Grupo Exolum será la ‘gasolinera’ del principal aeropuerto de Francia
La firma española se hace con la logística de combustible del París-Charles de Gaulle
Exolum, la antigua Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), dueña de la mayor red de oleoductos de toda Europa, se ha anotado un tanto en su expansión internacional. La empresa española acaba de hacerse con el contrato millonario para la gestión de la logística de combustibles del aeropuerto de París-Charles de Gaulle, la principal base de Francia y la tercera de todo el continente por volumen de pasajeros, sólo por detrás de Heathrow (Londres) y Estambul.
Aeroports de Paris (APD), sociedad que opera más de 20 aeropuertos por todo el mundo y en la que el Estado francés posee una participación de control del 50,1%, ha elegido a Grupo Exolum de una terna de finalistas entre los que se encontraban algunos de sus principales competidores internacionales, según ha podido saber EL MUNDO de fuentes conocedoras del proceso competitivo que arrancó hace más de medio año.
La concesión comenzará en primavera de 2025 y se extenderá por un plazo de 20 años. Es decir, Exolum será la nueva gasolinera de los aviones que aterricen en el aeropuerto parisino durante dos décadas.
En el marco del contrato, la compañía invertirá alrededor de 200 millones
de euros en la renovación de las instalaciones de distribución de combustibles y de su red de tubos, de unos 80 kilómetros, para hacer frente a las nuevas necesidades del sector
de la aviación. Buena parte de esta partida irá destinada a cumplir los requisitos ambientales que la UE ha impuesto al tráfico aéreo. Así, la concesión incluye la construcción y puesta
en marcha de infraestructuras que permitirán la incorporación de cada vez más combustible sostenible para aviación (SAF), una fuente de energía de origen orgánico.
Hoy, el SAF se emplea en motores a reacción como parte de una mezcla a base de queroseno. Aunque su uso todavía representa menos del 1% del combustible total empleado en aviones, según datos recopilados por la Organización de Aviación Civil Internacional de la ONU, este producto ha ganado enteros para convertirse en la clave de la descarbonización del tráfico aéreo.
Bruselas ya ha fijado objetivos cuantitativos para elevar la mezcla de SAF en aviones, como vía para lograr más del 60% de la reducción total de emisiones de CO2 que éstos deben acometer para llegar al cero neto en 2050.
Exolum, empresa que nació en 1927 como Campsa, el antiguo monopolio de petróleos español, hace tiempo que está trabajando en reorientar su actividad hacia el nuevo paradigma renovable. Ahora, con más de 6.000 kilómetros de oleoductos bajo gestión y más de 2.000 empleados, la compañía, en cuyo accionariado conviven grandes fondos de inversión como Omers, CVC o Macquarie, ha elevado su apuesta por la transición verde. A fin de cuentas, los nuevos vectores energéticos requerirán más tanques y más tuberías, en definitiva, más negocio que alguien tiene que asumir.