El Partido Demócrata oficializa la candidatura de Kamala Harris a la Casa Blanca
La vicepresidenta es la única que presenta los avales para ser aspirante a la presidencia El nombre de su acompañante se conocerá antes del próximo martes
No se puede decir que hubiera mucho suspense, pero el poco que había quedó resuelto el martes por la noche, cuando la vicepresidenta Kamala Harris quemó, a la misma velocidad que el resto, otra etapa de su camino hacia la Casa Blanca con el anuncio del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) de que el 99% de los delegados habían secundado la petición de designarla como la candidata del partido en noviembre.
El contundente porcentaje confirma que el respaldo que Harris recibió del presidente Joe Biden hace un par de domingos, después de que este anunciara que no se presentaría a la reelección, se tradujo en un cierre casi unánime de filas en el partido. Harris consiguió en menos de 24 horas el compromiso de los delegados que necesitaba para acudir con tranquilidad a la Convención Nacional Demócrata, que abre sus puertas en menos de 20 días en Chicago, y, de paso, ahuyentar el debate sobre si convenía la celebración de unas “miniprimarias” para elegir entre varias opciones.
También cosechó en los días siguientes los apoyos de los pesos pesados del partido, de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, a Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado, y Hakeem Jeffries, líder de la minoría en el Congreso, así como del matrimonio Obama. Barack y Michelle finalmente hicieron público su entusiasmo el viernes pasado.
El órgano que rige el funcionamiento del partido dio hasta el 31 de julio de plazo para la presentación de nuevas candidaturas. Finalmente, solo se postuló con suficientes apoyos Harris, como se preveía. Los temores de que una renuncia de Biden, reclamada insistentemente desde su desastroso debate contra el candidato republicano, Donald Trump, el pasado 27 de junio, diera paso a una encarnizada lucha dentro del partido quedan así del todo despejados.
“Nos hemos enfrentado a este momento sin precedentes con un proceso transparente, democrático y ordenado que ha dado como resultado la unión de todos tras una candidata con un historial probado que nos liderará en la lucha que tenemos por delante”, expresó el martes por la noche el presidente del DNC, Jaime Harrison, en un comunicado.
El proceso que se abre ahora tampoco está previsto que depare sorpresas. Los algo más de 4.000 delegados convocados a la Convención Nacional Demócrata comenzarán a partir de este jueves a votar virtualmente para formalizar la nominación de Harris.
La idea era que el proceso terminara antes del 7 de agosto, una fecha impuesta por las normas de Ohio, Estado que fija ese día como límite para que se conozca el nombre que figurará en la papeleta de ambos partidos. El DNC adelantó ese límite dos días, y las votaciones virtuales, según sus nuevas reglas, tienen que quedar resueltas antes del 5 de agosto.
Viaje relámpago
La campaña de Harris ha prometido que para entonces también habrá quedado despejado el gran enigma electoral que queda por resolver: quién será el candidato a la vicepresidencia que la acompañará en el ticket. Según confirmaron fuentes de la campaña, su idea es anunciarlo antes del próximo martes, día en el que está previsto un mitin conjunto en Filadelfia, la ciudad más poblada del decisivo Estado de Pensilvania.
A ese acto seguirá un apretado viaje relámpago por otros territorios cruciales en las elecciones, que incluye paradas en el Oeste de Wisconsin, Detroit (en Míchigan), Raleigh (Carolina del Norte), Savannah (Georgia), Phoenix (Arizona) y Las Vegas (Nevada).
El hecho de que ese viaje arranque en Filadelfia inclinó a los analistas a pensar que su elegido será el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, que este martes negó que se hubiera entrevistado con Harris desde la renuncia de Biden.
La campaña de la vicepresidenta confirmó que en los próximos días ella conversará con los candidatos cuyos nombres han entretenido a la prensa en la última semana y media.
Además de Shapiro, suenan Mark Kelly, senador de Florida; Pete Buttigieg, secretario de Transportes; y los gobernadores de Kentucky y Minnesota, Andy Beshear y Tim Waltz.
Dos cosas están claras a estas alturas: que el elegido será un hombre blanco, para contrapesar la papeleta encabezada por una mujer de herencia negra y sudasiática como Harris, y que el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, está fuera de las quinielas, por decisión propia, conocida el lunes.
Quedan despejados los temores a una lucha interna en el partido
Solo se sabe que el candidato a vicepresidente será un hombre blanco