ABC - XL Semanal

LA 'HEREJÍA' DEL PHOTOSHOP

-

En 2016, McCurry fue el centro de una controvers­ia cuando se descubrió que había retocado imágenes con Photoshop, toda una herejía para el mundo del fotorrepor­terismo. «Se exageró todo –se defiende–, porque yo no modifico la situación ni retoco nada en busca de mayor impacto. Soy sincero a la hora de representa­r el mundo. Además, no soy fotorrepor­tero, soy un artista, un narrador. Y, por cierto, las imágenes de las que se habló eran para exposicion­es».

S.M. No, pero a los 12 años vi un reportaje sobre el monzón en la revista Life. Todo estaba inundado, la gente trataba de protegerse... Y, ante aquel drama, yo pensé: «Quiero ir allí. Un día conoceré ese lugar». Descubrí que había otro mundo ahí fuera y ya no dejé de pensar en ello.

XL. ¿Su primer viaje?

S.M. Yo era estudiante, pero no sabía qué quería hacer. Me fui a recorrer Europa un año y concluí que buscaría una profesión que me permitiera ver el mundo.

XL. ¿Así decidió ser fotógrafo? S.M. Casi, porque decidí estudiar cine. Eso me llevó a una clase de fotografía en la que, ahí sí, se me encendió la bombilla. Trabajé en un periódico local, pero me aburría tanto que me puse a planear mi viaje pendiente al monzón. Además, quería hacer algo audaz, arriesgado.

XL. Pues casi muere ahogado en la India. Más tarde tuvo un accidente aéreo en Yugoslavia. ¿Afectaron esas experienci­as a su forma de trabajar?

S.M. Solo por unos días [se ríe]. Lo del avión fue aterrador y al principio sí que pensé: «He sobrevivid­o. Debo cambiar mi vida, apreciar mejor el mundo». pero al cabo de unas semanas ya se me había pasado todo [se ríe].

XL. ¿Se topa a menudo con fotos suyas por el mundo? S.M. Mucho. En Tailandia fui a un mercado donde unos treinta artistas pintaban sobre mis obras. Todos se emocionaro­n al verme, nos hicimos fotos, tomamos cerveza... Les compré varias, pero no me hicieron descuento [se ríe].

XL. La más popular es Chica

afgana, ¿la ve a menudo? S.M. Muchísimo. Solo aquel día diez tipos estaban pintando esa.

XL. ¿También es popular en Afganistán?

S.M. Oh, sí, los afganos la conocen bien y están muy orgullosos. Los taxistas me reconocen y no me dejan pagar, aunque yo siempre insisto.

XL. Afganistán es su gran devoción, un país que, desde su primer viaje, no ha dejado de estar en guerra. ¿Qué es lo que lo atrapó de los afganos? S.M. Su gran sentido del humor. Y son, además, hospitalar­ios, generosos, serviciale­s...

XL. ¿Me da un ejemplo? S.M. Mira, si yo llamo a la casa de alguien con mi cámara colgada y le pregunto si puedo ver cómo vive y hacerle fotos, esa persona me dirá: «Claro, adelante». Me ofrece té, comida y puedo pasarme ahí toda la tarde. Soy un completo extraño y, sin embargo, me acoge. Haz eso en mi barrio y llamarán a la Policía o, peor: te dispararán.

XL. ¿Siempre lleva una cámara cuando sale a la calle?

S.M. Como fotógrafo nunca me he sentido obligado a ello, pero ahora siempre llevo esto encima [coge el móvil]. Tengo más de 160.000 fotos dentro. De todos modos, en la calle mi mente suele viajar a otros lugares, como una especie de práctica meditativa. Cuando no llevo la cámara, claro. ■

"Con 12 años vi un reportaje del monzón en la revista 'Life' y, ante aquel drama, pensé: 'Quiero ir allí. Un día iré a ese lugar'"

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain