Pescar talento en Hacienda
Inspectores. Ante la dificultad de encontrar talento en la competencia, en los últimos años los grandes despachos de abogados han puesto sus ojos en los inspectores de Hacienda. Incorporar a estos técnicos, en calidad de socios o counsels, no reporta cartera de clientes, pero sí evidentes ventajas. En primer lugar, prestigio. En segundo término, experiencia y bagaje técnico: es obvio que pleitear contra Hacienda es más sencillo con la ayuda de alguien que conoce los entresijos del fisco.
Caladero. En el último año, el sector legal ha sido testigo de sonados trasvases de talento del ámbito público al privado. En este sentido, Javier Moreno, fundador de IurisTalent, reconoce que la Agencia Tributaria es “un buen caladero” para encontrar fiscalistas que busquen dar el paso hacia el sector privado.
Dinero. El motivo para hacer las maletas es, en esencia, monetario: si en lo público los sueldos de los inspectores rondan los 70.000 euros anuales, en los bufetes la cifra “fácilmente es el doble, de entrada”, explica el cazatalentos.
Uría. Para muestra, un botón. Hace un año, Uría Menéndez anunció la incorporación de David Vilches, inspector de Hacienda en excedencia, para su equipo de fiscal. Tras pasar por la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional, Vilches aterrizó en la firma que preside Jesús Remón con la condición de counsel, donde sacan provecho de sus 12 años de experiencia en la Administración pública.
Pérez-Llorca. En primavera, la firma española comunicó que fortalecería su equipo de fiscal con la bienvenida del experto en tributos Felipe Alonso, en esta ocasión en calidad de socio. Alonso también es inspector de Hacienda en excedencia. Atesora 40 años de experiencia en el ejercicio profesional.
Montero Aramburu. Incorporó en noviembre a sus filas a la prestigiosa fiscalista María José García-Serrano como socia de su oficina de Madrid. Tras 20 años al servicio de la Administración pública, García-Serrano salta al sector privado tras pasar por el Departamento de Inspección de la Dependencia Regional de Madrid, y después de ocupar otros cargos de peso en sucesivas áreas de la Agencia Estatal de Administración Tributaria.