Los Emmy dictan lo que debe ser una comedia
▸ El drama ‘Shogun’ batió el récord de galardones en la noche en que ‘Hacks’ le arrebató a ‘The bear’ el gran premio
Gana la comedia, pierde ‘The bear’. Cansados, quizás, de sufrir para poder reír, los premios Emmy apostaron por la risa genuina, por la carcajada a bocajarro, por el descaro de Jean Smart y no por la amargura, ya cansina, que arrastra entre fogones Jeremy Allen White. «En el verdadero espíritu de ‘The bear’, no haremos ninguna broma», se jactó el presentador, Eugene Levy. Ahí, claro, todos rieron.
Al final le pesó el tiempo a la serie del oso y su segunda temporada, brillante, pagó el pato de su tercera entrega, que se estrenó hace un mes con tibio entusiasmo y, seguramente, condicionó a los votantes.
Benefició el tiempo, sin embargo, a ‘Hacks’, que al final de la noche no igualó los cuatro galardones de la ficción de FX pero sí se impuso en la categoría gracias al pulso impecable de Deborah y Hannah en su última temporada. Tras dos nominaciones sin éxito, a la tercera fue la vencida, justicia poética.
La pasada madrugada ganó también la épica, la belleza, el músculo, espiritual, de la medieval ‘Shogun’, que vino a ocupar el vacío de ‘Juego de tronos’. El viaje al polvorín del Japón feudal fue la gran sorpresa de la temporada y suya es la gesta de convertirse en el drama de la temporada, en la ganadora rotunda de estos Emmy, pulverizando todos los récords al llevarse 18 galardones. Aunque para drama, el de Richard Gadd, un cómico sin gracia que fue capaz de sobreponerse a los abusos, a las acosadoras, incluso a las demandas, con ‘Mi reno de peluche’, coronada como mejor miniserie.
Los Emmy rompieron su reciente costumbre de apostarlo todo a una carta y, aunque barrieron ‘ The bear’ y ‘Shogun’, repartieron muchos premios. Quien se quedó con las ganas aquí fue Meryl Streep. Pero claro, los Emmy no son los Oscar.