Illa mantiene la Diada planificada por ERC
El PSC elogia el programa «catalanista y contra el fascismo»
BARCELONA El Govern del PSC da continuidad al programa diseñado por el anterior Ejecutivo de Esquerra Republicana para conmemorar la Diada del próximo 11 de septiembre. «El sentimiento catalanista, la unidad y diversidad de Cataluña y el rechazo al fascismo y la extrema derecha» son los ejes sobre los que pivotará la primera fiesta autonómica con Salvador Illa como presidente de la Generalitat.
«Esta es una Diada que fue pensada para todos», aseguró ayer durante la presentación la consejera y portavoz, Sílvia Paneque, al referirse a la estructura planificada por el Gabinete que lideraba Pere Aragonès para la celebración institucional. Según su valoración, los republicanos fueron «sensibles al actual momento político y a las circunstancias que podían acompañar a este 11 de septiembre».
De forma preventiva, Paneque dijo que sería «una pobre decisión» que algún partido político critique que se dé continuidad al proyecto que dejó ultimado el Gobierno saliente: «Detrás hay mucho trabajo de entidades, instituciones y personas sin una vinculación política y únicamente ánimo de colaborar a nivel artístico».
Este Onze de Setembre se cumplirán 20 años de la primera Diada con un Govern liderado por el PSC, el del primer tripartito [con ERC e ICV] presidido por Pasqual Maragall tras el fin de la era Pujol en 2003. Y fue precisamente el también ex alcalde de Barcelona quien dotó de mayor relevancia protocolaria la fiesta definida en el Estatut como uno de los tres «símbolos nacionales» de Cataluña, junto a su bandera (la senyera) y su himno (Els Segadors). «Ha sido una Diada en positivo, en la que este país ha demostrado que, además de tener cosas por las que quejarse o reivindicar, cuenta con
una historia», se enorgulleció Maragall en aquella ocasión tras celebrar un solemne acto institucional abierto al público en el parque de la Ciutadella, con izada de bandera por parte de la Guardia de Honor de los Mossos incluida, que reunió a unas 15.000 personas.
El ex president socialista rompía así con los años en los que el recuperado 11-S tras el final del franquismo se había limitado prácticamente a la tradicional ofrenda floral al monumento a Rafael Casanova y a las recepciones en el Parlament.
La primera Diada de Illa coincidirá con la manifestación con la que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) que ahora preside Lluís Llach pretende recuperar parte del protagonismo que tuvo en la calle durante el inicio del procés.
La fecha en que se conmemora la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas durante la Guerra de Sucesión española tiene desde 2012 entre sus protagonistas a esta entidad, que junto a Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia empezó a organizar hace 12 años las multitudinarias manifestaciones secesionistas de la Diada, con más de un millón de participantes. En los últimas ediciones, sin embargo, la ANC apenas ha logrado reunir cifras ligeramente superiores a las 100.000 personas.
Que la Generalitat esté ahora en manos del PSC y no de un Govern independentista no significa que esta vaya a ser la primera ocasión en que exista confrontación entre la marcha soberanista y el poder autonómico. Desde finales de 2017, el independentismo civil y político transitan por vías separadas y las últimas manifestaciones del 11S fueron especialmente crudas para Esquerra, que incluso declinó participar en 2022.