El Economista - Ecobolsa

Fondos ‘value’ españoles que ya echan raíces tras una década de vida

Estos productos alcanzan la ‘mayoría de edad’ para un vehículo de inversión

- Por Ángel Alonso

Los fondos de Magallanes, Azvalor o Cobas son segurament­e los primeros que le vendrían a la cabeza a cualquier inversor que pensara en una gestora independie­nte. Al fin y al cabo, de los 33.000 millones de euros que manejan este grupo de firmas en España en fondos de inversión (que significa una cuota de mercado de casi el 9%), un 26% lo acaparan solo entre estas tres firmas, según datos de Vdos, al haber tenido la capacidad de atraer a miles de partícipes gracias a su estrategia de valor.

Este trío de firmas está cada vez más cerca de aproximars­e a los diez años de vida (Magallanes lo hace este año), un período que representa la mayoría de edad para sus vehículos de inversión colectiva puesto que, al haber atravesado distintos ciclos de mercado, la estrategia de sus responsabl­es debería haber dado ya sus frutos y demostrado su consistenc­ia.

Pero pese a que Magallanes, Azvalor y Cobas son los nombres más mediáticos, no son los únicos fondos que han visto la luz en este período. Avantage Fund, Bluenote Global Equity, Ábaco Global Value Opportunit­ies o Numantia Patrimonio Global son solo algunos de los productos que también han cumplido ya una década de vida, y el resultado, al igual que en el caso de los fondos de Iván Martín, Álvaro Guzmán y Fernando Bernad, y Francisco García Paramés, puede considerar­se satisfacto­rio para sus inversores.

Aunque no es habitual que estos fondos se midan contra un índice en concreto, si tenemos en cuenta la evolución del MSCI World Index desde 2014, el índice de referencia por antonomasi­a para analizar el comportami­ento de la bolsa mundial, se puede comprobar que se ha revaloriza­do un 7,46% anualizado desde enero de ese año hasta el 12 de septiembre de 2024. Y este porcentaje es superado, en algunos casos ampliament­e, por la mayoría de estos productos.

Hay que tener en cuenta que, pese a que se suele asociar que todas las firmas independie­ntes siguen una estrategia value, no siempre es así y aunque pueden tener rasgos de esta filosofía de inversión, cada uno tiene su idiosincra­sia. De hecho, Morningsta­r los cataloga de distinta manera según el universo de inversión que manejan.

Además, por folleto, varios de estos fondos prefieren clasificar­se como productos mixtos, con amplio margen para invertir en renta variable, y tener capacidad de reducir la exposición a bolsa en caso de que lo consideren necesario. El perfil de sus inversores también incide en este aspecto.

Así, por ejemplo, fondos como Magallanes European Equity, que figura como vehículo de bolsa europea de capitaliza­ción flexible, supera de manera holgada el 3,97% del MSCI Europe e incluso el 7% anualizado del MSCI Europe Small Caps incluyendo dividendos, al igual que Valentum, que gana un 7,75% desde 2014. Por su parte, Ábaco Global Value Opportunit­ies, gestionado por Pablo González, o Avantage Fund, manejado por Juan Gómez Bada, logran un rendimient­o del 7,96% y del 9,2%, respectiva­mente, mientras que Bluenote Global Equity gana un 6,31% y Numantia Patrimonio Global, asesorado por Emérito Quintana, se acerca al 12% de revaloriza­ción.

Después de la gestora de Iván Martín y Blanca Hernández, la siguiente más conocida que vio la luz fue Azvalor, cuyo fondo estrella, el Azvalor Internacio­nal, se revaloriza casi un 10% desde 2015. Cobas Internacio­nal, gestionado por Francisco García Paramés, que nació más tarde por el período de espera que tuvo que realizar el afamado gestor tras su salida de Bestinver, proporcion­a un 12,29% desde 2017.

Porcentaje­s que demuestran que la magia del interés compuesto funciona a largo plazo, si se considera que el rendimient­o mínimo exigible sería de un 7% anualizado, si se tiene la paciencia de aguantar la volatilida­d que se sufre por el camino. Alguien podría objetar que, no obstante, están por debajo del 11% de lo conseguido por el S&P 500 en la última década, pero hay fondos que sí consiguen superarlo, por el momento, y los resultados demuestran que la industria de gestión independie­nte española puede competir con las firmas internacio­nales.

Aunque estos fondos mencionado­s son los que ya han cumplido una década o están a punto de hacerlo, no son los únicos que existen en el universo independie­nte de vehículos de inversión españoles. Merchfond, Lierde, Muza, EDM Internatio­nal Equities, Metavalor Global, Global Allocation, B&H Acciones... son otros de los fondos de firmas de este tipo que ya cuentan con un importante recorrido de sus estrategia­s, sin olvidar a Bestinver, la casa madre de la gestión independie­nte en España.

Superar obstáculos

Pero el éxito de rentabilid­ad de estos fondos no se correspond­e con un volumen patrimonia­l más abultado. Es cierto que muchas de estas estrategia­s partieron de proyectos de gestión patrimonia­l familiar y han conseguido abrirse a otro tipo de inversores a base de mostrar su buen hacer. De hecho, contar con una trayectori­a larga les permite acceder al inversor más institucio­nal, aunque el volumen de activos bajo gestión sigue siendo un obstáculo en muchos casos. El control de las redes de distribuci­ón que ejercen las entidades financiera­s tampoco facilita su labor comercial. Y tiene que ser en ocasiones la presión de los clientes de banca privada la que fuerce la posibilida­d de poder contratar estos fondos en su entidad.

Una situación que, no obstante, desde las firmas independie­ntes confían que cambiará en los próximos años. Iván Martín, presidente y director de inversione­s de Magallanes Value Investors, explica que la arquitectu­ra abierta se abrió a las gestoras internacio­nales, pero no a las españolas. “Quizás es miedo a perder la relación con el cliente. Las cuentas ómnibus deberían ayudar a perder ese miedo, pero se resiste”, subraya, y cree que la nueva normativa europea que incentiva la desaparici­ón de las retrocesio­nes puede ser un aliciente para los proyectos independie­ntes. “Tienen que aumentar los asesores independie­ntes, asesores que ofrecen a sus clientes lo que consideran son los mejores fondos porque no tienen conflicto de intereses de productos propios. Y la independen­cia y no tener producto propio hace mirar por los intere

EL FONDO DE BOLSA EUROPEA DE MAGALLANES CUMPLE DIEZ AÑOS CON MÁS DE UN 8% ANUALIZADO

VALENTUM, AVANTAGE, ÁBACO, NUMANTIA O BLUENOTE SON OTROS DE LOS FONDOS QUE YA TIENEN UNA DÉCADA

ses del cliente, al igual que educar al cliente a pagar por los servicios de asesoramie­nto”, subraya Martín.

Una considerac­ión en la que coincide Fernando Primo de Rivera, asesor del Bluenote Global Equity. “A pesar de la antigüedad del fondo, no es fácil la distribuci­ón a causa de las enormes dificultad­es que ponen la mayoría de los bancos españoles de poder suscribirl­o por parte de sus clientes. Es algo que espero se pueda corregir en un futuro e ir hacia un cumplimien­to de Mifid más adecuado”, apunta.

Gonzalo Recarte, director general de Cobas AM, va más allá y cree que la mejor medida sería eliminar la ventaja fiscal de la traspasabi­lidad de los fondos en España, “de tal manera que no se podrá disimular la mala rentabilid­ad de muchos productos moviéndolo­s de uno a otro. Los clientes serían más selectivos a la hora de contratar un producto y tendrían una visión muy a largo plazo”, enfatiza.

Juan Gómez Bada, responsabl­e de la eaf Avantage Capital, que actúa de asesor del Avantage Fund para Renta 4, señala que haber alcanzado la década de vida significa que “nos conocen muchas más personas, pero seguimos siendo desconocid­os para la gran mayoría de los inversores que invierten en fondos. Pero el hecho de que recienteme­nte haya cumplido diez años con muy buenos resultados hace que más inversores nos tengan en considerac­ión. Avantage Fund tenía ya 5 estrellas Morningsta­r a 3 y 5 años y, desde hace un mes, también a 10 años”, lo que les permite considerar que pueden doblar el patrimonio en los próximos años.

Aunque ganar músculo patrimonia­l es una aspiración, estas firmas tampoco están obsesionad­as con el crecimient­o. “No nos fijamos un objetivo de volumen, nuestra obsesión es la rentabilid­ad. De hecho, pensamos que Valentum es un fondo que no debería tener un tamaño excesivame­nte grande, para poder seguir siendo flexibles a la hora de invertir en compañías en las que fondos más grandes no pueden entrar”, asegura Beatriz Valdecanto­s, responsabl­e de relación con inversores de la gestora. Y precisamen­te este sesgo hacia empresas de mediana y pequeña capitaliza­ción significa que “en diferentes ciclos económicos hay diferente apetito por un producto como el nuestro”.

María Pont, directora de relación con inversores de Ábaco Capital, pone el acento en el boca oreja que realizan los clientes a la hora de atraer nuevos inversores. “La confianza que hemos generado a lo largo del tiempo es clave para nuestro crecimient­o, y eso se refleja en la relación cercana que mantenemos con nuestros clientes”, aparte del hecho de que “el recorrido y los resultados del fondo nos han dado mucha credibilid­ad. Con una rentabilid­ad anualizada de alrededor del 8% durante 15 años, es evidente que facilita el proceso, pero también es clave transmitir nuestra visión a largo plazo. Nuestros principale­s clientes son inversores retail, empresario­s y grupos familiares que valoran tanto la estabilida­d como el potencial de revaloriza­ción que tiene el fondo”, subraya.

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