EL «ENTORNO REGULATORIO» PREOCUPA MÁS A LOS ESPAÑOLES
Los ejecutivos españoles muestran más temor que la media mundial a que el riesgo regulatorio gubernamental frene a sus empresas. Éste es uno de los datos que aparece en la encuesta mundial elaborada por la consultora PwC y que es tradicional en la primera jornada del Foro Económico Mundial en Davos.
«Entre los principales obstáculos para reinventar sus compañías el 64% de los CEO señalan al entorno regulatorio», asegura PwC. Pero en el caso de los españoles el temor es mayor, el 68%. Coincide con el dato que ofreció el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, el pasado miércoles en el Spain Investor Day sobre que la incertidumbre que hay en España sobre la política económica es ya «el primer condicionante» para la actividad empresarial, según una encuesta del organismo supervisor.
En la 27ª Encuesta Mundial de CEO elaborada por PwC a partir de la opinión de 4.702 máximos ejecutivos de 105 países, presentada en Davos hay pesimismo sobre la economía internacional, pero no tanto como en 2023.
El 45% de los CEO consultados como media mundial apuesta que sus empresas desaparecerán en diez años si prosiguen el camino actual. En el caso de los españoles es algo más optimista, un 36%. Pero cuando se les pregunta cuáles son los principales obstáculos para la necesaria reinvención de sus sociedades, el pesimismo español es mayor con la citada normativa de su país.
La buena noticia de la encuesta es que caen con respecto al año pasado –del 73% al 45%–, el porcentaje de los máximos ejecutivos que prevén una desaceleración de la economía mundial en los próximos doce meses. Y se multiplican por dos –del 18% al 38%–, los que esperan que mejore. No obstante, siguen siendo más, por tanto, los que creen que se decelerará. El diagnóstico de los CEO españoles es similar. Crecen del 21% de 2023 al 38% de 2024 los que prevén una mejora del crecimiento en los próximos doce meses y disminuyen del 76% al 46% los que apuntan a un empeoramiento. No obstante, siguen siendo más los pesimistas que los optimistas.
El pesimismo es particularmente acusado en la parte europea de la encuestas. En Europa, el 32% de los ejecutivos encuestados esperan ver crecer a sus economías domésticas y un 48% que se desaceleren, y en América del Norte esta relación es 31% frente al 52%.
También la consultora McKinsey publica por su parte en Davos un informe sobre la necesidad de acelerar la competitividad en Europa. «Europa tiene mucho de lo que enorgullecerse. Es líder mundial en sostenibilidad e inclusión, y alberga empresas emblemáticas de alto crecimiento y rentabilidad en casi todos los sectores», afirma en el documento Massimo Giordano, socio principal de McKinsey y socio director de McKinsey Europa. «Pero a menos que Europa aborde su competitividad en un mundo que cambia rápidamente, todo eso podría ponerse en peligro».
Según Sven Smit, socio principal de McKinsey y presidente de MGI. «Si no se abordan los problemas, de aquí a 2030 podrían estar en juego entre 500.000 y un billón de euros anuales de valor añadido europeo».
McKinsey ve necesario, entre otras medidas: «Duplicar el gasto público y privado relacionado con la innovación y también la escala media de las empresas líderes».
En esta carrera de mejora ve preciso «reducir a la mitad los precios de la energía desarrollando nuevas fuentes y accediendo a ellas» y, en general, una agenda integral de competitividad con colaboración «codo con codo» de gobiernos y CEO.
En la tradicional encuesta mundial de PwC en el Foro de Davos los ejecutivos de España superan la media internacional en temor al impacto en sus firmas de la regulación gubernamental