“Queremos triplicar el valor de nuestros activos de aquí a 2033”
El sector de las infraestructuras habla español a nivel global desde hace muchos años, gracias a la presencia y a la experiencia de las compañías españolas en proyectos radicados a lo largo de todo el planeta. En el caso de Sacyr, la ‘huella’ de la compañía se extiende por más de 20 países y la empresa se ha especializado en proyectos que arrancan desde cero.
En una iniciativa de la práctica legal de EY Abogados, analizamos el presente y el futuro de Sacyr y la importancia de contar con un buen equipo jurídico junto a Alfonso Aguirre, vicesecretario del consejo y director de la Asesoría Jurídica de la empresa de infraestructuras.
Durante años, hemos escuchado aquello de que ‘España construye el mundo’, por la pujanza de las compañías españolas de infraestructuras en el mercado global. ¿Sigue siendo así? ¿Qué competidores han mejorado su posicionamiento en el sector en los últimos años?
Sacyr inició su expansión internacional en Chile en 1996, con lo que contamos ya con un amplio bagaje y con presencia en más de 20 países de todo el mundo. Nos hemos convertido en una plataforma única de desarrollo de proyectos greenfield, es decir, aquellos que se inician desde cero.
Actualmente, somos el tercer desarrollador internacional de infraestructuras de transporte del mundo, con un porfolio diversificado y una inversión bajo gestión de 22.000 millones de euros. En los próximos años seguiremos creciendo, con especial atención en los países de habla inglesa, con EEUU a la cabeza.
Diferentes mercados y diferentes regulaciones… ¿cómo se adapta una compañía de infraestructuras a los cambios normativos y a las diferentes ‘sensibilidades’ de cada economía?
La única forma de adaptarse a los cambios y las sensibilidades de cada país es actuar en ellos como una empresa local. Somos chilenos en Chile, estadounidenses en EEUU e italianos en Italia. Como empresa, nos hemos enfrentado a muchos retos a lo largo de nuestros casi 40 años de historia; siempre hemos exhibido una gran capacidad de adaptarnos al entorno y aprovecharlo para salir más fuertes.
¿Cómo ayuda la externalización de servicios de asesoramiento legal a una multinacional tan diversificada y con una huella global tan grande como Sacyr?
La externalización de servicios legales es una herramienta fundamental para Sacyr. Los proyectos concesionales, por su envergadura y largo plazo, requieren, entre otros elementos, sofisticadas estructuras de financiación. Externalizar ciertas áreas legales nos permite acceder a despachos con amplia experiencia en financiación estructurada, project finance, negociación con bancos multilaterales y organismos de crédito a la exportación, emisión de bonos, etc.
Tampoco podemos obviar la exigente demanda de los proyectos, con regulaciones prolijas y en constante cambio. Contar con expertos legales con enfoque internacional nos permite navegar por este entramado jurídico con seguridad, mini
Sacyr invertirá en torno a 1.000 millones de euros en el desarrollo de nuevas concesiones hasta 2027”
Analizamos proyectos por valor de 75.000 millones de euros en todo el mundo”
mizando riesgos y asegurando un correcto asesoramiento en cada circunstancia.
En definitiva, la externalización de servicios legales, junto a un equipo legal interno robusto, se ha convertido en un factor clave para el éxito de Sacyr en el desarrollo de proyectos complejos en múltiples jurisdicciones. Nos permite abordar el desarrollo de la compañía con mayor seguridad y eficiencia, redundando en un mayor crecimiento y en mejores resultados.
En este contexto de transformación e incertidumbre, ¿qué ha cambiado en Sacyr? ¿Hacia dónde se dirige la compañía?
Sacyr ha puesto el foco en el desarrollo de proyectos concesionales de transporte, sociales y de agua. En 2023, vendimos nuestra división de Servicios para crecer en concesiones y, ahora, el Plan Estratégico 2024-2027 marca nuestra sólida hoja de ruta. En estos cuatro años, invertiremos en torno a 1.000 millones de euros en el desarrollo de concesiones, que, en su mayor parte, ya están adjudicadas. Esa cifra aumentará el 60% el capital que actualmente tenemos invertido, con lo que alcanzaremos los 2.600 millones.
¿Qué activos o mercados considera no estratégicos la compañía y por qué? Y, por otro lado, ¿qué operaciones estratégicas pretende realizar la compañía y qué mercados pretende explotar en los próximos años?
Nosotros queremos tener una cartera diversificada y balanceada entre tres grandes áreas: América Latina, Europa y países de habla inglesa. En América Latina, ya tenemos una fuerte presencia en Chile y Colombia; en Europa, nos centramos en España e Italia; y, en cuanto a los países de habla inglesa, nuestra previsión es crecer de manera significativa en los próximos años en EEUU, Reino Unido, Canadá y Australia.
