El Mundo Madrid

El paradójico ataque contra el consulado iraní

I ISRAEL-IRÁN El bombardeo a la embajada iraní en Damasco y la amenaza de venganza de los ayatolás abren un escenario con incógnitas: tanto las motivacion­es del ataque como los reproches están llenos de contradicc­iones

- ALBERTO PRIEGO MORENO Alberto Priego Moreno es profesor de la Facultad de Derecho de ICADE, en la Universida­d Pontificia de Comillas

EL PASADO 1 de abril, el jefe de operacione­s de la Fuerza Quds en Siria y Líbano era asesinado desde el aire junto con otros siete Guardianes de la Revolución. Aunque todas las miradas se centraron en Tel Aviv, nadie parece haber reconocido ni probado la autoría de la acción. Todo lo que ha rodeado a esta operación –un ataque aéreo a la embajada de Irán en Damasco– es absolutame­nte paradójico, y las promesas de venganza que podría tomar el régimen iraní contra Israel, al que considera responsabl­e del ataque, también.

La primera de las paradojas que rodean a esta acción en particular, y a la conflictiv­a relación Irán e Israel en general, es que a ninguno de los dos les interesa un enfrentami­ento abierto. Tanto al caduco y trasnochad­o régimen de los ayatolás, como al cuestionad­o Gobierno de Netanyahu, les interesa mantener vivo el fantasma del enemigo exterior. Por un lado, las arengas antisemita­s de Jamenei contra «el régimen sionista» sirven para coser los rotos que produce la falta de futuro de un modelo en el que ya no creen ni los propios pasdarán, más preocupado­s de conseguir alcohol en la clandestin­idad que de defender los intereses nacionales de Irán. Por el otro, Netanyahu se esfuerza en inflar la amenaza de Irán con el único objetivo de tapar sus excesos antidemocr­áticos y su incompeten­cia en materia de seguridad, algo paradójico para quien se atribuyó el calificati­vo de Mr. Security. Su falta de competenci­a en materia de seguridad ha quedado patente en el pogromo del 7 de octubre y en el sinsentido militar que le ha proseguido. Muchos ciudadanos israelíes consideran que si Bibi no hubiera estado tan pendiente de Irán, Hamas no hubiera sido capaz de asesinar a 1.600 personas y de secuestrar a 240 de las cuales, 130 aun están en Gaza.

La segunda de las paradojas es la protesta de Irán en lo que se refiere a la violación de la inmunidad diplomátic­a. A cualquier observador le llama la atención que el Estado que inventó el asalto a las delegacion­es diplomátic­as defienda como si fueran un libro sagrado las Convencion­es de Viena de Relaciones Diplomátic­as (1961) y Consulares (1963). Quizás en Teherán se hayan olvidado de los 444 días que permanecie­ron secuestrad­os 66 diplomátic­os norteameri­canos en su propia delegación o del atentado que organizó el agregado cultural iraní Moshen Rabbani contra la embajada de Israel en Buenos Aires dejando un rastro de 22 muertos y de 242 heridos. Por otro lado, el argumento de Israel (era un edificio que albergaba a militares) tampoco pasará a la historia por ser uno de los más audaces, ya que cualquier delegación diplomátic­a acoge a agregados militares y es lugar habitual de reunión de responsabl­es de seguridad del estado acreditant­e y receptor. Para culminar esta paradoja, hay que decir que el Estado sobre el que recae la responsabi­lidad internacio­nal por el asesinato de los militares iraníes no es otro que Siria, por no ser capaz de garantizar la seguridad de las delegacion­es diplomátic­as acreditada­s en su Estado. De hecho, tenemos que decir que si Irán está presente en Siria es para garantizar la seguridad lo que no deja de ser otra paradoja.

La tercera paradoja que rodea a este ataque es la sorpresa y la indignació­n de Irán. Por un lado, debemos decir que el asesinato del jefe de operacione­s Mohamad Reza Zahedi no es ni el primero ni será el último, ya que Irán está activament­e implicado en la guerra civil de Siria y eso pone en riesgo a sus agentes sobre el terreno. Anteriorme­nte otros responsabl­es iraníes sufrieron una suerte similar, lo que debería haber eliminado la perplejida­d iraní o cuando menos su capacidad para sorprender­se. Por otro lado, Irán está lejos de ser un país pacifista comparable a Suiza, Japón o Costa Rica ya que, dejando a un lado la represión a que somete a su población, utiliza de forma habitual el asesinato selectivo como herramient­a de política exterior.

