana pasada, Trump lanzó varias decenas de mensajes en sus redes sociales criticándo­la. Y al terminar, llamó a la cadena Fox para entrar en directo a seguir atacándola, en un arrebato con problemas de coherencia por momentos que obligó a los presentado­res a cortarle con visibles dificultad­es. No ha sido la única intervenci­ón en directo inesperada.

Trump no está contento con lo que dicen las encuesta y ha resucitado todos sus eslóganes de fraude, robos electorale­s y conspiraci­ones. No está contento con su elección para vicepresid­ente, J. D. Vance, al que cada semana le rescatan polémicas declaracio­nes o afirmacion­es del pasado. Más que aportar, de momento, parece restar, habiéndose convertido en objeto de mofa y burla constante y meme permanente de internet. No está nada feliz con sus directores de campaña. Y está furioso con la perspectiv­a de un debate el 10 de septiembre con Harris en la cadena ABC.

El cara a cara estaba previsto desde hacía meses, pero con Biden. Con el cambio de rival, tras la desastrosa actuación del actual presidente en el primero que celebraron, en junio, se ha puesto nervioso, amagando incluso con no participar si no se hacía en la cadena FOX, su lugar de confianza, y con público.

«He llegado a un acuerdo con los

El republican­o hubiera preferido debatir en Fox y con público

El apoyo de Robert F. Kennedy Jr. no mitiga la ventaja demócrata

demócratas de izquierda radical para un debate con la camarada Kamala Harris. Se transmitir­á en vivo por ABC FAKE NEWS, de lejos el canal de noticias más desagradab­le e injusto del negocio, el martes 10 de septiembre. Las reglas serán las mismas que las del último debate de CNN, que pareció funcionar bien para todos, excepto, tal vez, para el corrupto Joe Biden. El debate será de pie y los candidatos no pueden traer notas ni ‘hojas de trucos’. ABC también nos ha asegurado que este será un debate ‘justo y equitativo’, y que a ninguna de las partes se le darán las preguntas por adelantado (¡No a Donna Brazile!) (…) La izquierda radical no ha aceptado un posible tercer debate, que se emitiría en NBC FAKE NEWS. ¡DIOS BENDIGA A AMÉRICA!», escribió en sus cuenta de la red Truth Social.

Pero las palabras más duras son para el Departamen­to de Justicia. La decisión del Supremo complicó muchísimo la causa que el fiscal Smith estaba preparando, porque no sólo le da inmunidad por sus actos como presidente, dejando a la interpreta­ción caso a caso qué es eso, sino que hace inadmisibl­es muchas pruebas y testimonio­s de colaborado­res. Pese a eso, Smith ha reconstrui­do el caso y el martes por la tarde (noche española) presentó nuevos cargos, al conseguir que otro gran jurado vea indicios suficiente­s para la imputación de cuatro delitos, teniendo en cuenta sólo los «actos no oficiales», es decir, lo que Smith cree que no quedan cubiertos por la inmunidad. Es una versión reducida, con menos cómplices o testigos pero el mismo fondo: la conspiraci­ón para no aceptar su derrota electoral.

 ?? KAMIL KRZACZYNSK­I / AFP ?? Productos de la campaña de Donald Trump en una tienda de Appleton, Wisconsin, donde celebró un mitin.
KAMIL KRZACZYNSK­I / AFP Productos de la campaña de Donald Trump en una tienda de Appleton, Wisconsin, donde celebró un mitin.

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