Un «problema» social y político
L La inmigración se sitúa como la cuarta preocupación de los españoles por delante de la vivienda L Feijóo acusa a Sánchez de «alentar un efecto llamada» y Abascal de «promocionar una invasión»
Rodeado de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que luchan a pie de mar contra la migración irregular, Pedro Sánchez selló ayer en Gambia un acuerdo para impulsar la migración circular: formar a ciudadanos en origen para que viajen a España a trabajar durante un periodo de tiempo concreto a cubrir la demanda de empresas españolas y luego regresen. La firma de este pacto –igual al que suscribió el martes con Mauritania– sirvió al presidente del Gobierno para reafirmar su apuesta por una «migración segura, ordenada y regular» que «beneficie» tanto a los países implicados como a sus ciudadanos.
El jefe del Ejecutivo se defendía así de las críticas que a más de 3.000 kilómetros de distancia le dirigieron los partidos de la oposición por haber planteado cubrir 250.000 empleos con trabajadores extranjeros contratados en sus naciones de procedencia para tratar de frenar las llegadas en cayucos. El debate político se encona mientras la inmigración escala ya hasta la cuarta posición en las preocupaciones de los españoles según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), por detrás del paro, los problemas políticos en general y la crisis económica.
En los últimos 12 meses, nunca había ocupado un puesto tan alto. De hecho, un año atrás, en julio de 2023, se situaba en el puesto 13 en las preocupaciones de los españoles. En noviembre, justo en paralelo al repunte de las llegadas a Canarias, escaló al quinto puesto, pero incluso entonces la suma de quienes lo citaban como primer, segundo o tercer problema era 14,3 puntos. Ahora, ante una nueva crisis de los cayucos y alentado desde la redes, especialmente, por formaciones como Vox y Se Acabó La Fiesta (Alvise Pérez), el total de quienes lo señalan como uno de los «principales problemas» es 16,9 puntos –más del doble que hace un año, cuando el acumulado era de 7,7–.
El CIS, además de preguntar «cuál es el principal problema en España», cuestiona «cuál es el problema que personalmente le afecta más». En toda la serie, en esa segunda cuestión, la inmigración siempre aparece en un puesto más alto, entre el 19 y el 12 entre julio de 2023 y junio de 2024, que en la primera, entre el puesto 13 y el cinco en ese mismo periodo. Sin embargo, en el último barómetro de julio, las respuestas a las dos preguntas
se aproximan como nunca. La inmigración es la cuarta cuestión que más preocupa y la sexta que más afecta «personalmente» a los españoles.
A la vista de ese impacto sociológico, la réplica política se acentúa. «Es irresponsable alentar un efecto llamada en la peor crisis de migración irregular», le recriminó ayer el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a Sánchez. «En vez de ir a África a combatir las mafias, Sánchez promociona España como destino. Al revés que el resto de la Unión Europea», agregó a través de un mensaje en X.
Más contundente se mostró posteriormente el líder de Vox: «Están promocionando una invasión (...). Los españoles van a tener que empezar a defenderse por ellos mismos. Pero de verdad». Santiago Abascal
culpabiliza de la situación tanto a Moncloa como a los populares y «a todos sus amos internacionales», desde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Kamala Harris, vicepresidenta de EEUU, por haber «traicionado, estafado y vendido» a los ciudadanos con el reparto de menores extranjeros no acompañados entre comunidades que provocó la ruptura de sus coaliciones autonómicas con el PP.
Frente al acoso de la oposición, hasta tres ministros del Gobierno salieron en tromba a tratar desautorizar a Feijóo equiparándolo con Abascal. José Manuel Albares, titular de la cartera de Asuntos Exteriores, lo acusó de «abrazar ya abiertamente las tesis más xenófobas de la extrema derecha» e Isabel Rodríguez, responsable de Vivienda, tachó de «bajeza e irresponsabilidad» el uso de la llegada de personas en situación irregular «para buscar una revuelta social en unos posicionamientos que superan la extrema derecha». «El único efecto llamada que se produce es el efecto llamada que produce Vox sobre el PP: Vox siembra odio y xenofobia y el PP lo alimenta y trata de aprovecharse», agregó por su parte Félix Bolaños, que ostenta las competencias de Presidencia y Justicia.
En paralelo al protagonismo que ha adquirido en la refriega política durante las últimas semanas, la inmigración ha ido ascendiendo también en el ranking de preocupaciones de los españoles. Mientras en septiembre de 2023 los encuestados por el CIS la situaban en la posición 16, el pasa
Hace un año, la inmigración era el «problema principal» 13º
Más españoles lo sienten ya como algo que les afecta «personalmente»
do mes de julio había subido ya hasta el cuarto puesto, por delante de cuestiones como la vivienda, ante la llegada constado de cayucos. Entre el 1 de enero y el 15 de agosto han entrado en España 31.155 personas de forma irregular, un 66% más que en el mismo periodo del año anterior, la mayoría a través de las costas de Canarias, que ha visto incrementada su presión migratoria un 126%.
Sánchez aprovechó ayer su visita a Banjul, la capital de Gambia, para agradecer la labor que hacen los miembros de la Policía Nacional y la Guardia
Sánchez añade a su discurso que las devoluciones son «imprescindibles»
3 ministros tratan de desautorizar al líder del PP asociándolo a Vox
Civil desplazados a estos países, y que trabajan de manera conjunta con las autoridades locales. «Juntos tenemos un objetivo común: salvar vidas en el mar y detener a las mafias que explotan a personas que tienen un legítimo deseo de prosperar».
Un mensaje que es que el está trasladado Sánchez a estos países africanos y que persigue el propósito de que toda vez que la migración es un fenómeno complejo, que al menos en la mayor medida posible se puede canalizar de manera legal. Así, Mauritania y Gambia se suman a países como Senegal –donde el presidente del Gobierno termina hoy su gira por el continente vecino–, Colombia, Honduras, Argentina, Ecuador o Uruguay.
En su escala en Senegal, incorporó un elemento importante: «imprescindibles» devoluciones. «Desgraciadamente, las mafias no dejan de crecer. No solamente juegan con las vidas, quebrando el futuro de muchos jóvenes que son engañados y las esperanzas de las familias que confían en ellas, sino que también se asocian y se extienden a otros delitos, también el terrorismo», prologó su discurso, que cerró con un mensaje «contundente, nítido»: «Para combatir esta amenaza que afecta a la estabilidad y a la seguridad de nuestras sociedades es imprescindible también el retorno de quienes han llegado a España irregularmente. Porque traslada un mensaje desincentivador a las mafias y por la legislación europea y española obligan a ello».