Caen los históricos, crece Unicaja
Los equipos históricos se van cayendo de los playoffs en una Liga ACB que, en conjunto, esconde una realidad tras su acrecentada igualdad clasificatoria de las últimas temporadas: baja el nivel general, se igualan los grandes y sus perseguidores, y acaban demostrándolo equipos como el Joventut o el Baskonia, que se han quedado fuera de una fase final liguera en la que habrá que preguntarse si hay un equipo claramente candidato al título o no.
La mayor incógnita ante la siguiente fase de eliminatorias directas reside en un Real Madrid que, sin duda, ha completado hasta ahora una temporada destacada en España y en Europa, pero cuyos desenganches defensivos –además de percances tan notables como la nueva lesión de Gaby Deck– le han costado caros en la competición nacional y suscitan incógnitas ante los playoffs europeos. En las dos últimas jornadas de la ACB el Madrid ha soportado tanteos inauditos por parte de sus rivales, y resultan particularmente notables los 99 puntos que el viernes logró un Valencia muy debilitado esta temporada y que privaban a los blancos del primer puesto y, por tanto, de la ventaja de campo en una posible final.
La manera de bajar los brazos del Real Madrid, único equipo español en la Final Four de la Euroliga, en una serie de partidos decisivos de este último tramo de la temporada suscita dudas sobre la intensidad competitiva y el deseo de victoria del último campeón europeo. El viernes, en Valencia –cuyo equipo es claramente uno de los que vemos debilitados tras esta temporada–, fue notable la bajada de brazos defensiva de los blancos en el último cuarto, cuando –por casualidad o no– ya se sabía que el que había hecho sus deberes era el Unicaja, ganando in extremis en campo del Barcelona y asegurándose así el primer puesto antes de los playoffs.
Llegamos de esta manera a una fase definitiva en la que no sólo están ausentes los badaloneses y los vitorianos, sino a la que llegan con claros signos de vulnerabilidad el Madrid y el Barcelona. Serio, sólido, sobreponiéndose a sus propios problemas de lesiones, el Unicaja malagueño se presenta así como el más serio pretendiente al título español, seguido por los blancos y los azulgranas, en una fase de transición preñada de dudas para estos históricos.