El papel clave que juega la viabilidad invernal en la red de carreteras
La información en tiempo real y el mantenimiento es fundamental, así como transmitir esta información al usuario final
Con la llegada del invierno, las carreteras se cubren de nieve y hielo. Para garantizar la movilidad segura, tanto Administraciones como empresas de conservación de carreteras tienen sus protocolos actualizados y los equipos de conservación listos para actuar. Al final de la campaña de vialidad invernal más del 80% de la red habrá recibido algún tratamiento, es decir, tendrán vialidad. Así de importante es esta actividad en nuestro país.
En esta época, el objetivo del mantenimiento de carreteras se centra en reducir el efecto negativo de la nieve y, sobre todo, del hielo, mucho más peligroso por una razón: la nieve es visible y el conductor acomoda la velocidad, circunstancia que no sucede con el hielo. Tanto es así que de los 70 millones que invierte el Estado en vialidad invernal, el 80% corresponde a acciones de carácter preventivo para evitar la formación de hielo.
La misión de la vialidad invernal es garantizar la accesibilidad y movilidad de los usuarios en zonas de meteorología adversa, salvaguardando el uso de la infraestructura y, lo que es más importante, contribuyendo a una mayor seguridad vial para todos. La información en tiempo real y el mantenimiento continuado de las carreteras son aspectos fundamentales, así como transmitir esta información adecuadamente al usuario final de la carretera.
Para que la circulación sea más segura y los usuarios tomen mejores decisiones al volante, la tecnología es una gran aliada, por eso es relevante echar un rápido vistazo a estas herramientas para conocer cómo se recopila y utiliza la información en tiempo real.
Las autoridades de carreteras utilizan sistemas avanzados de monitoreo meteorológico para obtener datos en tiempo real sobre las condiciones climáticas, incluyendo temperatura, humedad, precipitación y velocidad del viento. Estos sistemas permiten prever eventos meteorológicos adversos. Asimismo, los radares y cámaras de tráfico proporcionan información del estado del tráfico y las condiciones de la carretera, lo que ayuda a detectar accidentes y a tomar rápidamente medidas. Además, algunas carreteras están equipadas con sensores que monitorean la temperatura de la superficie de la vía y la presencia de hielo o nieve, facilitando la toma de decisiones sobre la aplicación de tratamientos preventivos.
Para la óptima aplicación de los tratamientos, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sigue la línea establecida por la Estrategia 2030 de movilidad segura, sostenible y conectada, con varias herramientas innovadoras para conseguir una mayor eficiencia. Un ejemplo es el sistema automatizado de ayuda a la toma de decisiones implantado en un tramo piloto de la A-62 en la provincia de Salamanca, que centraliza la información climatológica para facilitar y optimizar los tratamientos a ejecutar, tanto en número como en extensión; o el proyecto piloto de índice de transitabilidad en vialidad invernal, que permite entender cómo de transitable es un punto de la red de acuerdo a parámetros como tráfico, geometría y fricción del pavimento, condiciones meteorológicas y la aplicación de tecnología big data. Todo ello hace posible un reporte diario en la web del ministerio con las carreteras tratadas, fundentes extendidos y equipos quitanieves empleados durante la jornada.
Por otro lado, las Administraciones de carreteras proporcionan información actualizada a través de webs, apps, señales electrónicas en la carretera y alertas de emergencia; herramientas de información al público que permiten a los conductores conocer las condiciones actuales de la carretera y tomar decisiones informadas sobre su viaje. En este sentido, es importante que las autoridades de carreteras mantengan una comunicación efectiva con los conductores, mediante consejos de seguridad, advertencias sobre condiciones peligrosas y actualizaciones sobre cierres de carreteras.
Los centros de control de tráfico recopilan y analizan toda la información disponible, que como hemos visto es amplia, para coordinar las operaciones de mantenimiento invernal, como la activación de quitanieves y la aplicación de sal. Un mantenimiento adecuado de las carreteras siempre es clave como medida de prevención. La información en tiempo real permite a las Administraciones tomar decisiones oportunas sobre cuándo y cómo realizar su mantenimiento, desplegando, por ejemplo, equipos quitanieves para evitar la acumulación de nieve.
Y, por último, la evaluación y mejora continua. Tras un fenómeno meteorológico adverso se realiza una evaluación que determina la efectividad de las medidas tomadas y las áreas a mejorar, lo que contribuye a una conservación de carreteras más eficiente en el futuro.
En resumen, la Administración cuenta con herramientas que proporcionan información en tiempo real para la correcta toma de decisiones y la coordinación del mantenimiento de las vías de manera efectiva en condiciones climáticas adversas con las empresas de conservación. 14.000 operarios de conservación trabajan diariamente en el conjunto de las carreteras de nuestro país para mantener la movilidad y la seguridad de todos los usuarios.
Parece así que tanto Administraciones como empresas se enfrentan al invierno con las tareas hechas. Pero para cerrar el círculo y lograr el éxito es necesario la implicación del usuario final, el conductor. Lo que nos lleva a la importancia de concienciar sobre la vialidad invernal y seguridad vial a la ciudadanía.
En situaciones meteorológicas adversas, todos los usuarios debemos asumir nuestra responsabilidad y conducir de forma prudente, limitar la velocidad, evitar adelantamientos y, muy importante, dejar libre el carril izquierdo para las máquinas quitanieves y los vehículos de emergencia.
En la carretera con nieve y hielo, sumemos al trabajo de los conservadores, nuestra personal prudencia como usuarios. La carretera es la infraestructura más utilizada por los ciudadanos y la que más contribuye al desarrollo social y económico de nuestro país –más aún en la España vaciada–, como demuestra el hecho de que el 95,5% del transporte de mercancías y el 89,8% del transporte de personas se realizan por carretera (datos del Observatorio del transporte y la logística en España 2022).
La carretera está presente de manera diaria en la vida de los ciudadanos, por lo que mantenerla útil y segura debe ser una prioridad para todos.