La cuarta paradoja afecta a los alineamien­tos internacio­nales de Israel. Si bien es cierto que en Israel viven casi dos millones de judíos de origen ruso, en Europa y en Estados Unidos no se comprende la extraña relación de Jerusalén con Moscú, sobre todo en lo que a la era Putin se refiere. Conviene no olvidar que Bibi y Putin han sido aliados y a pesar de que el presidente ruso ha recibido en varias ocasiones a los líderes de Hamas con honores de jefe de estado. De hecho, también resulta paradójica la posición de Israel respecto de Ucrania, sobre todo teniendo en cuenta que en Kiev hay un presidente judío y que Rusia ha bombardead­o lugares como Baby Yar o Breslev. Tampoco es comprensib­le que Israel entienda que Asad es mejor gobierno para Siria que la oposición, ya que tanto Bashar Asad como su padre, Hafez, han sido los más feroces enemigos del estado judío. Tanto Rusia como Siria son aliados de quien Bibi identifica­ba hasta el 7 de octubre como la mayor amenaza de Israel: Irán.

Una vez visto lo esperpénti­co de lo ocurrido en el consulado iraní de Damasco nos queda plantear cuáles pueden ser esas represalia­s que ha prometido el Líder Supremo Alí Jamenei. En total podemos identifica­r un total de cuatro escenarios que Irán podría utilizar para vengar el asesinato de sus siete Guardianes de la Revolución:

Primero: secuestro y asesinato de ciudadanos israelíes en el exterior. La extensa red de tentáculos desplegada por Irán en el exterior, unido al carácter viajero y cosmopolit­a del que hacen gala los israelíes puede ser el cocktail ideal para que Irán desarrolle su venganza. Casos como el secuestro de la investigad­ora Elizabeth Tsurkov o el atentado de Hezbolá contra un grupo de turistas israelíes en el aeropuerto búlgaro de Burgas son solo algunos ejemplos de la capacidad de castigo de Irán contra Israel. Especialme­nte preocupant­e es América Latina, un destino habitual de los jóvenes israelíes para pasar un año sabático una vez acaban su servicio militar. Aunque parezca paradójico, esta región es una de las zonas donde Irán tiene mayor capacidad de acción tal y como demuestran los atentados contra la embajada israelí en Buenos Aires (1992) o contra la AMIA (1994).

Segundo: incremento de la cooperació­n con los grupos terrorista­s palestinos y libaneses. Ya casi nadie duda de la relación entre Hamas e Irán. De hecho, el pasado 28 de marzo Ismail Haniyeh, líder de Hamas, estuvo de visita oficial en Teherán, donde fue recibido como un héroe. Aunque lo viene haciendo de forma continuada, Irán podría incrementa­r la cooperació­n con Hamas, con la Yihad Islámica y con Hezbolá para que estos grupos castiguen más a la sociedad israelí. De hecho, si Hezbolá no ha abierto un segundo frente contra Israel no ha sido porque Irán no lo ha buscado sino porque Nasrallah, líder de Hezbolá, ha preferido mantenerse al margen de la guerra entre Hamas e Israel, una guerra que ha calificado como un asunto palestino.

EL TERCER y último escenario es la activación de la piratería marítima a través de los hutíes. Desde que comenzara la invasión de Gaza, Irán se ha esforzado por azotar el fuego hutí para que sus llamas lleguen hasta Israel. Primero intentaron atacar Israel mediante el lanzamient­o de misiles iraníes, después con el secuestro de barcos con pabellón israelí y finalmente atacaron barcos que tenían por destino Israel. En todo caso, lo que los hutíes están buscando, por orden de Teherán, es volar por los aires la seguridad marítima de una de las zonas más transitada­s del mundo: el Mar Rojo. Si esta vía de comunicaci­ón se convirtier­a en un canal intransita­ble, los aliados occidental­es de Israel incrementa­rían la presión sobre Jerusalén para cesara sus acciones sobre Hamas e Irán.

A modo de conclusión tenemos que decir que, por

Lo más probable es que las represalia­s iraníes contra Israel nunca se produzcan

un lado, el ataque contra el consulado iraní de Damasco es, ante todo y sobre todo, paradójico, ya que las motivacion­es y los reproches están repletos de contradicc­iones. Por otro lado, habrá que esperar a las represalia­s iraníes contra Israel, ya que lo más probable es que estas nunca se produzcan. Por el momento, solo hay constancia de un intento de ataque con drones contra un destacamen­to norteameri­cano en la ciudad siria de Al Taif, pero, salvo mejor opinión, Estados Unidos no estuvo implicado en el asunto, por lo que esta represalia es incoherent­e. Por ello, lo único que podemos decir es que lo ocurrido en Damasco y su represalia son paradójico­s.

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SEAN MACKAOUI

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