El consumo de biocombustible se hunde un 18% en España desde 2019
La patronal Appa aflora «triquiñuelas» contables que mejoran las estadísticas oficiales
El sector energético está lleno de paradojas. El hecho de que en plena fiebre verde el consumo de biocarburantes en España se haya desplomado desde 2019 es una de ellas. Así se desprende del análisis que la patronal renovable Appa ha realizado de los últimos datos de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, sobre el uso de energías limpias en el transporte.
De acuerdo con las conclusiones que Appa difundió ayer, el peso real de las renovables como motor del transporte se ha recortado casi un 18% entre 2019 y 2022, al pasar de 1,7 a 1,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo (unidad de medida de la energía conocida como tep, por sus siglas en inglés).
Pero la estadística oficial de España, es decir, la cuota de energías limpias en el transporte que recoje el portal de Eurostat, no refleja esta caída. De hecho, muestra una marcada evolución al alza del indicador, al crecer del 7,61% en 2019 al 9,68% en 2022.
Manuel Bustos, director de Biocarburantes de Appa, explica a EL MUNDO que la divergencia entre indicadores se debe a una «triquiñuela contable» amparada en el propio marco regulatorio europeo con la que los 27 engordan artificialmente sus estadísticas. «Tanto la última directiva europea de renovables, como su versión anterior, fijan unos múltiplos para el consumo de renovables en el transporte que elevan el peso contable de las energías limpias muy por encima de los volúmenes reales», indica. El modelo, activo desde 2019, supone incrementar en base a parámetros fijos desde los litros de biocombustible repostados, hasta la electricidad destinada al transporte.
Para revertir el efecto de esos multiplicadores y determinar la cuota real de energías renovables, los expertos de Appa han deshecho esta operativa contable. El fruto de ese análisis ha sido una segunda gráfica que dista mucho de la anterior, la oficial, pues a diferencia de la primera sí refleja esa caída del 18% del consumo de biocarburantes que han dejado de alimentar a coches, camiones, aviones y barcos desde 2019.
Dicha involución habría supuesto un retroceso de la cuota real de energías renovables en el transporte que, de representar el 4,19% en 2019, y tras subir al 4,8% en un 2020 contaminado por el efecto de la pandemia, habría encadenado dos ejercicios a la baja situándose en el 4,23% en 2021 y en el 3,57% en 2022, según Appa.
De acuerdo con la cuota oficial de renovables en el transporte, aunque con dos años de retraso, España se quedó en 2022 muy cerca de alcanzar la meta del 10% fijada por la UE para