España recibe más de 11 millones de viajeros aéreos internacionales
El 56,6 % de esos pasajeros provino de dentro de la Unión Europea
España está viviendo un boom turístico sin precedentes, superando las cifras de años anteriores y consolidándose como uno de los destinos más atractivos a nivel mundial. De hecho, el país se consolida como un imán para los viajeros internacionales. Las cifras de agosto son elocuentes: cerca de 11,1 millones de turistas visitaron nuestro país, un 9,6% más que en el mismo mes del año anterior. Este crecimiento sostenido se refleja también en el acumulado de los ocho primeros meses del año, con un aumento del 11,9% en la llegada de visitantes (71,2 millones de pasajeros internacionales).
Los británicos siguen siendo los principales turistas, aportó 2,6 millones de pasajeros internacionales en agosto, representando el 23,6% del total de llegadas a España, lo que supone un incremento interanual del 8,1%. Las Islas Baleares y Canarias concentraron el 49% de los viajeros británicos. Asimismo, las regiones de la Comunidad Valenciana, Cataluña y el País Vasco destacaron por sus aumentos, superando el 10% en comparación con el mismo mes del año anterior. Un 80,3% de los turistas británicos optaron por aerolíneas de bajo coste, consolidando al Reino Unido como el principal mercado en este segmento, con el 30,9% del total de llegadas.
Las comunidades autónomas también han experimentado un crecimiento significativo, destacando la Comunidad Valenciana con un aumento del 13,1%. Los aeropuertos de Madrid-Barajas, Barcelona y Palma de Mallorca concentran el mayor volumen de llegadas, aunque se aprecia una mayor distribución de los flujos turísticos hacia otros destinos. Este auge del turismo se debe a diversos factores: un clima envidiable, un rico patrimonio cultural, una gastronomía de renombre mundial y una excelente relación calidad-precio. Además, este tractor de crecimiento también se debe a la recuperación del poder adquisitivo de los hogares europeos, la recuperación económica en Europa (aunque aún es lenta) y la percepción de mayor seguridad de España frente a otros destinos. Aunque el turismo doméstico se mantendrá en niveles elevados, crecerá a tasas más modestas debido a un aumento en las salidas de españoles al exterior.