Además, dentro de nuestra actividad de Agua, estudiamos proyectos en Oriente Medio, donde existen grandes oportunidades. En total, en todo el mundo estamos analizando proyectos por valor de 75.000 millones de euros.
Parece que la senda de reducciones de tipos de interés se ha ralentizado, ¿cómo afecta esto a la planificación de operaciones corporativas -compra o venta de activos- de la compañía?
Nuestro crecimiento es fundamentalmente orgánico, por lo que la senda de los tipos de interés no está afectando a nuestra previsión de desarrollo de nuevos proyectos concesionales. Respecto de las ventas, ahora mismo no hay apenas transacciones porque se espera que a corto plazo aumente el valor de los activos, gracias, precisamente, a la bajada de tipos de interés y de las tasas de descuento.
La externalización de servicios legales, junto con un equipo legal interno robusto, es un factor clave para desarrollar con éxito proyectos complejos en múltiples jurisdicciones”
¿Cuándo estará lista la filial de activos concesionales Voreantis?
En estos momentos estamos trabajando en la creación de Voreantis, que será un vehículo en el que agruparemos la mayor parte de nuestros activos concesionales en operación, brownfield en la terminología del sector. Está previsto que el proceso de creación de la sociedad se complete a finales de 2025 o principios de 2026. En paralelo, acabamos de seleccionar los dos asesores, Santander y Deutsche Bank, que nos ayudarán a dar entrada a un socio minoritario en la sociedad.
¿Cuál cree que es el mayor hito del nuevo plan estratégico, para el que la compañía ha cerrado una ampliación de capital?
El Plan Estratégico tiene varios hitos importantes cualitativos y cuantitativos. Si tuviera que destacar alguno, me quedaría con la ambición ser el líder mundial en desarrollo de proyectos greenfield. Para alcanzarla, nos hemos marcado un objetivo de triplicar el valor de nuestros activos en 2033. En ese año, nuestra ambición es la de alcanzar un capital invertido cercano a los 5.000 millones de euros y una valoración de activos de entre 9.000 y 10.000 millones de euros.
¿Cuál es su papel en Sacyr? ¿A qué retos se enfrenta en su trabajo diario?
Mi rol tiene dos vertientes principales. La primera es la de Defensor del Negocio. Mi equipo y yo asesoramos a todas las áreas de negocio, desde la fase inicial de evaluación de oportunidades hasta la ejecución de proyectos, apoyando jurídicamente cada decisión y operación. También nos encargamos de la prevención y gestión de litigios y arbitrajes, protegiendo los intereses de Sacyr en todas las jurisdicciones donde operamos.
Además, desarrollo la función de Dinamizador del Crecimiento. Más allá de la función reactiva, buscamos ser un socio estratégico para el negocio, impulsando su desarrollo de forma segura y sostenible. Esto implica identificar y mitigar riesgos legales, diseñar estructuras legales innovadoras para proyectos complejos, y asegurar el cumplimiento de las regulaciones cada vez más exigentes en materia medioambiental, social, y de buen gobierno corporativo.
En cuanto a los retos diarios, destacaría, en primer lugar, la complejidad global. Operar en un mercado globalizado, con diferentes marcos legales y regulatorios, representa un desafío constante. Requiere una gran capacidad de adaptación, conocimiento actualizado y una visión estratégica para anticipar y gestionar riesgos.
En segundo lugar, quiero resaltar el ritmo acelerado del negocio. El sector de las infraestructuras es dinámico y competitivo, exige agilidad y capacidad de respuesta por parte del área legal. Debemos ser capaces de tomar decisiones fundamentadas en plazos ajustados sin comprometer la rigurosidad jurídica, la rapidez y la calidad.
Además, pongo en valor la ética y el cumplimiento. En Sacyr estamos comprometidos con la integridad y la transparencia en todas nuestras operaciones. Garantizar el cumplimiento normativo en un entorno cada vez más regulado y sensible a cuestiones éticas es una prioridad y un reto permanente.
Y la clave para afrontar con éxito estas responsabilidades reside en el trabajo en equipo. Me enorgullece liderar un equipo de profesionales altamente talentosos y comprometidos, compartiendo una visión común y un modo de abordar el trabajo con un excepcional espíritu de colaboración. Sacyr fomenta un ambiente de trabajo donde se valora la iniciativa, la creatividad y el apoyo mutuo, porque la suma de nuestras capacidades individuales nos permite superar cualquier reto.
Finalmente, a pesar de los desafíos, es muy gratificante formar parte de una compañía puntera como Sacyr, liderando un equipo humano excepcional y contribuyendo desde el área legal, con un espíritu de unión y colaboración, a su crecimiento sostenible y a dejar una huella positiva en la sociedad.