Las grandes empresas alertan del impacto de unas elecciones sobre los fondos de la UE y las reformas
Las firmas consultadas consideran que el mejor escenario sería que Pedro Sánchez se sometiera a una cuestión de confianza para mandar un mensaje de tranquilidad a los mercados
Con el pie cambiado. Así ha cogido a las grandes empresas el periodo de reflexión y la posible dimisión de Pedro Sánchez, al igual que a los dirigentes del PSOE o al resto de parlamentarios. De los tres escenarios que se podrían dar (cuestión de confianza, dimisión o nueva convocatoria electoral), los empresarios consultados por CincoDías solo admiten como buena la primera y rechazan las otras dos por el impacto negativo que tendría sobre la economía, especialmente la tercera.
“Lo previsible, tras la decisión de suspender su agenda durante cinco días, es que el presidente se someta a una moción de confianza. Un adelanto electoral mataría a las empresas”, recalca el directivo de una de las grandes firmas constructoras consultadas.
Entre los más temerosos por el futuro escenario político están aquellos que tienen abiertas negociaciones con el Gobierno, como el caso de las grandes patronales de la construcción en la búsqueda de ampliar la colaboración público-privada en un escenario en el que se van a reactivar las reglas de control fiscal en la UE; o entre aquellas compañías que dependen de la pericia del Ejecutivo con Bruselas para que sean atendidos sus intereses entre las autoridades comunitarias. Es el caso de las que dependen de la obra pública. “Los motores de la licitación y ejecución de proyectos de obra pública se paralizan durante meses en periodos electorales y de formación de nuevos Gobiernos”, afirma un alto directivo.
En el sector del transporte aéreo también cunde la preocupación por la inestabilidad política en un momento en que se requiere consenso para afrontar posiciones como país. Está en discusión en el seno de la UE la reforma de la directiva de fiscalidad europea que puede derivar en un impuesto al queroseno utilizado en vuelos intraeuropeos, lo que penalizaría a España como destino turístico frente a otros del norte de África. También está por resolver la integración de Iberia y Air Europa ante una Comisión Europea que muestra reticencias a la operación.
Y se teme que un posible distanciamiento entre Madrid y Cataluña frene un eventual entendimiento para sacar adelante la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, defendida por buena parte de las aerolíneas.
Por otro lado, el sector financiero se muestra cauto ante esta situación y queda a la espera de lo que ocurra antes de pronunciarse públicamente. Este jueves presentó resultados del primer trimestre Sabadell, pero sus primeros espadas prefirieron esquivar el asunto y no valorar si este impasse genera más incertidumbre e inestabilidad. “No voy a comentar nada al respecto”, repitió en varias ocasiones César González-Bueno, consejero delegado del grupo, al ser preguntado por la prensa. Otras fuentes del sector tampoco quisieron pronunciarse, aunque el anuncio del presidente del Gobierno llegó con el rediseño del impuesto a la banca todavía en el aire y con el nombramiento del sucesor de Pablo Hernández de Cos como gobernador del Banco de España en el horizonte más próximo. Aunque ninguno de los empresarios implicados considera que una hipotética dimisión de Pedro Sánchez pueda afectar a la opa en ciernes del grupo emiratí Taqa sobre el 100% de Naturgy, la decisión del presidente del Gobierno no deja de suponer un cierto inconveniente.
Y es que el Ejecutivo fue informado en su día de las negociaciones de los grandes accionistas con Taqa y mantuvo contactos con el Gobierno de Emiratos para tratar la operación, que aún no ha sido anunciada a la CNMV.
Esta debe pasar por el filtro del Consejo de Ministros, que planteará condiciones al nuevo inversor en el marco del escudo antiopas pero que, según todos los indicios, no la vetaría. Los escenarios que se abren son: si Sánchez no dimite, todo quedará como está; si dimite pero continúa un Gobierno socialista, se entiende que este cumplirá sus acuerdos con los emiratíes; pero si se anticipan las elecciones el panorama será incierto para la opa de la energética.
El directivo de una empresa cuyos títulos se negocian en el mercado continuo también aboga por la cuestión de confianza como el mecanismo más seguro para que las cotizaciones de las empresas españolas no se vean afectadas por la incertidumbre y las dudas que puedan extenderse en los mercados de capitales. “Todo aquello que sirva para reflexionar y reforzar los apoyos del Gobierno envía un mensaje positivo a los inversores”, recalca.
Lo que se lograría sería, a su juicio, evitar romper el momento de confianza de los mercados en la economía española, reflejado en la evolución del Ibex 35, que recuperó a principios de esta semana la cota de los 11.000 puntos, acercándose a los máximos históricos logrados en 2015.
Desde el sector hotelero también abogan por un mensaje de Pedro Sánchez que contribuya a reducir la extrema polarización y la crisis institucional a la que asistimos. “Como empresa con proyección exterior nos preocupa la incertidumbre e inestabilidad que esta situación proyecta hacia los mercados. Vemos difícil, pero imprescindible, una reflexión serena y un pacto de Estado que permita tener los Presupuestos que España necesita para mirar hacia adelante”.
Antoni Cañete, presidente de Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas de Cataluña, aseguró que sería “escandaloso” si finalmente queda demostrado, tal y como adelantó ayer El País, que Manos Limpias admitió que algunas de las noticias en las que se basaba la denuncia contra la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, pueden ser falsas. “No puede valer todo en política”.
Los más cautos son los que tienen abiertas negociaciones con el Gobierno
“Un adelanto electoral mataría a las empresas”, avisan desde el sector constructor