España capta 15.000 millones en un bono a 10 años con demanda récord
Supera los 138.000 millones, el mayor importe para una emisión pública en la historia del euro Pagará un cupón del 3,25%, inferior al 3,55% de la colocación de junio
El Tesoro intenta sacar partido del apetito de los inversores y se suma a la ventana de emisión del mes de enero con la primera colocación sindicada del año. Un día después de presentar su estrategia de financiación, España levantó 15.000 millones en un bono a 10 años que servirá de marco para calcular la prima de riesgo. La emisión de este martes compite con la celebrada en abril de 2020 por ser la de mayor tamaño. El entorno de mercado es muy distinto. Hace cuatro años los tipos de interés estaban en mínimos históricos y el BCE compraba ingentes cantidades de deuda para garantizar unas buenas condiciones financieras en un momento en el que la economía estaba paralizada. A día de hoy las tasas se sitúan en el 4,5%, máximos de dos décadas.
En sintonía con las operaciones del pasado ejercicio, el apetito de los inversores por la deuda española se mantiene intacto. Esto se reflejó en la demanda, que superó los 138.000 millones, cifra récord para una emisión soberana en la historia del euro. El interés que suscita el papel español y la elevada participación de los inversores internacionales son una muestra de la confianza hacia la economía española en un contexto marcado por la incertidumbre internacional y la retirada del programa de compras del BCE.
La sobresuscripción permitió rebajar el precio. La emisión se cerró con un diferencial de nueve puntos básicos sobre la actual referencia española, lo que equivale a una rentabilidad del 3,259%. Junto a este rendimiento, los bonos devengarán un cupón anual del 3,25%, inferior al 3,55% de la emisión del pasado junio y por debajo también del 3,8% que pagan los títulos a 10 años vendidos en 2014 y que vencen el próximo abril.
La sindicada ayer es el primer paso para cumplir con los objetivos que se ha marcado el Tesoro este año. El compromiso de España con la estabilidad presupuestaria y el crecimiento económico se ha traducido en un recorte de las necesidades de financiación en 10.000 millones, hasta los 55.000 millones, la cifra más baja desde el estallido de la pandemia. Barclays, BBVA, Crédit Agricole, Santander, Deutsche Bank y JP Morgan fueron las entidades colocadoras.
En apenas dos semanas de ejercicio, el Tesoro ha emitido 26.327 millones de euros, el 10% de su programa de financiación para 2024. Como remarcó ayer el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el Tesoro seguirá primando las emisiones a medio y largo para mantener la vida media de la cartera de deuda entorno a los ocho años. A cierre de ayer se situaba en los 7,85 años y el coste medio, en el 2,1%. Los esfuerzos de años anteriores contribuyen a capear con mayor holgura el endurecimiento monetario.
La colocación de España se enmarca en la tradicional ventana de comienzos de año. Los emisores públicos y privados aprovechan que los gestores están construyendo sus carteras y aceleran la venta de papel. El Tesoro sigue los pasos de Bélgica e Italia que ayer también registraron récord con sus respectivas ofertas de papel. Ante las expectativas de rebajas de tipos, los inversores buscan asegurar unos cupones mayores. Théophile Legard, estratega de tipos de Natixis, considera que la emisión de España viene a confirmar que los inversores están incrementando la duración de sus carteras ahora que están convencidos de que los tipos han tocado techo.