La ola camino a la medalla
Subido a una tabla desde los 10 años y doble campeón de España, el vasco se ha convertido en el primer surfista español en clasificarse para unos Juegos Olímpicos
El surf español tendrá representación masculina en París 2024. En los ISA World Surfing Games celebrados en Puerto Rico el pasado mes de febrero, Andy Criere (San Sebastián, 28 años) logró su clasificación para unos Juegos Olímpicos que, pese a tener su sede central en París, celebrarán esta prueba a miles de kilómetros de distancia, en Tahití. Llegado directamente desde allí, donde piensa seguir con su preparación, atiende a este periódico para contar sus expectativas de cara a la cita más importante de su carrera.
La vida de este joven surfista siempre ha girado en torno a una tabla y a las olas que el mar le concediera para surfear. Aquel niño de diez años que daba sus primeros pasos en la playa de Hendaya (Francia), se ha convertido en el primer español de la historia que busca colgarse una medalla en la competición masculina. «Me atrajo el mar. Más allá del surf, el hecho de estar en el mar y lo bien que me siento ahí, fue lo primero que me enganchó», comenta sobre sus inicios encima de la tabla.
Poco a poco, comenzó a tener claro que aquello era lo suyo y fue en esa playa francesa donde pudo compartir grandes momentos con su referente: la surfista Pauline Ado (Bayona, Francia,33 años). En esa primera etapa, compaginar el deporte con los estudios y la familia no fue fácil: «Haciendo malabares. Mi familia siempre me ha apoyado. Ha creído en mí y estoy muy agradecido. También me han ayudado a seguir con mi formación y prepararme como persona. Creo que mi evolución como surfista está marcada por mi desarrollo personal. Si las dos cosas van a la par, es un combo ganador».
Antes de comenzar cada entrenamiento, Criere comienza un ritual de unos cinco minutos de duración: «Tengo una secuencia de movimientos continuados, de activación física. Me pauso y pienso en mi respiración. Me ayudan en mi movilidad, para activar el cuerpo y poder afrontar mi sesión de surf de la mejor manera. Ese es el momento en el que digo, ahora toca lo siguiente: surfear». El de San Sebastián intenta
realizar una sesión diaria de surf y otra de gimnasio, aunque su entrenamiento, como él dice, «depende de las olas».
Una vez dentro del agua, las experiencias son innumerables. Muchas de ellas las ha compartido en su canal de YouTube, aunque lo vivido durante aquellos días en Puerto Rico, confiesa, ha sido muy especial. «Allí se conectó todo. Lo que llevo soñando durante muchos años y cómo quería lograrlo. Es ese tipo de viaje en el que todo encaja». Y poco a poco, esa conexión, le llevó a tener al alcance de la mano el billete olímpico.
Teahupo’o, en la Polinesia Francesa, es el lugar señalado en el mapa. «Espero poder llegar a competir bien en la ola. Ese es mi sueño», apunta sobre los Juegos. Prepararse para ese momento es ahora su máxima prioridad, para la que dice, intentará permanecer en Tahití: «La mejor preparación para los Juegos y mi competición es pasar tiempo allí. Es una ola muy especial y emblemática para todos, pero que requiere un gran conocimiento de ella. La idea es sumar más viajes y experiencias antes del campeonato».
Cuando se quita el neopreno y guarda la tabla en su funda, Criere prefiere definirse de la siguiente manera: «Soy mucho más nervioso que cuando surfeo, aunque no lo parezca. Mucha gente me dice: “Pareces super tranquilo”, pero yo creo que por dentro soy una bola de nervios. Soy una persona que quiere mucho a sus amigos, a su familia y que le encanta conocer a gente de mundos diferentes».
Además, su compromiso con el medio ambiente también es un elemento muy importante para él. «Tengo la suerte de pasar gran tiempo de mi vida en el mar. Es un medio increíble que requiere por nuestra parte un cierto compromiso. Me he unido a ciertas acciones con diferentes marcas que han iniciado proyectos increíbles. Son personas e iniciativas que me inspiran muchísimo y son los pasos necesarios para que el mar sea un mejor sitio para todos».